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Sergio Pellicer intentó dirigir todo su discurso hacia el césped, hacia el partido ante el Alavés, pero llegados a este punto, resultó inevitable hablar de su futuro en el banquillo del Málaga: "Con Kike y José María durante la semana siempre hablamos. Lo puedo decir, es así, ya habrá tiempo pero yo no tengo ninguna reunión pensando en el futuro. Yo hablo del partido siguiente. Lo que sí que tiene que hacer la gente del club, para eso está la gente, es trabajar en el futuro, en todos los planes. Para eso están Kike y José María, pero qué le puedo pedir a los jugadores si estoy pensando en lo que va a pasar después de un partido. Eso lo tengo muy claro. Luego ya habrá tiempo para aclarar todas las situaciones”.
Acerca de su continuidad, explicó que en el fútbol estos escenarios son habituales pero mandó un mensaje contundente: "Lo entiendo todo. Venga quien venga de director deportivo, pido que no lo juzguéis, le dejéis trabajar, ahora es momento de unión. Cuando un proyecto tiene que empezar, vendrá una persona limpia de mente. No los juzguéis antes, vosotros sois el nexo de unión entre afición y club, entonces, si se divide, el año que viene empieza mal. Dejarle trabajar, que venga con manos libres y que él decida”.
Kike Pérez le ha reforzado en varias ocasiones. Pellicer le echó un cable: "Es normal, es una cuestión de fortalecerme delante de la plantilla. Es sentido común, es normal. Tengo la fuerza para ir a Vitoria y transmitir a mis hombres que podemos ganar. Ya hablaré… Yo he salido tres veces de esta casa, puedo desnudar a cualquiera en ese aspecto. El compromiso que tenemos todos… Me siento muy responsable por la gente del club, por los empleados y una afición a la que no podemos dar la espalda. Vamos a intentar ganar en Vitoria y, a partir de ahí, veremos lo que ocurre”.
"Me mantengo en una burbuja en ese aspecto. Es cierto que es una semana complicada pero cuál no lo ha sido desde mi llegada. Centrados en lo puramente deportivo, en el rival que nos vamos a enfrentar en un todo o nada. Las posibilidades son mínimas, pero mientras haya un atisbo de lucecitas al final del túnel no me voy a rendir y eso es lo que voy a transmitir. Vamos a pelear en busca de una victoria en contra de ese destino que parece. Ya habrá mucho tiempo para hablar porque cuando pase esta jornada en una semana que será muy importante por todas las situaciones que se pueden dar en esta jornada”.
“Esta semana, esta semana. En el club ahora mismo somos todos entrenadores, nuestro futuro está en 90 minutos. Esa es la mentalidad que tenemos que tener y afrontar esta jornada en alerta y todo lo que tenga que venir de transición, ya tendrá su tiempo. Lo que depende de nosotros es competir, sumar los tres pintos y esperar a que ese hilo de esperanza se mantenga una semana. Lo que tenga que venir en el futuro ya se verá”.
“Dos equipo con sensaciones opuestas. Nos vamos a encontrar un equipo con la idea de su entrenador, domina bien el balón parado, que compite, está en el partido en todo momento. que en su estadio fuerte porque solo ha perdido un partido. Exceptuando algún partido y algún tramo de partido, el equipo está compitiendo. La semana pasada había un rival que parecía que no se jugaba nada pero todos compiten. No podemos menospreciar al rival cuando ganamos y cuando perdemos menospreciarnos a nosotros mismos. Yo estoy aquí para abrigar al equipo, ya habrá momento de desnudarnos. Los que llevamos un grupo no podemos desfallecer. Ya llegará el momento, tenemos nuestros vaivenes. Ellos necesitan victoria porque están peleando por el ascenso directo. Últimamente no ha ocurrido que los de arriba hayan perdido tantos partidos. Significa lo difícil que es la competición. Será un partido de intensidad, mucho ritmo y debemos estar atentos de la primera a la última jugada”.
“Tenemos un plan. Centrarnos en nosotros mismos. Tuvimos muy mala experiencia de Ponferrada, de estar pendiente, al final nosotros tenemos que jugar nuestro partido. Móviles fuera. Una persona encargada de mirar a otro lado. Hasta el último minuto nos vale solo ganar, no hay que mirar a otro. Y pase lo que pase en otro estadio, tenemos que seguir compitiendo. Agarrarnos a ese hilo y nunca rendirse. Desafiar al destino”.
"Este equipo desde la tercera jornada que fue en Mirandés ya estaba con presión. Tenemos que estar acostumbrados y la presión hay que saber ajustarla, los profesionales se mantienen años en el alto nivel por esa fuerza mental. En los inicios es donde se tienen que transmitir todos los valores, todos los hábitos. Los números no nos están llegando ni para acercarnos. Vamos a intentar ganar en Vitoria, que es muy difícil, y que por una vez nos acompañe lo demás, pero primero tenemos que responder nosotros”.
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