Antoñito Cordero, su presente y su futuro: "Lo que tenga que pasar, que pase"

Antoñito Cordero ha bajado su protagonismo en el último mes y medio con el Málaga CF. Son altibajos lógicos en un adolescente que acaba de alcanzar la mayoría de edad. Ha estado un par de veces con la selección española sub 19, lo que le hizo perderse un par de partidos, como a Aaron Ochoa por su estancia con Irlanda. La última titularidad del jerezano, que había enlazado previamente varios 90 minutos jugados con tres goles y tres asistencias en el primer mes y medio de competición, fue en Tenerife, el 24 de octubre. Desde entonces, su máxima participación fue el pasado domingo en Castellón, cuando relevó en el descanso a Rahmani, son seis partidos sin posar en la foto inicial.

De fondo está el inevitable runrún sobre su futuro. Acaba contrato en el próximo mes de junio y en pocas semanas ya estaría habilitado para firmar por otro club, desde el 1 de enero. Ha habido algunas interferencias en la relación entre el entorno del jugador y el club. Cambió de agente el pasado verano y ahora lo lleva Pini Zahavi, uno de los peces gordos en el mercado internacional. Uno de sus socios estuvo en Kosovo visitando al jugador en la primera ronda del Europeo sub 19. No hay relación entre esta indefinición y su bajada en tiempo de juego. El club no ha contemplado medidas de presión con el futbolista. Y si algo es Pellicer es justo a la hora de premiar trabajo y rendimiento. El director deportivo, Loren Juarros, alberga aún esperanzas en que se pueda firmar su renovación aunque el panorama sea complicado. Pero ahora la sartén la tienen por el mango los agentes del jugador.

Antoñito Cordero fue uno de los premiados por la APDM por este 2024. Ocurra lo que ocurra, Cordero es historia del Málaga por lo que ocurrió en Tarragona a mediados de junio. “Todas las noches veo el gol del ascenso un par de veces en la cama antes de dormir. Va pasando el tiempo y me doy cuenta lo que hicimos todos, que fue una locura”, comentaba emocionado el jerezano cuando recibió el premio a la Proyección Deportiva.

A continuación era cuestionado por lo que podía suceder con su futuro. “Yo ahora mismo estoy en el Málaga. Intento disfrutar cada día, rodeado de mis compañeros y del mister, que confía mucho en mí. A disfrutar del momento, luego ya se verá y lo que tenga que pasar que pase”, respondía el delantero malaguista. No había hablado públicamente Cordero desde que empezó la temporada, el club tiene cortadas las entrevistas por la situación contractual con la que está y por su edad, tampoco Izan, que sólo hizo tras su renovación, y Ochoa hablan aún de manera personalizada. Era una situación un tanto embarazosa da la que el delantero escapó como bien pudo.

El vestuario intenta arropar a Antoñito Cordero. Es un chaval querido, con un talento especial, pero los veteranos han visto a muchos, algunos en canteras del máximo nivel, que prometían no consolidarse después. En Málaga tiene un estatus ganado en año y medio y posibilidad de seguir creciendo, un camino expedito que en otro club debería de ganarse. Se pide un esfuerzo económico importante al club, que seguramente no actuó con la diligencia debida aunque por medio hubo el cambio de agente que dilató la operación, y hay disposición a hacerlo. Aunque la impresión sea que Antoñito puede estar en sus últimos meses como malaguista, en Martiricos aún no se ha perdido la fe y se sigue haciendo trabajo sordo para conseguirlo.