Yanis Rahmani o Lago Junior más un lateral derecho

La coyuntura del Málaga no es la ideal para salir al mercado, pero es necesario añadir varias piezas al equipo en invierno para apuntalar un edificio que está en ruinas. Hay que trabajar desde ya aunque ni está claro que Manolo Gaspar siga siendo mucho tiempo el director deportivo ni tampoco se puede garantizar al 100% que Pepe Mel prosiga su trayectoria en Málaga si la permanencia se sigue alejando al ritmo de las últimas jornadas.

Pero sólo queda trabajar e intentar adelantar deberes. Hay varios frentes abiertos. A día de hoy parece que todas las líneas flaquean, de la portería a la delantera. Es el todo lo que funciona mal, pero se considera que, lógicamente, hay piezas aprovechables. Y, además, no se puede cambiar a 20 jugadores. Así que se intenta afilar el disparo.

Jugadores ojugadores de banda ofensivos y un lateral derecho. Son las prioridades en el rastreo del mercado ahora del Málaga ahora mismo. Se estima que falta velocidad, capacidad de ir al espacio e ida y vuelta y verticalidad con piernas. Los dos nombres que más gustan están claros en el aspecto ofensivo. El primero es Yanis Rahmani, al que guiñaba Pepe Mel antes del duelo ante el Eibar. Dejó un recuerdo bastante grato en La Rosaleda en la temporada 2020/21, en la que estuvo cedido por el Almería. No pudo disfrutar del público y de la conexión con la grada porque fue la temporada que se jugó sin espectadores a causa de la pandemia. Pero es una operación con aristas y que exige una inversión muy alta para el Málaga, sobre todo porque no es sólo es parche.

La otra opción de banda es Lago Junior, de la que ya se informaba también la semana pasada. El costamarfileño fue prioridad en verano, pero no pudo concretarse la operación tras varios buenos partidos de pretemporada con el Mallorca que hicieron que Javier Aguirre le retuviera. En este largo previo al mercado para los equipos de Primera por el Mundial puede haber movimientos.

En cuanto al lateral derecho, las distintas opciones que había se han ido difuminando. Ni la principal, Juanfran, ni los teóricos comodines, Bustinza y Ramalho. Los dos fichajes han estado perseguidos por problemas físicos y su rendimiento, como el del primero, ha sido bastante decepcionante en estos primeros meses cuando debían ser, sobre el papel, jugadores de referencia por jerarquía. Por ahí van los tiros en estos compases, a más de un mes de que se pueda inscribir de nuevo a fichajes en LaLiga. Pero antes hay que llegar vivos a esa frontera.