El campeón quiere más

Málaga/El Málaga juvenil madrugará hoy para volver a poner en juego su corona, esa que forjó y se colocó en la testa la pasada temporada en Vera. La Copa de Campeones es el premio a otra temporada para enmarcar de una plantilla renovada y jovencísima que han ido maleando Pellicer, José Luis Schneider, Manuel Sánchez y ahora Dely Valdés durante los últimos ocho meses. 18 jugadores equilibrados, con diferentes aristas que conforman un bloque sólido.

La primera parada es en la localidad pontevedresa de Portonovo, donde se medirán al Fútbol Club Barcelona en el Campo de Baltar a las 10:00 horas -encuentro que se podrá seguir en abierto por Gol-. Quizá, el rival más competente de las siete posibilidades que deparaba el sorteo. También el más motivador. Osasuna-Celta de Vigo, Atlético de Madrid-Real Madrid y Las Palmas-Villarreal son las otras tres eliminatorias de estos cuartos de final de la XXIII edición de la Copa de Campeones.

Los pupilos de Dely Valdés llevan desde el pasado viernes concentrados en Galicia. Preparando y midiendo cada detalle que esté a su alcance para afrontar de tú a tú los 90 minutos de cuartos de final ante los catalanes. El cuerpo técnico ha intercalado entrenamientos matinales físico-tácticos y sesiones de vídeo en las que analizan e interiorizan querencias de algunos de los jugadores más destacados de los blaugranas, como por ejemplo, el caso del hispanocongoleño Jordi Mboula, talentoso extremo.

La Masía, presupuestariamente a años luz de La Academia, goza de un plantel muy técnico y que ya coquetea en algunos casos con el filial blaugrana, ya campeón del grupo tercero de Segunda División B y claro candidato al ascenso a Segunda. Son los casos del mencionado Mboula, del pivote Oriol Busquets o del mediapunta surcoreano Seung-Woo Lee, tres estrellas en la actuación de los culés en la pasada Youth League -cayeron en las semifinales- ante el que a la postre sería campeón, el Red Bull Salzburg. Mboula es uno de los más desequilibrantes de todo el torneo y en el que el cuerpo técnico más ha hecho hincapié a sus laterales, Álex Sánchez y Cedenilla, las dos alternativas en la izquierda. El extremo acostumbra a ejercer siempre el mismo regate, efectivo, pero no infalible, y contra el que ya hay cura. De Lee se teme su productividad entre líneas y la capacidad de último pase; así como el director orquesta blaugrana, Oriol, que comparte apellido con el mismo del primer equipo, Busquets. Su facilidad para sacar el balón preocupa.

Para todo esto ya tiene plan el equipo de Dely Valdés, que sigue el mismo modelo que usaba Sergio Pellicer con su cuerpo técnico -que es el mismo-. Tras varias horas de visionado de partidos, los malaguistas ya saben cómo pueden frenar los peligros culés. La presión agresiva y muy alta será determinante para impedir al rival que piense con tiempo. Los blanquiazules confían en robar balones en las primeras líneas de presión, sobre todo ante la pareja de centrales, que sufren más de lo normal para sacar la pelota limpia. Dely aún cavila cuales serán las piezas que usará, así como el esquema que empleará. Desde el 1-4-4-2, al 4-1-4-1 y del 4-3-3 al 4-4-1-1, opciones que ya ha usado en algún momento de su corta temporada -10 encuentros de División de Honor-.

El panameño tendrá 18 cartas que van desde Álex Sánchez, que ya salió campeón la temporada pasada en Vera, a Hugo o Iván, juveniles de primer año, exactamente del año 2000. Con quien no podrá contar finalmente Dely Valdés será con el aún juvenil Kuki Zalazar, que recayó el pasado jueves de sus problemas en el tobillo que se iniciaron en el último partido liguero de División de Honor ante el Betis. Por el viajará el joven Antoñín (2000), que llegó hace unos meses a la entidad tras un infructuoso fichaje por el Schalke 04 alemán. Sí estarán otros cuatro jugadores que están a caballo entre el filial y el conjunto juvenil: el mencionado Álex Sánchez, Robles, Maty y José Carlos.

Otro que repetirá aventura en la Copa de Campeones será Jony, recuperado de una larga lesión y uno de los capitanes de la plantilla. El extremo no llega al 100% pero aportará la experiencia necesaria al equipo. Otro que llega tras una larga lesión es el extremo marroquí Hicham, que no está para disputar los 90 minutos, pero sí con la gasolina suficiente como para desequilibrar un partido que esté atascado. Joel Arimany, el delantero cedido por el Girona, también estará en la cita como estandarte ofensivo. El catalán logró superar la barrera de los 20 goles en la pasada competición liguera, mostrando durante todo el año su relación con el gol.

El Málaga buscará repetir la épica que logró en Vera, levantar el título. Allí fue tras una tanda de penaltis de locos con un especial protagonista Samu Casado, que silenció su dolor hasta el final tras la pérdida de su abuela. Aquel fue un día muy emotivo para todos, por lo logrado y por cómo se logró. A eso se quiere agarrar Dely: "Creo que se tiene que tomar como referencia que el último campeón de esta competición fue el Málaga y debe ser un punto a favor". Emularse a sí mismo. Ese es el objetivo.