Pruebas y a otra cosa (1-0)

El Rayo Majadahonda derrotó al Málaga y obró una clásica eliminación de la Copa del Rey. Ni más ni menos especial que otras. Tal y como está montada, a los de Segunda es a los que menos interesa la competición desde un punto de vista práctico. Se entiende que en Málaga existe un viejo anhelo de vivir alguna vez una final copera y que escuece ver caer al equipo como a Sísifo, pero no es el año. Han tenido su utilidad estos dos encuentros, con experimentos y premios variados para terminar de afinar la maquinar ante la segunda y decisiva vuelta.

A José Alberto le ha resultado útil la Copa de cualquier modo. Más allá de los lógicos múltiples cambios y lo significativo de algún debut o titularidad, arroja lecturas claras. Quiso ver en acción a Iván Calero como lateral zurdo y abre un debate después de que no haya terminado de cuajar la alternancia entre Javi Jiménez y Cufré, al que precisamente puso en el doble pivote junto a Genaro para probar nuevas opciones y optimizar los recursos de los que dispone.

El estreno de Moussa Diarra en el centro de la defensa o la apuesta por Larrubia en el once son otras señales de que José Alberto busca en La Academia nuevos reclutas. Así empezó un Roberto que compartió ataque con Pablo Chavarría, al que se espera como un profeta.

El Rayo Majadahonda es entrenado por Abel Gómez, un chico que dio sus primeros pasos en Segunda División con el Málaga B y luego coleccionó ascensos como jugador. Ahora está comenzando una carrera en los banquillos y pinta muy bien. Su equipo no se regaló ni mucho menos, como terminó demostrando el marcador.

El equipo madrileño pelea con los mejores equipos de Primera RFEF sin tener uno de los presupuestos más altos. Puso en aprietos al Málaga con una presión inteligente y amenazó en varios saques de esquina y balones al área que llevaron suspense.

Los malagueños no estaban mal pero tampoco bien. La ocasión más clara llegó a la media hora tras un balón filtrado por Jairo que esperaba Chavarría con la caña en el área, pero Osei la rebañó a tiempo. Le costó tejer al Málaga, falto de ideas en la construcción.

Brandon entró por Jairo pero el partido cambió poco o nada. El Rayo Majadahonda se fue creciendo. Casi a la hora de juego, armó una contra que Moussa minimizó. El córner que se generó sí fue letal. Un viejo rockero como Susaeta sacó el guante a pasear y Rubén Sánchez se hizo gigante para cabecear implacable a gol.

Dani Barrio tuvo que tirar de recurso para evitar con el pie una gol cantado de Javi Gómez, que se libró de Iván Calero en el área y sacó un remate que se cantaba como gol en las gradas. Reaccionó el Málaga, que ya había introducido en el campo a Hicham y Dani Lorenzo, con una acción que culminó Genaro con un disparo de fuera del área que cayó a plomo sobre el larguero ante el desconcierto general. Al poco Víctor Gómez y Sekou Gassama ingresaron por Isma Casas e Iván Calero. Quería un final más honroso el cuadro blanquiazul.

Los amagos del Málaga carecían de la convicción que sí mostró el Rayo Majadahonda, que anduvo cerca de ampliar su ventaja con los malacitanos asomados al área del excanterano Álvaro Fernández. Por segunda vez fue Genaro quien más cerca estuvo del gol tras un córner cortesía de Víctor Gómez, que en un par de acciones demostró que es medio equipo en ataque.

El 1-0 fue suficiente para decidir una nueva ronda a partido único. La prórroga sabría más a castigo en las piernas que a premio. No arrastró el escudo y eso también cabe destacarlo porque otros grupos no tuvieron tanto decoro. En días aparece el Leganés por La Rosaleda, ahí está el pan.