Rubén Castro dice adiós al fútbol profesional

Su último equipo fue el Málaga CF, donde descendió en la 22/23

Quiso destacar las figuras de Jorge Molina y de Pepe Mel

Las declaraciones del entrenador del Celta Fortuna antes de la vuelta

Rubén Castro celebra un gol.
Rubén Castro celebra un gol. / La Otra Foto

Las carreras de los deportistas son como la vida de las estrellas que tardan en llegar a su punto más álgido, donde deslumbran a propios y extraños para, posteriormente, ir apagándose paulatinamente hasta que ya no queda más que el recuerdo de lo que fue y esto es lo que va a suceder ahora con la trayectoria de Rubén Castro, porque ha anunciado su retirada del fútbol a nivel profesional.

El delantero español se retira como toda una leyenda después de haber tenido un año en blanco tras su paso por el Málaga CF en un curso que significó el descenso del club de Martiricos a la categoría de bronce del fútbol español, a pesar de haber sido el máximo artillero de un equipo que no terminó de carburar en ningún momento de la temporada para evitar aquel final ya consumado.

A pesar de todo esto, en el verano del año 2023, llegaron a haber negociaciones para su continuidad tras el descenso con un nuevo contrato para una liga con muchos menos ingresos que LaLiga Hypermotion, pero las conversaciones entre la dirección deportiva de la entidad de la Costa del Sol, que ya contaba con Loren Juarros como la máxima autoridad en esta área, y el atacante y sus agentes, pero no llegaron a buen puerto y los blanquiazules apostaron por Dioni Villalba para ocupar ese perfil al contar con una mayor experiencia en esta división.

Sin embargo, los mejores años de Rubén Castro fueron defendiendo los colores verdiblancos del Real Betis Balompié, donde coincidió con las dos figuras mencionadas en su comunicado expuesto en sus redes sociales, que son Pepe Mel y Jorge Molina.

Comunicado del delantero

"Mi despedida del fútbol

Me ha costado llegar a este momento. Qué digo. Todavía me cuesta verme alejado de la pelota. No soy capaz de hacerme a la idea de que esto se ha terminado. Quizá por eso he tardado tantos meses en anunciaros que mi etapa como futbolista en activo toca a su final. Lo hago porque me considero un afortunado. Aquel muchacho que se divertía en el Club Artesano, el modesto equipo de Las Palmas donde empecé, ha superado todas las barreras que ni siquiera hoy soy capaz de imaginar: disputar como delantero casi 800 partidos oficiales y celebrar como propios más de 300 goles. Con todo esto en la mochila del fútbol y de la vida, considero que es el momento de dejar descansar al balón.

Me despido con cariño, respeto y admiración, especialmente a dos clubes y a dos personas que han marcado mi carrera. He defendido los colores de once equipos durante más de veinte años como profesional, del norte al sur de la península y hasta una aventura en China. De todos guardo su estima porque de todos recojo maravillosas vivencias que nunca me abandonarán allí donde esté. Pero tengo que ser honesto con todos: dos clubes son especiales, dos clubes los he sentido como propios. Sí, la UD Las Palmas y el Real Betis Balompié me hacen sentirme un privilegiado. Pertenecer a la historia de ambos me congratula. Con ellos, me hice mejor, me superé como persona y como futbolista y solo me queda expresar mi gratitud eterna a sus dos aficiones y a esos seguidores que me apoyaron en las buenas, y sin dejarme caer en las malas.

En esta despedida, mirar atrás me abruma. Agradezco la oportunidad que me concedieron técnicos, empleados y compañeros de esa lista interminable de equipos en los que desarrollé mi felicidad. Voy a nombrar a dos muy particulares.

No significa que no me acuerde de muchos otros, pero singularmente la figura de Pepe Mel se encuentra grabada a fuego en mi trayectoria. Nadie me entendió mejor que él, como con nadie me entendí en el césped como con Jorge Molina. Esos años en el Villamarín nunca tendrán fin en mi memoria. Concluyo con el orgullo de pertenecer al mundo del fútbol, al que de alguna u otra manera seguiré vinculado, dónde sino.

Hasta aquí hemos llegado y desde aquí, con humildad, buscaré seguir amando a la pelota".

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