Detrás del autobús (0-1)
Resultado y crónica del Málaga CF - Fuenlabrada
El Málaga pierde en casa con el Fuenlabrada y pierde muchas opciones de aspirar a algo más que la permanencia
Ya se atisba el techo y es natural. La derrota tenía que llegar. Mucho ha tardado en caer el Málaga, que iba tras los play off con la mano levantada como el que trata de evitar que el autobús se le escape. Fue ante el Fuenlabrada y pudo ser otras veces, pero aguantó con estoicismo cada pedrada del destino un conjunto blanquiazul desarmado poco a poco con el paso de las jornadas víctima del sobreesfuerzo y las limitaciones. Mira de arriba a abajo la tabla sabiendo que toca acabar con dignidad y tratar de seguir construyendo los cimientos de un futuro que será presente en poco tiempo. Hablar ya de descenso o play off es una concesión que te permiten las matemáticas, la sensación sin embargo es que el viaje acaba aquí.
Estaban todavía oliéndose los equipos cuando un penalti más que evitable rompió la naturalidad. Un centro impreciso, un rebote y la mano despistada de Caye Quintana, cuyo intento de disimulo instantáneo fue como autoinculparse ante el colegiado, que señaló la pena máxima sin la más mínima duda y sólo esperó por cortesía la opinión del VAR.
Nteka no perdonó y el Málaga se veía obligado a cambiar los parámetros del partido y buscar una remontada que casi nunca llega. Los avisos blanquiazules, antes y después del 0-1, bebían del balón parado. Pero fue el Fuenlabrada quien tuvo el segundo cerca en una gran acción que Mula desperdició. El excanterano, con una motivación extra evidente, perdonó segundos después en un mano a mano que resolvió Dani Barrio de manera brillante. El portero asturiano, que regresaba al once, tuvo que evitar otro gol en un nuevo cara a cara, esta vez con Garcés.
No estaba asimilando bien el Málaga la baja de Jozabed, que se fracturó la mano en el entrenamiento previo aunque el club no lo comunicó hasta poco antes del partido. Pellicer probó a poner de entrada a Caye y Scepovic, que estrenaba titularidad. Los matices en el dibujo no sentaron bien.
En defensa había barra libre, agujeros negros que los de Oltra transitaban a su antojo por momentos. Tuvo tiempo el meta blanquiazul de sacar otras dos al excitadísimo Mula y, ya en el 47’ de la primera mitad, a Ciss, de similares disparos.
Urgían soluciones en un Málaga sin brújula y desconocido, con apenas unos chispazos de Joaquín y algún vano intento infértil de Ramón de gobernar el partido y marcar el tempo. Así que Pellicer tomó decisiones en el descanso y dio entrada a Jairo Samperio por Scepovic y también introdujo a Cristo por Matos.
No supuso ningún plus y seguía siendo el Fuenla quien anduvo más cerca de ampliar la ventaja que de sufrir el empate. Pellicer buscó un nuevo clic con Cristian, que ocupó el lugar de Ramón. El Málaga sólo puso en su cesta un cabezazo de Caye mal dirigido mientras que el partido se seguía jugando donde quería el cuadro madrileño.
Tiró un comodín Pellicer, dando minutos al juvenil Larrubia, uno de los mayores talentos de La Academia y que sigue sumando minutos de vuelo. No trascendió, como tampoco los cinco minutos y pico que obtuvo Orlando Sá, que después de muchas semanas fuera de servicio regresó a los terrenos de juego.
Apretó en los minutos finales el Málaga, al que se le iba el tren de los sueños de manera casi definitiva. Hasta con Dani Barrio a la desesperada en un córner trató de aferrarse al partido en el minuto 95, pero no estaba el cielo para épica ni para alcanzar el autobús.
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