Una Rosaleda al mínimo
Vuelve la competición entre medidas extremas de seguridad para evitar contagios de COVID-19
Desifección y atención a los detalles son las dos premisas principales
Sin público pero también sin casi todo lo que rodea a un partido habitual. La Rosaleda cumplirá las normas que LaLiga ha impuesto para evitar contagios de COVID-19 y esto incluye medidas de desinfección, precaución y distanciamiento que arrancan en los días precedentes a que los equipos disputen el choque. La desinfección y el precinto de los vestuarios y las zonas por las que pasarán los jugadores, la disminución de recogepelotas, periodistas o personal del club so n sólo la punta del iceberg en un protocolo estricto y minucioso en el que habrá un máximo de personas que ronda las 200.
Tres zonas
Para empezar, el estadio se divide entres zonas delimitadas por colores: verde, azul y roja. Siendo las dos primeras las más importantes porque una la verde es el terreno de juego, los vestuarios y todos los accesos para futbolistas, árbitros y cuerpo técnico. A ella podrán acceder un centenar de personas (46 serán futbolistas y 16 cuerpos técnicos y médicos). Jefes de seguridad, operadores de televisión, seguridad privada o sanitarios serán algunas de las profesiones que pueden completar esta zona. Se desinfectará en las horas previas al choque y los puntos más críticos como los vestuarios y las zonas anexas a ellos serán precintados después de su higienización.
En la zona azul se encuadra las gradas del estadio y otras zonas que rodean al césped.
Como la distancia de seguridad y las nuevas normas de convocatoria provocan que no se tenga el espacio suficiente para cumplir con la distancia de seguridad, en Tribuna se podrán sentar los jugadores suplentes o no convocados siempre cumpliendo todas las normas. En esta zona también podrán acceder hasta un máximo de en torno al centenar de personas a la vez y son los elementos necesarios para la producción televisiva del encuentro los que más puestos ocuparán en este espacio. Las gradas se verán casi completamente vacías y se ha restringido al mínimo hasta la representación institucional de los equipos.
Además, hay una zona roja que abarca los interiores del estadio que no se utilizarán además de los parkings y puntos de control de acceso a las instalaciones. En todos los lugares habrá señalizaciones –desde dónde sentarse hasta dónde desinfectarse– y dispensadores de gel donde sea oportuno. El Málaga ya preparó todo esto para cumplir los protocolos durante las distintas fases de entrenamiento en el estado de alarma.
Higiene y precaución
Desde la entrada y salida del hotel hasta las del campo y vestuario están pensadas para que no se produzcan aglomeraciones. Los jugadores, el cuerpo técnico y el resto de actores deberán de llegar mascarillas y guantes en todo momento menos cuando estén jugando. Deben de desinfectarse las manos antes y después de entrar al vestuario, se desinfectará el balón, se tendrá en cuenta la distancia de seguridad a la hora de hablar con el colegiado y las recomendaciones de no celebrar los goles con los típicos abrazos y caricias entre jugadores.
No se estrecharán las manos ni habrá foto de equipo y están pautadas las salidas al terreno de juego y al estadio. Los equipos y los árbitros tendrán que acreditar el negativo en los test del coronavirus horas antes del encuentro. La vestimenta será desinfectada después del partido.
Nuevas normas
La convocatoria de 23 jugadores es una de las novedades más importantes junto con los cinco cambios por equipo. En el caso del Málaga, con sólo 18 fichas profesionales y varias lesiones para el arranque, los cambios se convierten en un rompecabezas, pero se pretende que el ritmo de los encuentros se parezca al de la competición antes de la pandemia. El poco tiempo para la puesta a punto y la ausencia de público pueden incidir en la intensidad de los partidos. Además, se podrán tener hasta dos pausas de hidratación en las que cada jugador tendrá su propia botella de agua y deberán de tener cuidado con las distancias de seguridad. El VAR funcionará con normalidad aunque también se ha visto afectado el número de efectivos.
Policía y seguridad
Aunque no se permita la entrada de público, las fuerzas del orden estarán pendientes de evitar que se produzcan aglomeraciones de gente en la salida de los hoteles de los equipos –Huesca y Málaga se concentran en el mismo establecimiento– y tampoco en los estadios. Habrá una dotación de seguridad privada, de sanitarios y de policía como en un choque normal pero con la proporción idónea par alas circunstancias actuales. No permitir altercados ni incumplimientos en las normas de seguridad sanitaria serán ahora puntos a vigilar.
Retransmisiones
La presencia de prensa se ha reducido al mínimo posible, aunque se ha contemplado la entrada de todos los efectivos necesarios para que la producción televisiva no se vea alterada. Existirá la posibilidad de escuchar el partido tal y como se está celebrando o con animaciones enlatadas de cánticos y reacciones en cada uno de los estadios. También está por ver si se podrán tener pancartas en el estadio. No habrá zona mixta como habitualmente y las aportaciones de los medios oficiales con derechos y los de los propios clubes serán lo más consumido. Se ha restringido la entrada de fotógrafos y técnicos junto a las de los profesionales de la información. Todos deberán de cumplir los protocolos impuestos para que se reanude la competición y no habrá contacto con los protagonistas si no es de modo telemático.
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