El césped de La Rosaleda se pone guapo

El césped de La Rosaleda se pone guapo para el partido de este sábado ante el Nàstic de Tarragona. El Málaga acometió semanas atrás el cambio de piso aprovechando que se disputaban dos partidos consecutivos a domicilio, en Pamplona y Gijón. Nada casual, ya que clubes y LaLiga pactan las fechas en las que se tienen previstos estos trabajos. En temporadas anteriores, en Primera, se empleaban las semanas de parones para las selecciones, algo que no existe en Segunda División.

Los operarios trabajan sobre el césped para que tenga el mejor aspecto posible y también para que aguante los envites de un partido tras varias semanas de parón. El propio Juan Ramón Muñiz supervisaba esta mañana cómo marchaba la implantación. No deja ningún detalle al azar el técnico asturiano.

El tono marrón que se apreciaba la semana anterior, de la arena sobre la que se implantaba, ha dado paso a un color verde que indica que todo parece ir en orden, aunque en el club señalan que no se espera que esté al 100% a causa de la falta de sol de estas últimas semanas. El procedimiento consiste en que en el terreno de La Rosaleda conviven las semillas específicas para los climas de verano y de invierno, la Bermuda y la Ray-Grass.

Para preparar el terreno de juego para el frío y las posibles lluvias los trabajos se han centrado en cortar la hierba para que crecieran las semillas de invierno que había debajo. Es un proceso que se ha llevado a cabo también en el Anexo, donde el equipo ha trabajado en las últimas semanas sin que el césped haya dado problemas, en una especie de probeta para el campo grande. También se ha hecho en la Federación Malagueña y El Viso.