La anécdota y el fracaso
La victoria del Málaga ante la Real Sociedad no deja de ser una de esas curiosidades que tiene el fútbol
La afición dictó sentecia el domingo
Adrián y En-Nesyri son de lo mejor de un equipo que se va a Segunda
Creo que lo del partido en La Rosaleda es una anécdota más en una temporada de fracaso. No se explica cómo este equipo se merienda a La Real Sociedad en el estado de gracia en el que andaba sumergido, los de Imanol Alguacil estaban imparables, pero salieron sin hambre cuando tienen la Europa League al alcance de la mano.
La Rosaleda dictaba sentencia y quería cobrarse mucho de los apuros que pasará a partir de agosto. Los jugadores han sido en su mayoría responsables. Quitando momentos puntuales, para mí ha sido cuestión de capacidad más que de actitud. Solamente tenemos una plantilla comparable a la que tiene Las Palmas, que casualmente también anda sumergido en el desastre y es penúltimo en la tabla.
Pero cuando no hay presión por ambas partes, puede pasar de todo: Adrián González y Youssef En-Nesyri enchufaron las primeras ocasiones del partido. En el caso del centrocampista madrileño, Adrián está acabando muy bien la temporada y el delantero marroquí siempre tiene hambre, independientemente del resultado de sus acciones.
La Real Sociedad se conformó con dominar el partido de cabo a rabo pero sin llevar ningún peligro a la meta de Roberto, de hecho el primer disparo entre palos se produjo al final. Curiosamente, los futbolistas de la Real no hicieron ni una falta.
El Málaga, bien replegado, vivió cómodo aunque de fondo la grada dictara sentencia. La del pasado domingo fue de las pocas veces en toda la temporada que a los de Martiricos le sonreía la suerte. Claramente, ya es demasiado tarde.
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