El filial dice adiós a la temporada y seguirá en Tercera RFEF (2-1)
Resultado y crónica del Huétor Tájar - Atlético Malagueño
El conjunto de Funes, reforzado con Kevin y Roberto, perdió en la prórroga con un tanto de Joaquín en el minuto 119'
Perdonaron los blanquiazules, que estrellaron dos balones en los postes que pudieron darle la clasificación
Se acabó la temporada para el Atlético Malagueño, que lo intentó hasta el final pero fue incapaz de eliminar a un Huétor Tájar que leyó bien el partido. Ni siquiera los refuerzos estelares del filial del Málaga dieron un salto de calidad para continuar en la pelea por subir a Segunda RFEF. Ahora se abre un tiempo de reflexión, se avecinan cambios y algunos chicos ya han dado sus últimos pasos en La Academia. Otros tendrán que darlo hacia delante.
La alineación de Funes fue también un mensaje de club. Pese a las estrecheces y los múltiples condicionantes, la apuesta por el ascenso del Atlético Malagueño era clara. El primer equipo cedió por decirlo de algún modo a Kevin y Roberto, que desde el verano llevan compitiendo en Segunda División. De hecho, ambos participaron el sábado ante el Oviedo en La Rosaleda.
También figuraban en el once otros chicos convocados antes los carbayones como Ale Benítez, Andrés Caro y Loren Zúñiga. El pago fue Víctor Olmo, pero era una necisidad mayor. Con estos chicos además del cancerbero Carlos López, Larrubia, Moussa, Álex Rico, Quintana, Murillo... Sonaba bien a priori.
El Huétor Tájar tenía a su favor que el empate le clasificaba en caso de prórroga, por eso el filial del Málaga salió a por todas. Kevin quiso dejar pronto su sello. Primero se escapó por la banda con cuatro jugadores persiguiéndole y un quinto que le detuvo con una contundente falta. Después se inventó una asistencia a Roberto, que incomprensiblemente falló con todo a favor y más tarde el meta rival le paró un mano a mano (la acción, por cierto, la generó Andrés Caro con una salida primorosa desde su área hasta la medular). Entre medias, Loren tuvo otra ocasión en el área a pase del propio Roberto, que había robado un buen balón.
El cuadro granadino se protegió como pudo y en cuanto se presentó la ocasión pegó un hachazo por mediación de Malano tras un erro de Andrés Caro (22’). Eso aturdió al filial, que tardó en recuperar el sentido hasta que al borde del descanso consiguió igualar el resultado.
Había avisado unos minutos antes Larrubia desde lejos, pero fue Benítez, que jugó a pierna cambiada quien aprovechó un balón de Loren para sacarse un tiro impecable para el 1-1 (44'). Tenía que ordenar ideas y calmarse el Malagueño, que había tenido problemas en la salida de balón.
El Huétor Tájar salió de la cueva y al poco de reanudarse el partido reclamó un penalti. Era la antesala de una segunda parte más igualada y en la que los cachorros blanquiazules pasaron verdaderos apuros. Tuvo menos llegada y control el filial, que contó una acción personal de Benítez de mérito y una internada de Haitam.
Los granadinos, con las ideas más claras, se toparon con un gran Carlos López, que hizo una parada a mano cambiada en una contra que salvó a los suyos. Después hubo cinco minutos de acoso y derribo de los que el conjunto malacitano salió indemne por los pelos. Aun así, el 2-1 estuvo en la cabeza de Roberto, que cabeceó violentamente al travesaño una falta lateral botada por Álex Rico.
Con la ventaja de saber que el empate le clasificaba, el Huétor Tájar hizo una prórroga de mucho oficio, perdiendo tiempo a cada ocasión con la complicidad del árbitro. Una lección que debe aprender el futbolista joven. También a no desperdiciar las que tengas en partidos decisivos. Julio pudo ser el héroe pero el poste se lo negó. Tras una acción en la que el cuadro granadino había perdido cerca de tres minutos, se fraguó el 2-1 final. Lo firmó Joaquín (119') pero el mérito es de Esteban, que desde que entró al campo hizo lo que le dio la gana.
Se rozó un empate que no servía para nada en esos segundos desesperados en los que ves cómo el final está cerca y no hay manera de remediarlo. El Atlético Malagueño da por finalizado el curso y se ve atado otra vez a una categoría demasiado baja para el potencial de la cantera. Habrá que hacer también autocrítica y ver qué camino tomar.
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