Un banquete sin postre (0-0)
Resultado y crónica del Málaga CF - Ponferradina
El Málaga hace un buen partido ante la Ponferradina pero le volvió a faltar gol
Brandon Thomas reclamó un penalti por agarrón de Pascanu que el colegiado no contempló
El 1x1 y los puntos de los jugadores del Málaga
El Málaga está avanzando, se lleva viendo claramente tres jornadas seguidas. No tan rápidamente como desearía, pero va logrando pequeñas conquistas. Ante la Ponferradina sufrió con estoicismo en el arranque, pero luego arrebató el cetro al adversario. Dejó su portería intacta, algo que no pasaba desde Alcorcón. Sólo le faltó derribar el otro muro. La precisión de los metros finales desluce un juego que en partes fue impecable. Fue un banquete al que le faltó un postre para redondear una noche en la que acudieron muy poquitos malaguistas.
No quiso repetir fórmula Natxo González a pesar de que su único triunfo llegó la semana anterior ante el Amorebieta jugando con tres centrales. Apostó de entrada por un 4-1-4-1, con Alberto Escassi (que regresaba tras sanción) como pivote e incrustándose atrás gran parte del partido para la salida de balón.
La vuelta a la línea de cuatro defensas trajo consigo viejos malos hábitos. Poco más de un minuto había pasado cuando Edu Espiau forzó a Barrio a conceder el primer córner. Cinco minutos más tarde, el mismo protagonista envió un buen remate al palo que rozó el meta asturiano.
El arranque de la Ponferradina fue fulgurante, avasalló al Málaga, que tiene en su banda izquierda un agujero tremendo que los leones exploraron varias veces de la mano del canterano Iván Rodríguez. Tenía el deseo y la determinación el cuadro berciano, con una presión altísima que asfixiaba a los blanquiazules.
Logró sacudirse la presión el Málaga a los 24 minutos, con una buena combinación que Vadillo culminó con un peligroso centro con el exterior. Al poco Víctor Gómez y Jairo cosieron otro acercamiento. Pero pasada la media hora llegó un golpe casi más duro que un gol. La Ponferradina montó una contra veloz y Juande trató de alcanzar la acción con un gran esprint. El cordobés, en plena carrera se llevó la mano a la parte posterior del muslo. Naranjo culminó mal. Ver al central sentado en el césped resultó desolador.
Reaccionó Natxo dando una oportunidad de alta exigencia a Andrés Caro (Ismael Casas no estaba en la convocatoria). El juvenil estaba hace unos días defendiendo la blanquiazul con el División de Honor en la Copa del Rey. En la primera ocasión que tuvo mostró el temple y buen manejo de balón que posee pese a su corta edad.
Algo se reactivó en el Málaga tras el cambio. Dominó a la Ponferradina, sólo pendiente de protegerse y buscar algún contragolpe. El equipo combinó, empezó a abarcar más campo, negando vías de escape al rival y arrinconándolo. Vadillo puso un balón en la cabeza de Brandon que le vino largo. El mallorquín agitó la coctelera en varias acciones más. Jairo se subió al barco y Víctor Gómez también pidió paso. El mismo Febas tuvo un par de disparos en los que le faltó acierto.
El descanso fue un regalo para los de Bolo. El Málaga había conseguido resistir sin encajar pese a las dificultades y había vuelto a notar cómo fluía el fútbol con un dibujo similar con el que Pellicer una temporada atrás había logrado salir del bache.
De nuevo Brandon pudo romper el empate tras un centro de Víctor Gómez. El punta más que rematar vio cómo el esférico pegaba en él y se chocaba con el palo. Reclamó con vehemencia penalti de Pascanu, pero el árbitro no perdió un segundo con la jugada. Las imágenes parecían dejar claro un agarrón...
No desfalleció el Málaga en su búsqueda del gol. No puede ser de otra manera. Necesita muchas balas para dar en la diana. Pese a todo, tenía el partido bajo control y aguantaba bien ante las pocas envestidas leonesas. Bolo había tirado ya todos sus cambios y la presencia de Yuri en el césped causaba cierto respeto. Un veterano de casi 40 años marcado por un chaval de 18 recién cumplidos.
Natxo agotó sus comodines. Cufré se lastimó en un disparo a puerta y dejó su sitio a Javi Jiménez al mismo tiempo que Chavarría y Roberto entraron por Vadillo y Brandon. No varió mucho la escena porque los blanquiazules tenían entre ceja y ceja derribar la meta de Amir.
La Ponferradina inquietó en una última aproximación en la que Yuri dejó atrás con facilidad a Paulino por velocidad y ganó el reto a Andrés Caro, condicionado con amarilla. Lombán, en uno de sus mejores partidos del curso, resolvió de manera providencial.
Javi Jiménez pudo ser el héroe en una acción en la que enganchó un disparo con efecto que iba como un misil para la red, pero un defensa desvió la trayectoria. Más empeño no pudieron ponerle los pupilos de Natxo, que cerraron con dos galopadas finales con el segundero apretando. Estuvo más cerca de ganar que de perder y eso no es poco contra un rival que acumula 50 puntos.
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