Visto y Oído
Emperatriz
El Málaga sigue mostrando que sus grandes problemas son las áreas, donde al final se termina decidiendo todo y donde la justicia tiene su propio libreto. El empate ante el Cartagena viene a confirmarlo. Incluso haciendo un encuentro de lo más solvente en líneas generales, los blanquiazules continúan sin romper la tendencia.
Los de Natxo González salieron bien ante el Cartagena y tuvieron una llegada que Vadillo no vio claro el disparo y trató de buscar un penalti fingido. Al menos, el Málaga salía con otros aires al césped, tratando de mandar y acorralar al adversario. Es verdad que los murcianos anduvieron cerca de hacer el 0-1 (de hecho, Álex Gallar finalizó y fue el VAR quien lo corrigió) en una clásica acción defensiva de los malacitanos. La falta de Rubén Castro sobre Javi Jiménez ayudó.
A partir de ese momento, Dani Barrio no tuvo que ensuciar prácticamente los guantes. Hubo más concentración, nervio y solidaridad, algunos de los elementos innegociables del mejor Málaga que se ha visto este curso. Al portero asturiano no le tiraron entre los tres palos (hubo otro gol anulado a Rubén Castro por claro fuera de juego). El único fue el de la chilena de Okazaki que se tradujo en un 1-1 que supo a derrota de las duras.
Apenas había cometido errores el Málaga defensivamente y los que hubo se solucionaron. Pero se sigue demostrando que en Segunda División cada minuto de partido es relevante.
También tiene mucho de significativo que lo marque Okazaki. Más allá de la anécdota, no deja de ser un recurso del Cartagena, que ya había empleado a buenos futbolistas. Sea el japonés, Castro u otro, tienen gol. El Málaga, sin embargo, tuvo que generar muchas acciones para conseguir un solitario tanto que además bebe del balón parado.
Nada que objetar a cómo se desmarcó Brandon Thomas, que lo hizo todo bien en el 1-0, servido por Vadillo. Pero aun así le cuesta bastante marcar. Dispuso de alguna ocasión que otra, pero sigue sin ser un nueve puro. Y con todo, es el máximo artillero en lo que va de temporada de este Málaga, que tuvo tres goles claros antes del primero y único que acertó.
Vuelta a las áreas. Marc Martínez, portero del Cartagena, realizó tres paradas de gol a disparos casi consecutivos de Jairo Samperio y Jozabed y unos minutos después, de Aleix Febas. Aun así, el Málaga rozó el triunfo, algo que hacía semanas que no sentía.
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