Dani Toribio y su etapa en el Málaga CF: Devoción por Muñiz, Weligton en la habitación y sub 21
El ex malaguista, que con 35 años juega aún en Andorra, jugó 21 partidos en Primera y ayudó a consolidar al equipo en la élite
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Dani Toribio (Girona, 1988) fue uno de esos jugadores que en un Málaga CF de entreguerras y con escasísimos recursos económicos en medio de la ley concursal ayudó a consolidar en Primera División a la entidad de Martiricos de la mano de Juan Ramón López Muñiz, hasta ser internacional sub 21. Llegó desde la cantera del Barça, donde había aprendido de Guardiola y compartido equipo con Busquets tras crecer entrenando con Piqué, Messi y Cesc. Sigue jugando al fútbol en el FC Santa Coloma de Andorra a sus 35 años.
En una entrevista en Relevo, Toribio hace repaso a su carrera y a su etapa en el Málaga, de la que destaca a Muñiz. "Guardiola me abrió un mundo que desconocía. Pasaba lo que él decía. Esa sensación sólo la volví a tener con dos entrenadores. Lo conseguí con Muñiz, quien me hizo debutar en Primera en el Málaga, y con el de ahora, Fede Bessone", reconoce Toribio, que ahondaba en su etapa en Málaga: "Fue un inicio duro, salía primera vez de casa. Salía llorando las primeras veces en el coche. Mis padres me acompañaban, es para hacerles un monumento. El primer partido con el filial recibo un golpe en el ojo, se me dilata la pupila, me desvían el tabique nasal y me dicen que tendré complicada la visibilidad. Pensaba que mi sueño se truncaba. Fui a un oftalmólogo importante, pero me pidió calma porque esto tenía un periodo… Yo, que soy un loco y quería llegar a Primera, seguía entrenando con un parche. Enviaban las pruebas a Estados Unidos para ver la graduación de mi vista. Se portó genial el oftalmólogo. Muñiz me llamó para entrenar con el primer equipo y yo veía borroso. Mi padre me dijo que no me presionara, que si no podía, volvería a casa. Mejoro, hago una semana genial y me dijeron de quedarme en el primer equipo".
"La semana del debut jugamos contra el Real Madrid", rememora el centrocampista: "Me ponen con Weligton en la habitación. Ya sabía que sería titular y él no me lo dijo. Me veo de inicio, creía que no lo había escuchado bien. El primer balón que toco, la tiro fuera. El campo lleno, no escuchaba nada. Pensaba, cómo la liaré. La segunda, casi la sacó del estadio, y pensé que se acababa mi carrera. Muñiz me dijo que disfrutara, que no tendría más oportunidades… luego hice el partido de mi vida y llegué la Selección sub 21", que jugó 21 partidos en Primera y fue citado por la selección antes de emprender un paso por Villarreal, Murcia, Alavés, Alcorcón (de nuevo con Muñiz) y Racing antes de bajar el escalón de Segunda y hacerlo en Extremadura, Lleida y ahora en Andorra.
"Muñiz dio con mi tecla, por eso los entrenadores son importantes. Esos entrenadores que tienen 12 o 13 jugadores o que dan a entender que no jugarás más, no los entenderé nunca. Cuando tienes un gran vestuario vienen grandes éxitos. Si hay roces… Plantillas grandes, cuerpos técnicos enormes… Es preferible menos y de calidad. En Murcia quedamos segundos y jugamos playoff con 18 jugadores y cuatro personas en el cuerpo técnico. En plantillas cortas, sabes que en algún momento vas a jugar… En Villarreal teníamos 15 personas en el cuerpo técnico, con muchos de ellos nunca tuve una conversación individual. Para mí no tiene sentido", cerraba el jugador catalán.
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