Málaga CF - Recreativo de Huelva: Resplandor tras la tempestad (2-0)
Sólido triunfo blanquiazul ante un rival directo en una jornada de pinchazos en la zona alta
Gritos repetidos de "José María dimisión"
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Resplandeció el sol en Málaga y el equipo con él. La tempestad de los últimos días se fue, como el tormentoso recuerdo de Melilla. Una victoria sólida, edificante, colectiva, de hambre y esfuerzo, de fútbol dinámico y toques de oficio. Necesitaba algo así el grupo en un 2024 de tumbos y dudas. Además, ante el Recreativo de Huelva, rival directo y que quería hurgar en la brecha abierta. No había sido capaz de imponerse a ningún contrincante de la zona noble el conjunto blanquiazul y ahora ya cuenta hasta con un golaverage particular a su favor.
Movió el árbol Sergio Pellicer con un once en el que jugaron de entrada los tres fichajes invernales y continuó prescindiendo de Dioni para que Dani Lorenzo ocupase la mediapunta, resguardado por Genaro y Manu Molina. Tenía chispa el equipo, motivado por las críticas y el último papelito en Melilla, pero, sobre todo, por un ambiente de La Rosaleda de campo inglés. La hora matinal fastidia a algunos seguidores y al mismo tiempo provoca que se sumen otros mucho malaguistas casuales que empujaron con brío desde antes del arranque.
Supo maniatar bien al Recre, desbordado por una enérgica salida de un Málaga concentrado y responsabilizado. Un partido de los que no se pueden dejar escapar. Gobernó Manu Molina el centro del campo con inteligencia, bien asistido por el resto de hombres, móviles y con colmillo. Varios cambios de orientación del onubense marca de la casa sirvieron para encontrar ciertos espacios que dañaron en los flancos al Decano.
Dos zarpazos pasado el cuarto de hora pusieron el choque de cara. El primero lo cazó Roberto, rebañando el balón tras resbalarse a centro de Puga, que había recibido un balón de Dani Lorenzo, que tras una delicatessen realizó una apertura magnífica. El segundo llegó con sello de pizarra. Manu Molina botó un córner exquisito que peinó Avilés con mucha intención y remachó Galilea.
Estuvo cerca de finiquitar el duelo con un tercero que cocinaron los tres fichajes de invierno. Puga conectó con Ferreiro, que de primeras e in extremis introdujo de nuevo en el tablero para un Avilés al que se le trastabilló el esférico cuando empalmaba casi en boca de gol.
Pasada la media hora Abel Gómez, un entrenador inteligente, desató a Luis Alcalde, que empezó a hacer daño a la espalda de los medios y el Recre maquinó por primera vez. Generó varios saques de esquina, equilibró fuerzas y hasta alcanzó su meta del gol. El colegiado, amparado en su asistente, lo anuló por fuera de juego. Era.
Regresó del descanso el Recre con dos variaciones y la clara vocación de ir a por el Málaga, que seguía siendo enérgico pero tenía algún problema más que en el inicio. Incluso hubo una internada de De la Rosa que hubo que apagar. Pellicer reaccionó con un doble cambio. Retiró a Puga y Avilés, todavía con necesidad de más ritmo en las piernas para meter a Dani Sánchez y Jokin Gabilondo. Maniobra oportuna.
Anduvo muy cerca de matar el partido Roberto cuando empezaron a surgir los espacios, pero lo más meritorio era que pese a los cambios del rival, apenas se acercaban a la portería de Herrero. Pellicer tiró de Larrubia para seguir ahondando en la herida y aunque el Málaga no finalizaba en el tramo final, la sensación de superioridad era patente.
Se divertía Málaga con olas y oles mientras pasaban los minutos y se aproximaba el esperado desenlace en una jornada en la que al fin se podía recortar puntos a la cabeza del grupo. Pellicer dio un último toque de autor cerca del 90’ tirando de Moussa para poner una línea de tres y carrileros y dejando descansar a Roberto, cuyo espacio ocupó Dioni.
No tardó en abandonar el estadio el público, que tenía un domingo por delante para saborearlo, para gozar de una de esas mañanas que se meten en la tarde con naturalidad y se bebe a sorbitos cortos.
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