Se acabó la penitencia (0-3)

Resultado y crónica del Leganés - Málaga CF

Buen partido del Málaga en Leganés, que se puso 0-2 con sendos penaltis

Primer triunfo de Guede con intervención fundamental de Dani Martín

Las fotos del Leganés - Málaga CF
Las fotos del Leganés - Málaga CF / La Otra Foto

Se acabó la penitencia del Málaga después de una temporada en la que casi todo lo que ha podido salir mal lo ha hecho. Fin a un ciclo oscuro en el que se derramó una decente primera vuelta y el abismo volvió a sentirse cerca. Se acabó la penitencia. Y mucho más. El triunfo ante el Leganés a domicilio puede ser un punto y aparte en el devenir del conjunto blanquiazul. Aferrados al manual de Pablo Guede, el conjunto malacitano se ha quitado los complejos y comienza a crecer alrededor de una idea honesta. Cinco goles en dos partidos, aunque ayuden los penaltis. Gestos de entereza y señales de solidaridad y compromiso. Ingredientes que hacía meses que no se veían.

Es también un Sábado de Resurrección. Dani Martín es ahora un heroico portero que aguanta al equipo cuando se le necesita parando lo imposible. A Ramón se le enciende la bombilla. Los delanteros defienden, muerden y marcan. Hasta Antoñín y Sekou, a los que se ha echado mucho en falta en los momentos clave. Y nombre tras otro, los futbolistas que saltan al césped parecen otros.

Por segunda semana consecutiva, Guede sorprendió con el once incluyendo a Ramón Enríquez y Antoñín y prescindiendo de los teóricos delanteros, incluido Brandon Thomas. El dibujo de entrada mostró una línea de cuatro atrás, tal y como acabó ante el Valladolid. Por delante, Genaro Rodríguez como pivote y tres jugones: Jozabed, Aleix Febas y el citado Ramón. En punta Vadillo y el malagueño.

Un equipo dinámico y con espíritu de entrada, móvil y tratando de incomodar al Lega cada vez que trataba de construir. Apenas habían pasado cinco minutos cuando Antoñín anduvo cerca de encontrar la escuadra de la portería de Jiménez.

El Málaga desarrolló un sentido de la paciencia gracias a los jugadores que tenía en el campo, se defendía con la posesión al tiempo que esperaba el momento de buscar una vía en la muralla pepinera. Consiguió combinar con sentido y asomarse tímidamente a la portería rival. Buenas maneras pero faltó contundencia.

Al filo de la media hora el Leganés despertó, buscó el carril derecho, casi exclusivo para Víctor Gómez, y Javi Hernández consiguió proyectarse con frecuencia. Cayó en varios fueras de juego pero le bastó con un buen centro para asustar a Dani Martín. Peybernes, que había estado regular con el balón en los pies, apareció para evitar un mal mayor. Antes el propio francés y Escassi habían tenido que apagar algún conato de peligro.

Cerca del descanso el portero asturiano se confió en exceso y Bautista casi le da un disgusto. Es el precio que se paga (no solo el meta perdió algún balón comprometido en la primera mitad) por querer jugar el balón a toda costa. No le falta osadía a Guede, que imprime sus ideas a pesar de las limitaciones del equipo, que pese a todo compitió a buen nivel contra un rival que cuenta con buenos peloteros y que estaba confeccionado para pelear por el ascenso.

El Málaga regresó de la caseta con la misma actitud y sin achicarse. En una inteligente subida de Víctor Gómez, el lateral vio a Jozabed, que dio toque magistral para hacer llegar el balón en el área a Antoñín. El malagueño tiró un recorte y el colegiado pitó penalti. Vadillo ejecutó con eficacia.

Respondió con furia el Leganés, con un contragolpe que Arnaiz cabeceó orientado de tal manera que anunciaba gol. De repente, Dani Martín emergió de la nada y entre él y el poste evitaron el empate. El Málaga continuó a lo suyo, buscando la portería rival. Jozabed volvió a colarse en el área y recibió un golpe en la nuca. El árbitro señaló falta en el límite del área, pero el VAR actuó para conceder un segundo penalti. Antoñín emuló a Vadillo y 0-2.

Otra vez dos goles de ventaja. Ante el Valladolid no fue capaz de aguantar el resultado, pero la necesidad de victoria tras el triunfo del Amorebieta obligaba a ser más sólido. Guede introdujo primero a Paulino y Brandon y más tarde a Sekou. Todos se pusieron al servicio de la idea.

Con el Leganés algo más estirado, el Málaga logró sentenciar. Por primera vez marca más de dos goles en un partido. Lo firmó Sekou Gassama de manera muy poco ortodoxa, pero es que era casi imposible fallar la asistencia de Paulino. Guede dio descanso a Febas y más minutos a Andrés Caro, proyecto de gran futbolista.

Tres goles, tres puntos, ningún gol encajado y una jornada menos. Había necesidad matemática de victoria y también para cuestiones mentales. El plan de Guede está cuajando.

stats