El Atlético Sanluqueño, la kriptonita del Málaga (0-0)
Los de Pellicer fueron incapaces, como en la primera vuelta, de abrir la lata del conjunto de El Palmar
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El Atlético Sanluqueño ha sido la kriptonita del Málaga en esta temporada. En los dos enfrentamientos ha sido capaz de obtener sendos 0-0 (sólo ha habido un empate sin goles más, ante el Real Madrid Castilla en La Rosaleda) y no por falta de ganas y de actitud blanquiazul, algo mermado en El Palmar sin dos de sus pilares: el motor Manu Molina y el killer Roberto. Sí que evidencia que para ciertos contextos hay falta de dinamita en la punta de ataque, pero ese no es un mal nuevo, sólo que en tardes así queda más expuesto. Hasta cierto punto puede dar hasta las gracias por no volver de vacío de Sanlúcar de Barrameda.
La baja de Manu Molina se compensó echando unos metros atrás a Dani Lorenzo y con Larrubia de escudero liberado de Dioni, buscando la chispa del chico de La Luz en la presión y que fuese una amenaza tras robo. Pero el Atlético Sanluqueño tenía muy estudiado al rival, impidiendo en la medida de lo posible cualquier tipo de transición malaguista y sin ningún tipo de reparo en turnarse para frenar con pequeñas faltas la continuidad en la eloboración.
Anduvo algo impreciso el Málaga también en la entrega, con un rival bien pertrechado atrás y jugando sin complejos ante su gente. Directo y a las bandas, especialmente en la que atacaba Zelu, otro de los muchos jugadores que han pasado en algún momento por La Academia, que le hizo muy incómoda la tarde a Jokin Gabilondo. Si bien la mejor ocasión que tuvo el cuadro de Abel Segovia fue por el perfil de Cortijo, hijo del que fuera jugador del Cádiz y segundo de Jose Gonzaléz en el último Málaga de Primera División. Conectó con Nacho Ramón, pero Nelson y Genaro abortaron cualquier atisbo de peligro.
Tuvo varios chispazos la orquesta de Pellicer, pero casi siempre por el desempeño de algún solista como Kevin, castigado nuevamente por los rivales con cierta dureza. A veces lograba encender el candil Dani Lorenzo, pero no era bastante para hacer carburar a un Málaga al que el Sanluqueño se le hacía bola.
La mejor de todas la tuvo Genaro Rodríguez, de un disparo desde la frontal tras unas buenas maniobras de Dioni y Ferreiro. El capitán blanquiazul se fue a felicitar al meta por su palomita.
No dio para mucho más el primer tiempo en El Palmar, donde las grandes ocasiones brillaron por su ausencia. Le tocaba a Pellicer darle algún toque táctico para desnivelar la balanza en una jornada en el que ya sabía del pinchazo del Ibiza pero también del triunfo sólido del Córdoba.
Así fue, Pellicer dejó en la caseta a Larrubia, su gran apuesta inicial, para dar entrada a Avilés, que hizo honor a su dorsal y se situó como nueve para sacar de la isla a Dioni, que no tardó en hacer un buen disparo a los 50 minutos. No volvió a disparar el Málaga hasta el 65’, otra vez por mediación de Dioni, que se topó en segunda instancia con Samu Pérez, el mejor de su equipo.
El de Nules decidió volver a agitar el árbol, quitó al delantero malagueño y a Ferreiro para dar entrada a Juan Hernández y Juanpe, lo que podía permitir a Dani Lorenzo soltarse un poco más.
Los locales tenían claro que jugaban con negras y ni se descompusieron en ningún momento y supieron resistir con todos los mecanismos a su alcance, con continuas pérdidas de tiempo y otro buen puñado más de faltas que hacían al Málaga muy complicado tejer algo sólido.
En ese escenario incluso estuvieron a punto de quedarse con el gran botín en un disparo a bocajarro de Ramón que frustró con acierto Alfonso Herrero y otro tiro con rosca de Bastida después de una jaimitada en la banda derecha malacitana, en la que no anduvo especialmente fino Jokin Gabilondo.
Gozó de un par de chances más el cuadro malacitano. Una de Avilés –quedó la duda de si le hicieron penalti– tras una buena dejada de espuela de Juan Hernández, que fue el que dispuso de la última con un chut que finalizó en saque de esquina. Los cuatro minutos (¿?) de prolongación fueron escasos, como volver con un punto, que sabe a poco porque todo se había puesto de cara para seguir escalando en esta segunda vuelta.
No tiene que rasgarse demasiado las vestiduras el conjunto malagueño, ha salido bastante bien airoso de la racha de tres partidos sin el goleador presente. Toca una semana para seguir centrado en este tramo liguero, que es una carrera de fondo, no un esprint. Sigue sin perder y sin encajar goles. La botella medio llena.
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