Noche de espanto y VAR (2-0)
Resultado y crónica del Huesca - Málaga CF
El Málaga cuaja su peor partido de la temporada en una cita marcada por el uso del videoarbitraje
Adrián González, que entró en la segunda mitad, fue expulsado en el 55’
El tiempo es tan flexible como las sensaciones. En Huesca hubo una hora que se pasó volando y luego media hora que duró una eternidad. El Málaga fue un espanto en casi todos los ámbitos del juego. Víctor lo achacó a la “actitud”Víctor. Tampoco fue su mejor día. Mal el once, el planteamiento inicial y la lectura. En el fútbol las dinámicas son contagiosas y parece que nadie quiere tomarse aún en serio la clasificación. Ocho puntos de 33 posibles y en puestos de descenso. Eso no quita que tenga razón cuando reclama el distinto criterio del colegiado en el uso del VAR, que estuvo presente continuamente en el encuentro.
Debió pensar Okazaki en el arranque del partido que de menuda se ha librado. Porque el zarandeo del Huesca al Málaga en la primera media hora de partido fue un auténtico descaro. Un gol en el marcador, dos anulados vía VAR y un par de ocasiones más que Luis Hernández abortó de manera desesperada. Llegar al descanso con 1-0 era casi un anhelo adolescente viendo cómo se estaba desarrollando el choque.
Justo tras el único amago del Málaga de morder (una ocasión de Boula con posible penalti), llegó el 2-0, que por las formas fue demoledor. Una conducción de Juan Carlos Real, que se coló en el área y se plantó delante de Munir después de eliminar a todos los defensas blanquiazules. Blandos, muy blandos.
Y eso que el Málaga había simultaneado en el campo a Cifu, Luis Hernández, Lombán, Diego González, Luis Muñoz, Keidi Bare y Boulahroud. Puede que la semirrevolución en la alineación consiguiese el efecto contrario del deseado. Con apenas el joven Antoñín (que se estrenaba como titular) en punta y sólo Renato y Juanpi como potenciales asociados, el Málaga no era una amenaza real para un Huesca que se movía con alivio por el césped, hallando diversas maneras de colarse por los dominios de Munir.
Necesitaba un giro radical el Málaga. No sólo por lo elemental del partido en sí, necesitaba reflotar su espíritu y agarrarse a algo porque el repaso estaba siendo de los que marcan una tendencia. Víctor introdujo a Adrián y Sadiku, aunque antes de que pudieran tomar el pulso al partido, llegó un penalti señalado tras visitar el VAR. Munir, en dos tiempos, detuvo la pena máxima a Ferreiro.
El colegiado Ortiz Arias acudió por enésima vez al VAR para expulsar a Adrián González por una absurda norma. Es curioso, pero en la acción del posible penalti a Boulahroud (mucho más claro que el de Luis Hernández y aún con 1-0), no revisó ni atendió a nadie. El Huesca entendió, de cualquier manera, que era jaque mate. Todos bajaron las pulsaciones y dejaron al Málaga que se animara a tener un rato el balón. Nueve partidos consecutivos sin ganar y ahora toca el Cádiz sin varios internacionalesCádiz.
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