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Yasmin Al Sahoud, otra voz contra Al-Thani

Fue la primera directora general del Málaga de la mano del jeque

Yasmin Al Sahoud, Abdullah Ghubn y Al-Thani.
Yasmin Al Sahoud, Abdullah Ghubn y Al-Thani. / M. G.
R. D.

26 de septiembre 2019 - 17:44

Con la llegada de Abdullah Al-Thani al Málaga Abdullah Al-ThaniMálaga en el verano de 2009, también desembarcaron en la entidad una serie de personas hasta el momento desconocidas para ocupar diversos cargos en el club de Martiricos. Ahí entra Yasmin Al Sahoud, primera directora general con el jeque como propietario aunque de manera efímera. Fue despedida por Abdullah Ghubn, en un episodio que parecía aislado pero que ha terminado por ser casi una costumbre, el baile de cargos y asesores. La ejecutiva reaparece en escena para mostrar también su oposición a la manera de proceder del sheikh.

"Han pasado algunas cosas buenas y otras, no tanto. Siempre sigo al Málaga de cerca, algunas noticias me alegran, pero últimamente no. Cuando llegué no me esperaba todo esto, pero cuando me fui dije públicamente que sí esperaba este tema, incluso pensaba que llegaría antes. Demasiado ha durado. Según la gestión que vi en su día, era plausible", comenzó Al Sahoud en una entrevista concedida a SER Deportivos Málaga, que conoce de cerca a Al-Thani: "Esto no tiene nada que ver con la idiosincrasia árabe, sino con la personalidad del presidente, su capacidad de gestión, que delega pero no delega. Luego culpa a terceras personas. Él tiene siempre la última palabra y cuando no tienes una buena gestión, pues se perjudica la empresa. Viendo cómo funcionaba, no me sorprende demasiado".

La abogada siguió tratando de explicar cómo es el jeque: "Yo no creo que pase del club, sino que no es realista con lo que está pasando y no es capaz de afrontar el problema. Si lo va a arreglar o no lo va arreglar... Yo espero que entre en razón y tome cartas en el asunto. Yo que va a pasar no lo sé, pero me preocupa mucho. No me extrañaría nada que no lo hiciera, que tengan que venir terceras personas o las instituciones a forzarle un poco y tomar medidas". Sobre la posible intervención política desde Doha, es prudente: "Catar es un país que tiene bastante en cuenta su imagen fuera y que tiene un Mundial. No me extrañaría que echara una mano para intentar ayudar en la situación del Málaga. Pero tampoco el Emir de Catar responsable de todas las acciones particulares y privadas de su familia. Los Al-Thani son casi 2.000 personas. Yo no veo que vaya a ocurrir eso con facilidad. Sería una buena solución, pero si intervienen igual el presidente tiene que transigir y ser un poco más flexible".

Recuerda Al Sahoud su situación personal y su experiencia dentro de la entidad de La Rosaleda: "Cuando entró, la película que se nos contó fue diferente. Entiendo que me pasó lo mismo que a todo el mundo en relación con el Málaga, que nos creímos una historia muy bonita, un sueño muy bueno, llegar a la Champions, lo que se iba a invertir en el club... Cuando empezamos a ver cómo iba la gestión o cómo funcionaban las cosas, cómo no cumplía muchas veces con lo que decía... había cosas extrañas y vimos que nos podía perjudicar, a mí la primera. Tampoco transigí nunca con eso, de hecho, mis enfrentamientos fueron casi desde el primer día. Tuve un poco más de paciencia y aguanté algo más, pero al final todo el mundo llega a la misma situación y a la misma conclusión. Desde el primer día se veía que la gestión brillaba por su ausencia. Lo primero que hice cuando llegué fue realizar un plan de viabilidad. Ni se escuchó ni nunca se puso en práctica. Se atendía a otra metodología. Todos los que han venido detrás de mí han intentado lo mismo sin ningún éxito".

Repite que Al-Thani es un personaje complicado en las distancias cortas: "Vuelvo a recalcar que el problema es que no se dejan asesorar bien y hacen las cosas a su manera, que no es lo más ortodoxo con una empresa, con una empresa deportiva. Veo que no piensan en el Málaga a largo plazo. Falta planificación. No hacen caso a la gente que les asesora. Es más fácil decir que alguien les engañó como dijeron de mí. No tiene sentido".

Se despidió con un mensaje no muy optimista: "La única solución viable es que traspase el club a alguien o acepte ayuda, que delegue en alguien que vele por sus intereses y por los del club. Incluso que el Málaga consiguiera salir de la situación en la que está, que en el pasado también ha estado en situaciones delicadas y al final de una manera u otra salía adelante, si sigue aquí puede que vuelve a pasar esto de nuevo. Son demasiados altibajos para un club que necesita estabilidad y entrar en una etapa de mayor proyección a largo plazo. Me gustaría pensar que va a venir la solución externamente".

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