De administrador a José María

La jueza apartó hace un año a los Al-Thani y puso el Málaga CF en manos de un desconocido sin experiencia que ha resultado clave para la supervivencia de la entidad

Las fotos del primer día en La Rosaleda del administrador José María Muñoz Jiménez
Foto del primer día en La Rosaleda del administrador José María Muñoz Jiménez / Javier Albiñana

Del 23 de enero de 2020 la Policía Judicial entró por las puertas de La Rosaleda. El 19 de febrero la jueza Ruiz González apartó con todas las de la ley a los Al-Thani del Málaga para nombrar un administrador judicial. El 21 de febrero aparecía por el estadio de La Rosaleda escoltado por su equipo de trabajo José María Muñoz Jiménez. Sin estas decisiones es más que posible que el club hubiese desaparecido. Pero un año da para mucho si se trabaja en buena dirección y no cabe duda de que le ha cundido al abogado y economista malagueño.

La cuestión es que no sólo era importante alejar a los anteriores gestores del Málaga para evitar el descalabro inminente, también alguien con capacidad de tomar las riendas de la sociedad y someterla a un tratamiento de choque. Su alías era entonces "el administrador", a veces con la coletilla de judicial. Pero poco a poco, a base de arduo trabajo y de saber ganarse a los trabajadores del club, se convirtió en José María. Una figura capaz de imponer respeto, pero que traía consigo una cercanía que se echaba en falta en el día a día.

El Málaga, no se puede olvidar, tenía ya como director general al norteamericano Richard Shaheen, el nuevo hombre de confianza del jeque Al-Thani y que no era más que un liquidador sin el más mínimo tacto ni conocimiento del medio, cuya gestión se redujo a despidos que le costaron mucho dinero al club (y en su mayoría injustificables y que obedecían a cuitas personales) y a fanfarronear públicamente de operaciones en las que no había tenido nada que ver.

Cuando José María Muñoz decidió su inmediata salida de Martiricos, Shaheen tenía entre manos la contratación de un nuevo director deportivo y un nuevo entrenador. Difícil situarse en un lugar a día de hoy pese a que no han pasado más que 12 meses, donde no aparecieran Manolo Gaspar y Sergio Pellicer.

Llegados a este punto de 2021, Muñoz cuadra el círculo asentando en su cargo a Manolo Gaspar y dándole tiempo para trabajar en el proyecto hasta 2023. Una muestra de confianza en el director deportivo y que refuerza los pilares básicos del Málaga actual, austero pero consciente de sí mismo, con identidad y un plan de vuelo.

Ahora el administrador recoge frutos y goza del favor de la mayoría de la opinión pública, pero eso no quita que haya tenido que tomar decisiones drásticas en este tiempo. También hay que añadir que todo se desarrollaba con la pandemia a punto de estallar con el consiguiente Estado de Alarma y confinamiento. Aun así, apoyado en los cargos de la parcela deportiva, acometió el traspaso de Antoñín al Granada por 1,5 millones de euros.

Al-Thani y Shaheen no se quedaron parados y trataron de atacar al administrador y algunas figuras del club mediante continuos torpedos en juzgados y medios de comunicación. Todas esas acometidas quedaron en nada y del prestigioso bufete de abogados no queda rastro, como tampoco del gabinete de comunicación que escribía a su dictado.

José María Muñoz parceló el club en cuatro áreas fundamentales y puso en marcha un Expediente de Regulación de Empleo a los trabajadores del club. Resultó muy doloroso, pero no se quedó ahí y también ejecutó otro sobre la plantilla, sentando un precedente histórico en el fútbol español. Un trabajo de una precisión elaborada y que por momentos parecía que llevaría a descarrilar al Málaga, que no sabía si llegaría a poder disputar la primera jornada liguera.

Una vez superado el suspense con sudor y lágrimas, el Málaga comenzó a carburar deportivamente por encima de lo esperado pese a contar con un Salario Liga mínimo. También ha ganado credibilidad ante LaLiga y ha conseguido que se reanuden los trabajos en la ciudad deportiva de Arraijanal.

Con todo, durante todo el proceso de metamorfosis del Málaga quizás los hechos más relevantes para que la salida de los Al-Thani sea definitiva está en el embargo de sus bienes y acciones. De paso, consiguió el control de la sociedad que compartía con BlueBay, permitiéndole de momento un mayor radio de acción a la espera de la sentencia firme que da la razón a la hotelera en su batalla paralela con el catarí.

En este año José María Muñoz ha comparecido en sendas conferencias de prensa para explicar ciertas cuestiones y responder a dudas que estaban en el aire. Sería de esperar que pronto volviese a sentarse en la sala de prensa de La Rosaleda. El administrador seguirá al frente de la entidad sine die hasta que el caso desatado por la querella que presentó la APA llegue a su fin. Su gestión, de momento, no parece contar con muchos lunares, si bien quizás se ha expuesto mediáticamente tanto en el palco como en actos públicos relativos al club más de lo que corresponde a su papel. Cabe recordar que no es un presidente, accionista o directivo, sino un administrador judicial. Aunque se ha ganado que le conozcan como José María.

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