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Volar sin alas (2-0)
Resultado y crónica del Málaga CF - Albacete
El Málaga derrota al Albacete con goles de Rahmani y Caye Quintana para llegar a los 48 puntos
El Málaga no tiene más remedio que volar sin alas, como diría El Canijo de Jerez, como voló en el 2-0. Cuenta, además, con un colchón mullido de 48 puntos. No son los cacareados 50, pero casi a efectos prácticos. ¿Qué queda ahora sino soñar? El triunfo ante el Albacete es un punto de no retorno que medirá hasta dónde alcanza el impulso malacitano. Agarrar el tobillo al sexto es una quimera, pero es más real que abajo. No importa tanto que no se caiga un conjunto de los que están ahora en play off como saber hasta dónde es capaz de llegar el equipo de las 18 fichas y los dos millones de euros. Escasean las fuerzas, pero si algo tienen los de Sergio Pellicer es una gran fortaleza de espíritu.
Pieza a pieza va reformando su Málaga el entrenador blanquiazul. El único matiz de inicio fue la entrada de Cristian Rodríguez. El resto ya habían sido titulares en Lugo. El modelo sigue sirviendo y está permitiendo ver a nuevos actores de reparto que se ganan los minutos más allá de las circunstancias que abrieron sus huecos.
No le vino mal a los blanquiazules que el Albacete quisiera esconder sus inseguridades en forma de equipo sin complejos y con iniciativa. Así le resultó más fácil al Málaga enfundarse su traje favorito y encontrar fisuras en el cuadro manchego. A los 22 minutos se abrió la lata tras un saque de esquina repelido por la zaga visitante.
Ale Benítez, que va a más, llegó como un relámpago para cazar el esférico casi en las antípodas de su hábitat más natural. Su tiro con la zurda se filtró y llegó al área, donde un liberado Rahmani metió la bota para desviar el balón y marcar. Un defensa, Boyomo, habilitaba la posición del extremo.
Anduvo cerca el Albacete de empatar con sendas ocasiones de Ortuño desbaratadas por Juan Soriano (la primera, en fuera de juego). Los manchegos acabaron la primera parte metidos en el área del Málaga, pero el colista daba muchos síntomas de ansiedad.
Con idéntico compás comenzó la segunda parte y el Málaga no tardó el volver a hincar el diente al Albacete. De una acción favorable se lanzó un contragolpe magistral que inició Cristian Rodríguez con un desplazamiento en largo sensacional que Jairo convirtió en centro desde el extremo derecho. Lo culminó Caye Quintana, no sin dificultad, llegando desde atrás y matando con la izquierda. Un premio para alguien a quien se exigía gol. Una jugada de vértigo.
El partido estaba más o menos controlado por el Málaga, que tardó en mover fichas. Pellicer sentó a los goleadores de la tarde y tiró de Scepovic y Joaquín Muñoz. Menéndez gastó todas sus balas poco después, viendo que se le iba el tren de la permanencia. Como si fuera ajedrez, el de Nules puso otro par de piernas frescas en el centro del campo con Benkhemassa y Ramón Enríquez.
El reloj iba acercando aún más al Málaga a otra feliz meta volante. 48 puntos en el zurrón antes de comenzar un tramo final de competición ante rivales de entidad. Pero ya no se medirán a un equipo con presión, sino a uno liberado.
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