Visto y Oído
Emperatriz
Roberto Soldado es ahora jugador del Granada, próximo rival para la Copa del Rey. Pero no hace tanto (aunque lo parezca) el Málaga estaba tratando de incorporar al delantero valenciano. Era una operación que manejaba José Luis Pérez Caminero, entonces director deportivo de la entidad, en 2019.
Una pretensión que sólo hacía reflejar que el club estaba en manos de supuestos profesionales que vivían en un universo paralelo, porque la situación del Málaga era crítica y se avecinaban problemas económicos serios y sanciones de LaLiga derivados de la desastrosa gestión de la entidad.
Todo sucedió después de su primer curso en Segunda, que terminó de manera dramática ante el Deportivo en el play off de ascenso. No ascender era un golpe casi mortal para el Málaga, que un verano antes construyó una plantilla desorbitada y muy cara, dilapidando la generosa ayuda al descenso y unos importantes ingresos televisivos.
Caminero pensaba en Soldado, en una operación imposible. Y no fue el único pretendido disparatado. Al final lo que pasó es que no pudo ni inscribir a Okazaki, José Rodríguez, Mula e Iván Rodríguez y llegó la sanción que todavía se arrastra.
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