Remiendo en el blindaje del Málaga CF

En el Málaga hay bajas y bajas. Hay futbolistas con un reemplazo claro y otros que desarman al equipo. Uno de los ejemplos más claros es el de Alberto Escassi. El centrocampista malagueño no está en su mejor momento ni en su mejor temporada, pero al mismo tiempo no puede ausentarse del césped o se resiente de forma extrema.

Natxo González tendrá que hilar fino para tratar de que lo poco que se había logrado construir se mantenga en pie. El técnico pudo observar una notable mejora ante el Cartagena, donde se acarició la ansiada victoria. Funcionó la apuesta por Escassi, Aleix Febas y Jozabed, pero no tendrá continuidad inmediata en Lezama.

Casi todas las opciones pasan por renunciar a cierta presencia física o reubicar a algún otro jugador.

La dependencia de Alberto Escassi es total, sobre todo desde que no están Luis Muñoz, Genaro y Juande. Eso provoca, al mismo tiempo, que el malagueño no pueda ser alternativa para el centro de la zaga y que ninguno de los centrales pueda subir a la medular porque básicamente sólo están Lombán y Peybernes disponibles.

La cuestión es que salvo un bonito tramo de la segunda mitad ante el Sporting de Gijón, meter al mismo tiempo a Ramón, Febas y Jozabed ha dado resultados calamitosos. Los tres son en realidad artesanos del balón, pero en funciones defensivas se les ven las costuras pese a que no suelen escatimar esfuerzos para compensar esas carencias.

Quizás se podría mirar a la cantera, donde Andrés Caro sería una posible alternativa. Pero no deja de ser un juvenil que el otro día estuvo con el División de Honor disputando la Copa del Rey. Ha demostrado temple siempre que ha tenido ocasión, pero la cita en Lezama es de relevancia capital y puede ser contraproducente exponer al futbolista de esa manera. Él o un perfil como el de Alberto.

Tendrá que calibrar Natxo González qué es lo que más le conviene al equipo malacitano, sin margen de error en esta salida. Lo que no parece que vaya a hacer es un cambio radical de sistema para paliar otras carencias.

El mal pudo ser mayor, pero los otros dos apercibidos (Víctor Gómez y Javi Jiménez) se libraron de la amarilla el pasado lunes y podrán estar en Lezama si no sucede nada extraordinario.