Recuperar el bastión que fue La Rosaleda
El Málaga no gana un partido en casa desde el 20 de noviembre, precisamente ante Las Palmas
Por aquel entonces el Málaga CF era uno de los equipos más fuertes de Europa como local. Llevaba nueve partidos sin perder en casa en lo que iba de temporada. Había sumado 23 puntos de 27 posibles y sólo había encajado tres goles por los 11 que había logrado. En aquel momento, con José Alberto López aún a los mandos del equipo, se creía en el espejismo del ascenso. En los 12 partidos siguientes los blanquiazules, con tres técnicos diferentes, no lograron vencer.
Fue un 20 de noviembre, precisamente ante Las Palmas, cuando el Málaga CF logró su último triunfo en La Rosaleda. Fue un día de fiesta, hubo recibimiento por parte de la afición que estaba encantada por la versión que daba su equipo como local, aunque dudosa con el de fuera. El gol de Antoñín a la media hora puso las cosas de cara, más aún tras la expulsión de Loiodice en el 52'. Pese al empate de Benito, Sekou logró resolver el partido con el 2-1 que daba los últimos tres puntos que ha logrado el equipo en su templo.
Amorebieta, Leganés, Ibiza, Almería, Huesca, Eibar y Burgos vencieron al Málaga en La Rosaleda entre el final de la primera vuelta y toda la segunda. Sporting, Cartagena, Ponferradina, Valladolid y Oviedo se fueron con un punto de aquí. El Málaga de Pablo Guede debe recuperar lo que fue La Rosaleda durante prácticamente todo el primer tramo de la pasada campaña, un estadio inexpugnable que cuenta con uno de los jugadores más importantes, el número 12, la afición.
Las opciones reales de que un equipo sea candidato al ascenso pasa por ser un equipo sólido en todos los campos, pero más si cabe como local. Este curso los abonados han crecido sensiblemente y se espera una mayor afluencia a La Rosaleda cada jornada. Por el momento se está lejos de la cifra de los 20.000 abonados alcanzada otrora, ahora mismo se sitúan en torno a los 16.000.
El Málaga buscará romper con esa racha de 12 partidos consecutivos sin vencer ante Las Palmas, mismo rival con el que celebró su última fiesta en comunión con su afición. Desde entonces la afición no ha podido disfrutar de otra tarde o noche de disfrute, de sabor dulce. El primer paso para recuperar la ilusión pasa por casa con la oportunidad doble de olvidar el tropiezo inicial ante el Burgos y dar un motivo más al malaguismo para creer en ese objetivo que tanto se repite en las últimas semanas, el ascenso.
Mañana lunes, a las 22:00 horas, se espera la primera gran entrada en La Rosaleda. José María Muñoz vaticinaba que con el número de localidades vendidas más las cifras de abonados se podría superar los 20.000 espectadores para este primer partido, una cifra que siempre se hace notar en un estadio como el blanquiazul. Será también la primera toma de contacto de la Grada de Animación con su nueva dimensión, con un millar más de capacidad.
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