Un punto en el guión (0-0)

Tenerife - Málaga CF | Crónica

El Málaga saca un empate ante el Tenerife en un duelo igualado en las áreas

Munir determinante con dos manos salvadoras

El equipo no pierde a domicilio desde noviembre

N'Diaye conduce el balón ante Milla. / LaLiga

El Málaga sacó un punto del Heliodoro Rodríguez López en uno de esos partidos en los que refuerzan y asientan bases de futuro sin necesidad de alcanzar los tres puntos. Los de Muñiz recuperaron algo de su entidad del primer tramo de temporada pero sigue arrastrando esa falta de gol. El punto, en un campo donde solo ha ganado paradójicamente el Reus esta temporada, es positivo. Sumar fuera de casa está dentro del guión establecido.

Los primeros compases en Tenerife dejaron una buena lectura de lo que puede llegar a ser el 4-3-3 que viene moldeando Muñiz en las últimas semanas. Con Keidi Bare anclado en el pivote, con labores de destrucción y creación del juego, deja ver una versión más participativa y ofensiva de Alfred N’Diaye, que enseñó que puede generar con el esférico y aportar en otro ámbito. Fue el autor del primer disparo del equipo, tras una jugada coral bien hilvanada. Se le marchó alto.

El Tenerife, pese a que siempre quiso llevar el peso del partido con Luis Milla y Racic muy autoritarios en la medular, se encontró con un Málaga que no le perdió la cara al balón como en otras ocasiones a domicilio. De hecho la más clara en el primer tiempo fue de los blanquiazules. Un buen servicio de libre directo de Pacheco desde la izquierda lo cazó en el segundo palo Pau Torres, que dejaba el balón en el área pequeña para Blanco Leschuk que, inexplicablemente, cabeceaba alto pese a la nula oposición local.

El segundo tiempo fue el habitual que dibuja el Málaga, uno de esos en los que el partido parece estar abierto pero en el que los tiempos los marca el equipo de Juan Ramón Muñiz. Los blanquiazules tuvieron en las botas de Pacheco y Harper dos buenos sustos sobre el arco de Dani Hernández. Dos contras bien llevadas por el equipo –por Cifuentes y N’Diaye, respectivamente– que finalizaron en situaciones de disparo en la frontal muy similares, buscando la rosca. El primero de Pacheco, lamiendo el poste izquierdo del meta venezolano; el segundo de Harper, que se marchó alto.

Ontiveros reapareció tras su lesión y pudo decantar el partido con una de sus individualidades

Malbasic sacudió al Tenerife de esa sensación de inferioridad con una acción individual en el área en la que quebró a Cifu dejándolo sentado y sirvió para un recién entrado Coniglio, que disparó flojito para que atrapara Munir. Tras esa, los tinerfeños rozaron el 1-0 tras un saque de esquina que Adrián sacó en línea de gol. Fue un poco antes de esa acción cuando Ontiveros entró al campo por Pacheco. El marbellí volvía tras su lesión y mostró que sigue teniendo esa capacidad para agitar el partido. Su primera aparición fue un disparo fortísimo en estático desde 30 metros que rozó el larguero.

En último cuarto de hora pudo decantar el partido para cualquier lado de la balanza. Munir sacó dos manos prodigiosas: la primera a un testarazo tras un córner y la segunda para quitarle a Malbasic su propio rechace. Ontiveros tuvo la última clara para el Málaga con una de las suyas, regate en una baldosa y disparo que saca Hernández. El punto, quizá, fue lo que merecieron ambos equipos.

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