Apoteosis en el aeropuerto: Más de 5.000 personas reciben casi al amanecer al Málaga CF

Una madrugada en la que muchos malagueños no durmieron. Si decenas de miles de personas salieron a la calle a celebrar el ascenso del Málaga CF a Segunda División, con una invasión del centro, desde la Fuente de las Tres Gracias hasta la Plaza de la Constitución con un pasacalles por el túnel de la Alcazaba para bajar por Calle Granada para rebotar después del añito en el infierno en Primera RFEF, el colofón fue el apoteósico recibimiento al equipo en el aeropuerto. Bien pasadas las 5:30 de la mañana salían los jugadores después de recoger sus maletas. La Policía Nacional valoró que había un riesgo serio de seguridad con posibilidad de avalancha y optó por que los jugadores salieran para evitar un contacto directo con los aficionados, como sí pudo haber en la salida. Según la Policía había más de 5.000 personas en la puerta de salidas del aeropuerto y sus aledaños y era inviable garantizar la integridad de los héroes de Tarragona y también de los propios aficionados.

Habían sido unas horas previas tremendas. Desde las dos de la mañana estaba atestado ya el Pablo Ruiz Picasso, con creciente afluencia desde la fiesta del auditorio y el posterior paso por el centro. Miles de chavales y chavales vistiendo la camiseta blanquiazul y agitando bufandas y banderas. Cánticos de todo tipo. El himno en bucle, la Gitana Loca, el "Oh, Málaga", la versión del "Será porque te amo", "Una pasión dentro de mí..." y así durante más de tres horas. No dejaba de acudir gente. A través de las redes sociales y de las páginas especializadas en vuelos se seguía la trayectoria del equipo, volando desde Cataluña rumbo a casa. Un grupo de chavales malaguistas, la mitad criados en la cantera o malagueño, que ha insuflado sangre blanquiazul al resto. Estaban todos ansiosos por mezclarse con los seguidores, pero la policía montó un cordón de seguridad para no poner en riesgo a nadie. Hubo cierta desilusión entre los seguidores que se habían quedado sin dormir. No impidió que los jugadores botaran y cantaran con esa cierta distancia con sus seguidores y sus familias al lado después de cargar sus cosas en el autobús.

Un rato después, casi a las 6:00 de la mañana, ya casi amaneciendo, el bus partía rumbo a La Rosaleda, donde ya cada jugador cogería sus vehículos para descansar. Escoltado por las cuerpos y fuerzas de seguridad, marcando una distancia para que el autocar pasara, de manera parecida a los recibimientos del equipo en La Rosaleda, los héroes de Tarragona marchaban a descansar a casa, igual que los aficionados. Este domingo tenían una cita, más multitudinaria aún. La ocasión bien lo merece. El Málaga siempre vuelve.

El plan del domingo

Los héroes de Tarragona están citados en La Rosaleda este domingo 23 de junio, con poco descanso, porque el equipo llegará a Málaga bien entrada la madrugada, a eso de las 17:45 horas, una agenda que luego da a retrasos, pero el horario marcado es ese. Autobús descapotable para ya iniciar los diferentes compromisos, vuelta de honor por las calles de la ciudad con una primera parada en la Iglesia de San Pablo en La Trinidad (18:15 horas), donde espera el Cautivo, muchos jugadores se encomendaron al Señor de Málaga para dar ese poder hacia el ascenso, y vaya que si se proporcionó, con una remontada imposible en la prórroga donde no había un clavo al que agarrarse. Un día complejo en la ciudad al ser noche de San Juan, con equipos de seguridad repartidos por toda la ciudad, pero existía esa previsión.

Tras el Cautivo, el autobús dirigirá al Málaga CF a la Diputación, en la Avenida del Pacífico (19:00 horas la cita). Después, al Ayuntamiento de Málaga, que no viajó a Tarragona, pero sí siguió el ascenso desde Cortijo de Torres. Un poco antes de las 20:00 horas, con discursos en el balcón principal del consistorio, ese que no se toca desde hace ya muchos años. Divina Pastora en la Victoria, ofrenda floral, con capitán y entrenador, y ese paseillo que es largo, seguro que con miles de malaguistas alrededor de la basílica. Para finalizar, cena de conjura y de fin de curso.