También es fútbol (0-0)

Esto también es fútbol. Los resbalones inoportunos, los goles anulados, la tensión, los penaltis que se van al limbo, los rivales que te provocan y te pegan simultáneamente, los árbitros caseros, los empates que no contentan a nadie. Saluda la Segunda División a Sergio Pellicer, que volvió a manejar bien al equipo antes y durante el choque y que, independientemente de lo que suceda con su futuro, ha dejado notar su mano en este Málaga para bien.

Quizás el once por el que apostó Pellicer, con tres cambios con respecto al martes, ya era un anticipo del partido que presagiaba. Sobre todo con el regreso al once de Diego González y la entrada de Benkhemassa. Algo más de músculo y de energía para medirse a un Fuenlabrada que logró llevar el choque a un territorio que le resultaba más familiar.

Hubo poco fútbol en los primeros 45 minutos, con los porteros con sus guantes prácticamente impolutos y con cierta tendencia al contacto entre futbolistas que pronto dejó señalado al argelino del Málaga, cuyas ganas de agradar en no pocas ocasiones le sitúa a él –y por extensión al equipo– en una posición de riesgo. También es curioso que los blanquiazules se llevasen la única tarjeta del partido y los locales se fuesen de rositas.

La estrategia estuvo cerca de salirle mal a los locales, que después de una fea entrada más vieron a Sadiku hacer el 0-1. Una falta lateral que botó Juanpi con temple y remate de buen nueve a la red. Entró el VAR en acción y se anuló por fuera de juego. Acertaron los colegiados.

El libreto de la segunda mitad no fue muy distinto en su arranque y eso benefició al Fuenlabrada, que además consiguió ganar metros y comenzar a sobrevolar los dominios de Munir. Pellicer respondió a la ofensiva prescindiendo de Benkhemassa y tirando de la carta de Pacheco.

El césped, que llevaba siendo protagonista todo el partido por los múltiples resbalones que se produjeron, casi cuesta un disgusto a Munir. A partir de ahí el choque se dislocó lo suficiente para que ocurrieran cosas interesantes. Sadiku marcó pero al revés, sacando bajo palos de cabeza un gol cantado para el Fuenla.

Luego, el colegiado no quiso señalar un escandaloso penalti sobre Juanpi Añor y casi inmediatamente anuló otro tanto por fuera de juego, en este caso de Nteka. Siguió la ruleta rusa con una ocasión franca para Sadiku, que midió mal el salto en el 89’ y luego dos amagos de un Caye Quintana que perdió su flor contra el Málaga.

Nadie logró borrar el 0-0 del marcador, un resultado que complementa el estreno del martes de Pellicer y que supone el octavo partido consecutivo del Málaga sin perder. Para como están las cosas...