Un pellejo caro (3-1)

Resultado y crónica del Almería - Málaga CF

El Málaga cae ante el Almería reponiéndose de duros golpes al principio

El marcador no refleja lo sucedido en el Mediterráneo

El Málaga celebra el gol de Joaquín / Francisco Javier Alonso

El Málaga vende caro su pellejo. Raro es que se regale y cada vez es más habitual verlo reponerse de mazazos muy contundentes durante los partidos. Perdió en Almería y los tres goles encajados mienten sobre lo que fue el partido. Los rojiblancos tienen una pegada asombrosa, qué duda cabe, pero los blanquiazules compitieron a un nivel altísimo ante un firme candidato al ascenso.

Preocupa a Pellicer el desgaste, así que ante las circunstancias reajustó sus piezas sin arriesgar más de lo conveniente (Escassi, Chavarría) y apostó por un dibujo familiar con cinco defensas. Sorprendió que Ismael Casas entrase como central zurdo. Pero no dio tiempo a testar su apuesta original porque una contra peligrosa a favor del Málaga acabó en contragolpe del Almería y un encontronazo Calero-Sadiq que terminó con el lateral siendo sustituido.

El técnico de Nules quiso mantener su idea, así que tiró de Benkhemassa, retrasó a Luis Muñoz y Casas ocupó su hábitat más natural. El resultado fue inmediato y desastroso. El argelino se la entregó en plena salida al contrario sin que nadie le forzara al error. La pelota llegó Villalba y conectó con Sadiq, que se plantó ante Barrio y batió a placer.

El Málaga tenía serias dificultades para sacar el balón jugado, cometiendo en ocasiones excesos peligrosos para su integridad. Era encomiable, sin embargo, la actitud. Faltaban ideas y recursos, no ganas. El Almería seguía encontrando vías para Sadiq y Barrio evitó con mérito el segundo tras disparo de Aketxe.

Pudo empatar el Málaga tras un fallo de Balliu, casi tan grosero como el de Benkhemassa. Caye se durmió y al Almería le dio tiempo a reaccionar. Tuvo otra más, menos clara, el onubense. Pero si le faltó colmillo para matar, demostró también lo buen futbolista que es encontrando a Joaquín, que se filtró en el área y batió a Fernando, que había entrado hacía un rato por el lesionado Makaridze.

Volvió la sonrisa al Málaga, que había pasado grandes apuros y tenía preparado en la banda mucho antes a Chavarría, que hasta había recibido en la banda instrucciones de Pellicer. Era turno de los entrenadores, con tablero nuevo tras la igualada. El portugués movió ficha, pero el blanquiazul guardó la bala.

De repente, el partido ya había cogido el tono de las últimas visitas del Málaga. El Almería tenía la zarpa preparada, pero los blanquiazules seguían a lo suyo, como tratando de madurar la fruta. Tras un par de sustos, Joaquín encendió la bombilla y casi destroza el derbi, asociado con Chavarría y Ramón, que renovó por partidos jugados.

Justo cuando mejor andaba el Málaga, el Almería se revolvió y consiguió adelantarse con un cabezazo de Maras a centro de Carvalho. No dejó de intentarlo el cuadro malacitano, que recibió el tercero de Ramazani cuando estaba volcado en su agónica búsqueda del empate. Demasiado amplio.

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