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Resultado y crónica del Málaga CF - Sevilla Atlético
Ritmo y orden, ritmo y orden. Como un mantra, como una obligación, como una idea. Los cimientos del Málaga se están poniendo en esta primera pretemporada con un José Alberto López que se desgañitó en la banda. El partido ante el Sevilla Atlético fue toda una declaración de intenciones del técnico asturiano. La idea está clara y su exigencia máxima. Y sigue sin ser importante el resultado, aunque el equipo haya vuelto a ganar, dos de dos.
No le importaba tanto el fallo como el no intentarlo a José Alberto, con correcciones constantes, persiguiendo unos automatismos que calen en los jugadores y perduren. Desde el primer minuto se estuvo asomando el Málaga a la meta sevillista, perforada por Roberto de cabeza tras un centro de Ale Benítez.
El once no tenía nada que ver con el de Vélez. Se lo tomó más en serio el Málaga, con hechuras parecidas a las del equipo de Pellicer que mejor funcionó el curso pasado. Barrio con una línea de cuatro por delante formada por Benítez, Lombán, Juande y Javi Jiménez, con Escassi por delante y Luis Muñoz y Jozabed de mediapuntas. Arriba Roberto con Haitam y Jairo por las alas.
Jugó bien el Málaga, que mereció alguno más y, sobre todo, no bajó el nivel pese al sofocante calor cercano a los 40 grados. En el descanso hizo debutar a Paulino y probó de delantero a Brandon. Metió como lateral derecho a Alexander y también a Hicham por la izquierda.
El marroquí tardó poco en brillar y tuvo que ser parado por las bravas. Pero fue Jozabed el que logró el 2-0 con una magistral falta directa que entró por la escuadra sin piedad. El Málaga siguió buscando la portería rival, pero se hizo evidente que la fatiga se fue notando y que los numerosos cambios en el conjunto nervionense cambiaron un poco la fisionomía del partido, llegando incluso a rondar el gol en una acción sobre la meta de Barrio que no quedó muy clara.
En la pausa de hidratación José Alberto aprovechó para dar algunos merecidos y necesarios relevos. Entraron Cristo, Moussa, Andrés Caro, Ismael Gutiérrez, Benkhemassa, Kevin y Loren. Uno de los que se marchó fue Hicham, al que se está mimando.
El equipo agradeció el oxígeno y las piernas, rejuvenecido por los jóvenes y con Paulino y Kevin haciendo diabluras por las bandas. No hubo más goles, a pesar de que se intentó con ahínco, pero no era la cuestión fundamental. El Málaga sigue avanzando.
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