No eres tú, soy yo (1-1)
Resultado y crónica del Ponferradina - Málaga CF
El Málaga regresa con un punto de Ponferrada, donde Rahmani adelantó a los blanquiazules
Benkhemassa y el entrenador, Sergio Pellicer, fueron expulsados en el tramo final
El Málaga el problema lo tiene dentro, son sus propias negligencias las que emborronan de vez en cuando la estampa de un conjunto bien trabajado y resultón, que no por casualidad lleva 18 puntos. Se daña más a sí mismo de lo que los rivales son capaces de hacerle. Da cierta rabia ver que desperdicia pequeñas invitaciones a la excelencia, como rabia mostró Pellicer, expulsado casi sobre el pitido final. Las hechuras del Málaga en El Toralín eran de equipo manifiestamente superior a la Ponferradina, que aun así gozó de más ocasiones claras. Es una rara mezcla de sensaciones. No eres tú, soy yo.
La música comenzó a sonar pronto. Chavarría y Rahmani se cuentan las cosas en francés para burlar a sus rivales, como si fueran Darío y Dely (en italiano). Son futbolistas que no necesitan idiomas porque hablan ese esperanto que es el fútbol. Es un lenguaje universal donde las miradas son palabras y los gestos una invitación. No necesitan roles. Si hace una semana era Yanis para Pablo, ahora es lo contrario sin dejar de ser lo mismo.
En el Málaga a veces no parecen ni casuales los pelotazos. El despeje de Iván Calero llevaba intención. Lo aparentó, al menos. O quizás es que Chavarría provocó que lo pareciese. La cuestión es que el argentino está de dulce. Perdió a un buen socio como Caye Quintana pero ha ganado una firma de lujo en esa sociedad limitada que forma con Rahmani. El tanto fue de alta costura y un canto a la eficacia.
El partido tenía, no obstante, un libreto con sobresaltos. El Málaga controlaba el juego y el pulso, pero la Ponferradina compensó sus carencias dañando al conjunto blanquiazul a balón parado y acumulando hasta tres ocasiones repelidas por la portería (antes y después del 0-1). No acaba de blindarse. Tanto es así que en en el primer minuto de la segunda mitad volvieron a rematar a portería.
Obviando esos riesgos, el Málaga seguía teniendo el control del partido y volvió a rozar el gol con otra acción de pequeñas sociedades en la que Jairo encontró a Chavarría pero no había nadie aún en el área para aprovechar otro inteligente servicio. Pellicer movió banquillo y tiró de Cristian y Benkhemassa para apuntalar el centro del campo.
No sirvió para mucho porque la Ponferradina, con piernas nuevas, empató el partido en una nueva acción imperdonable del Málaga en defensa. Ríos Reina tuvo toda la banda para poder centrar cómodamente y Curro se anticipó a a Matos para cazar un balón que entró de manera inapelable en la portería de Juan Soriano.
Ahí se produjo el debut de Joaquín Muñoz con el Málaga, que trató de estirarse un poco más para recuperar el botín que se le estaba escurriendo entre los dedos. La tuvo Calero, que se plantó en el área y anduvo cerca de conquistar la escuadra de Caro, que la desvió a córner. El último cartucho fue el canterano Julio, que se está ganando sus minutos mientras que no hay noticias de Orlando Sá.
En la prolongación llegó la expulsión de un Benkhemassa que sigue sin saber controlar su ímpetu. El punto es de esos a plazo fijo, pero deja un regusto raro porque es de esos empates que saben a historia inacabada. Se pudo volver con el saco lleno pero también la Ponferradina tuvo la victoria en el 94’, más o menos cuando Pellicer fue expulsado.
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