Antonio de la Torre: "Nunca he sentido un malaguismo tan fuerte como ahora"
"Yo sigo al Málaga a tope, cuanto más se hunde el Málaga más malaguista me siento, es la paradoja y la grandeza del fútbol", explica el ilustre actor malagueño, antes periodista deportivo
"El penalti que mete Roberto no lo metió, por ejemplo, Rubén Castro el año pasado contra el Huesca"
Su anuncio en la campaña de abonados
Antonio de la Torre, ahora actor reputadísimo y antes periodista deportivo, es uno de malagueños famosos que hace activismo con el Málaga allá donde va. Este año protagonizó junto a Salvador Reina el anuncio de la campaña de abonados del club, en la que se podía ver un vídeo titulado "Lo difícil". "No es fácil irse, pero más difícil es pedirte que te quedes", se decía. Y ahora el que se quedó y los que han llegado están disfrutando del viaje.
De la Torre estuvo en el programa El Pelotazo de Canal Sur y habló de cómo verá el partido mientras rueda y cómo es su sentimiento con el partido del sábado y todo lo que está viviendo la ciudad. "Este sábado tengo ensayo, estoy en una peli que hago de buzo, a ver si no me ahogo. Rodamos a partir del lunes en unas secuencias en Alicante. Creo que a la hora del partido estaré fuera del agua y podré verlo. Se va a sufrir seguro, estoy ya sufriendo, tiene toda la mala pinta del mundo, el escenario es infernal. Al Nàstic ya le hemos visto, dicho con el cariño, ese puntito marrullero que sufrió el Ceuta. Esa espada de Damocles que está ahí, si ellos marcan un gol estamos fuera, es jodida, pero en esta ruleta rusa en la que vive el club desde que se desinfló el globo de los Al-Thani a ver qué ocurre...", decía el malagueño como declaración de intenciones.
"El Málaga define muy bien al fútbol en general como sentimiento de adhesión, de una manera irracional. La realidad es que el Málaga es propiedad de un jeque que no sabemos muy bien qué hace, qué piensa o a qué se dedica. Pero, al mismo tiempo, tengo ya una edad y sí, vimos la época de la Champions, pero nunca he sentido un malaguismo tan fuerte como ahora. Es muy curioso y define este deporte. A mí me han preguntado muchas veces que por qué me gusta tanto el fútbol y no lo puedo explicar. Quizá sólo si has sido niño y lo has jugado, como es mi caso, lo puedes entender algo mejor. Emocionalmente hay un sentimiento muy grande, de mucho orgullo y necesidad, pero los futbolistas van a salir a jugar y al final tengo una vibra extraña, una mezcla de ilusión y también consciente de que el Málaga es lo que es, un club intervenido. La realidad es que el fútbol de quien sale a jugar. Tengo el sueño de pasar, pero soy consciente de que será muy, muy difícil", desarrollaba el premiado actor malagueño, que sigue plenamente al día lo que ocurre en cada partido: "En mi círculo yo decía que prefería al Nàstic, porque el Ceuta nos pintó la cara en el Murube 3-2 y empató y gracias en La Rosaleda. Yo sigo al Málaga a tope, cuanto más se hunde el Málaga más malaguista me siento, es la paradoja y la grandeza del fútbol. Me parece mejor el Ceuta que el Nàstic. Ojalá me equivoque, hago un análisis pesimista porque tenemos dos caras, ponemos la cara perdedora como una especie de trampa que nos hacemos nosotros mismos para alegrarnos más después. Ojalá también suba el Córdoba el domingo, pero cuidado, porque son partidos traicioneros. Los play off son muy puñeteros. Si el Málaga aguanta la presión, la salida en tromba del Nàstic y se adelante, sería más fácil de gestionar".
"Me gustaría ver el partido con mi padre y mi hermano mayor, que ya no están. Soy malaguista por mí mismo. Éramos del Madrid, mi familia, como ese de ser provincias y tener que ser de un equipo grande, pero me acuerdo de un partido que jugó el Málaga contra el Madrid y se adelantaron ellos y yo no tenía muy claro de si éramos de uno o de otro. El caso es que el Málaga de Fernando Rodríguez marcó dos goles y remontó y ganó. Y recuerdo que mi padre lo celebró increíble y yo con él. Y aquel día descubrí que era malaguista, que mi padre lo era y que yo también. Ante todo y por encima de todo, del Málaga", se emociona De la Torre, que ha estudiado opciones para ir a Tarragona y ver el partido in situ: "He mirado ir desde Alicante, donde estoy ahora, a Tarragona. Son cuatro horas en coche, si fuera Tom Cruise igual me pillaba un jet privado... Pero tengo que estar hasta por la tarde con los ensayos de buzo".
Acerca de cómo vive los partidos, De la Torre explicaba que "cuando te dedicas a actuar a veces de manera inconsciente tienes que tomar consciencia. Uno de los primeros ejercicios típicos de cualquier escuela de teatro es salir y afeitarte. Y la peña hace cosas rarísimas porque en la vida normal no nos observamos. Como actor debes aprender de eso. Hablo, comento, lo normal, pego gritos. Desgraciadamente no puedo ir apenas a La Rosaleda. Lo veo en el móvil, lo veo solo y algunas veces con mi hijo Daniel. Y otras veces con algunos whatsapps, algunos periodistas, que comentamos cómo lo vemos. La vena periodística me sale por ahí en el whatsapp. El otro día me pilló en Huelva y lo vi con mi hijo Dani y lo disfrutamos mucho. Creo que el árbitro pita el segundo penalti a Galilea porque no pitó el primero a Roberto, que era clarísimo. Es muy ilusionante que Roberto, un chaval muy joven, marcara ese penalti. Me acordé de aquella tanda de cuartos de final de la Eurocopa de 2008 contra Italia. Recuerdo que marcó Cesc Fábregas y fue como eso de decir que seguro que nos elimina Italia, cómo le íbamos a ganar en cuartos... Pero un día la historia cambia, la historia no está escrita. Aquel día, con 20 años, hace así a Buffon, por aquí y por allí... Salvando las distancias vi que Roberto, que es un pedazo de jugador, tiene ese punto, le tengo fe. El penalti ese no lo metió, por ejemplo, Rubén Castro el año pasado contra el Huesca. Es fútbol ficción, pero igual si ese penalti lo marcamos a lo mejor no descendemos. Un gran profesional, un goleador tremendo, con experiencia con sus 40 años... pero lo falló. Y Roberto, el penalti de su vida, lo marcó. Hay un punto de alegría que me hace ser optimista".
"Es una tentación de frike recoger un Goya con la camiseta del Málaga, pero creo que puedo homenajear al Málaga de otra manera. ¿Qué le diré a mi hijo si perdemos? Pues que la vida es así, unas veces se gana y otras si pierde. La vida tiene felicidad y dolor. Es difícil explicárselo a un niño, pero es la realidad. La vida es así, triunfos y derrotas, certezas y dudas y el fútbol es un reflejo de la vida", resume Antonio de la Torre, un malaguista más que sufrirá este sábado viendo a su equipo.
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