Un ángel de Camerún

Carlos Kameni no deja indiferente, suele generar disparidad de opiniones. En el malaguismo tiene más gente que le aliente que detractores. Actuaciones descomunales como la de ayer en el Camp Nou le hacen fortalecerse en el santoral blanquiazul de porteros. Del Camp Nou había salido batido todo portero rival desde el 21 de febrero de 2015. ¿Recuerdan aquel día? Seguro. Venció el Málaga 0-1, aquel gol de Juanmi histórico, justamente a pase del camerunés. Ayer picó menos el Málaga, aunque Juan Carlos la tuviera en la segunda mitad. Kameni sostuvo al equipo. Al principio, sacando sendas manos providenciales a Rafinha y a Piqué en la primera mitad.

El recital llegaría en la segunda, cuando amargó a todo culé que le retó. Acabó discutiendo con Piqué. Le dejó una vez la pierna Kameni y el catalán el codo. Pero su momento culminante, muy Kameni, llegó cuando el partido agonizaba. Dudó en una salida, se quedó a medio camino. Precisamente Piqué cabeceó y el balón le quedó franco a Neymar, sin portero. Sólo se veía portería y, de la nada, como un gato llegó Kameni para sacar con la mano primero y con los pies después. Fue la cara del partido, la del sufrimiento, la del estajanovismo. La de ese punto que sabe mejor que nunca de este Málaga matagigantes, que se le atraganta a los equipos grandes.

"Ha sido muy difícil, estoy reventado porque jugar ante el Barcelona te exige mucho, es un partido muy táctico y físico. Te cansa mucho. Gracias al trabajo que hemos realizado todo el Málaga hemos sacado un punto, es mérito de todos. Ha sido de chapeau", decía Kameni, que explicaba la parada final a Neymar que resultó inverosímil. "Es una salida en la que voy a buscar arriba. Piqué llega de cabeza y me descuadra, pero para mí hasta que no toca la red no es gol, fui a muerte, gracias a Dios la saqué. El portero intenta parar como sea. Cojo o no. Tocaba ir a muerte en cada jugada. Había que salir con la portería a cero.

"Es una lástima, noté un pinchazo, espero que no sea nada grave", explicó sobre su lesión en el muslo, por la que debió ser atendido: "Lo más importante es descansar para el partido del sábado ante el Deportivo. Podemos perder tiempo de cualquier manera, pero si me tiro al suelo es por algo, con el cuerpo no se bromea. Es normal que queramos ganar, Piqué lo aceptó con mucha deportividad".

"Con la expulsión hemos sufrido más. Si con 11 crean peligro, imagínate con 10. Hemos sido solidarios, hemos ayudado al compañero, es fútbol en equipo. Veníamos con 6-7 lesionados que se quedaron en Málaga. El año pasado jugaron todos, también Messi, y tampoco les fue fácil", prosiguió Kameni, que lanzó un capote a los colegiados: "Son humanos, la equivocación puede estar ahí".