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Resultado y crónica del Zaragoza - Málaga CF
El Málaga llevaba siete puntos y se contaban como un tesoro. Eran puntos valiosos al peso y el contexto les daba más lustre. Con los tres de Zaragoza alcanza los diez, lo que supone una quinta parte del objetivo primordial que es la permanencia. La diferencia es que además lo hace convenciendo, desde la idea y la ejecución, sabiendo disfrutar y sabiendo sufrir. El suspense final ayuda además a rebajar la euforia, con un tatuaje de Adrián para recordar a todos lo que es Segunda.
Al Málaga más descosido se le imputó falta de pegada y de gol. Lo cierto es que en cinco jornadas tuvo serios problemas para encontrar fórmulas para marcar y sus dos goles habían llegado con un solo tiro. Además, su fiabilidad defensiva era más una intención que una realidad. Por eso resulta más irónico si cabe que haya conseguido que una manta corta le tape al mismo tiempo nariz y pies.
Pellicer –curioso repaso a Baraja, el hombre que pudo ser el primer entrenador de Caminero– consiguió poner la armadura defensiva al equipo y darle el dinamismo suficiente para lograr ser una amenaza en situaciones donde nadie se sintió abandonado ni inferior. La exposición coral fue soberbia, si bien el pegamento para que todo funcionase eran Luis Muñoz y Ramón Enríquez. No resulta fácil poner un complemento al malagueño, que parece mejor cuanto más campo tiene para él solito. Ahí el otro canterano supo bailar al compás por la medular y sacar a pasear el tiralíneas en el 0-2.
El primer gol había sido un canto a la lógica. Una buena acción del Málaga en la que Rahmani sacó el guante para un centrito sutil a la cabeza de un Chavarría colado entre zaguero, que la picó con los pies clavados. Se interna, centra y gol, que cantaba Tabletom en Algo así como un tango. Lo clásico no pasa de moda. Solamente sobraron los minutos de VAR.
El segundo fue un gustazo desde el control y balón filtrado de Ramón hasta la combinación de Chavarría y Caye Quintana. Es difícil saber cuál de los dos hizo mejores movimientos que el otro. Al onubense se le había visto menos al estar volcado a la banda tras varias jornadas en el área. Ambos necesitaban algo así para reforzar intenciones. De paso, se reforzó el plan.
En el otro área, el Málaga parecía que había multiplicado a sus futbolistas y prácticamente solo concedió una oportunidad real. Ahí se hizo gigante el debutante Juan Soriano, que sacó con el pie un remate de Zanimacchia en boca de gol con aires de Pagliuca a Salinas en USA 94.
Al poco de comenzar la segunda mitad una cabalgada de Rahmani y Chavarría pudo terminar con el partido. El Zaragoza había movido fichas y tomó algo más de protagonismo, aumentando su estadística de disparos a puerta. Todos inocuos hasta que apareció Adrián para hacer lo que mejor sabe y poner puntos suspensivos al tramo final. El Málaga se coloca sexto en la clasificación.
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