Una columna vertebral que se resquebraja
La lesión de Jozabed termina de fulminar el tronco en el que se había cimentado el crecimiento del equipo
Las lesiones le han dado el tiro de gracia a un Málaga admirable que llega con el depósito de gasolina bajo al final de la temporada. "¿Quién no va justo a estas alturas?", se preguntaba Pellicer tras la derrota ante el Fuenlabrada. Aunque han participado una treintena larga de jugadores en la campaña, el peso lo han llevado el núcleo de 18 jugadores profesionales. Y en las últimas semanas han caído varios que eran indispensables para elevar el nivel. No hay excusas a este nivel, pero no se puede obviar en el análisis que pesan bastante.
Las lesiones de larga duración de Chavarría e Iván Calero, dos jugadores básicos para Pellicer, trajeron a Alexander González y Scepovic. Dos piezas más, no del nivel de los primeros, pero era lo que el mercado ofrecía. Los últimos en caer hacen daño. Josua Mejías era el central más en forma del equipo, había elevado bastante su rendimiento en los dos últimos meses antes de romperse muscularmente. Tras la polémica de Nochevieja, lo cierto es que el venezolano ofreció unas prestaciones cada vez mejores hasta consolidarse al lado de Juande Rivas en una pareja de garantías con la que mejoró la seguridad. Lombán, tras pasar el Covid-19, ha recuperado su puesto.
El cambio de sistema que realizó Pellicer desde finales de febrero y principios de marzo consolidó a Escassi como ancla en el centro del campo, desplegando las alas de Luis Muñoz para llegar al área rival y aumentando el protagonismo de Jozabed para elaborar el fútbol. El equipo mejoró bastante entonces, consiguió los puntos necesarios para amarrar la salvación y también para soñar con algo más grande. Pero ese trío ha ido cayendo progresivamente. Rotura fibrilar de Luis Muñoz, fractura en la mano de Jozabed, titular en 10 de los 11 partidos anterior y del que Pellicer decía que no había certeza de que pudiera volver esta temporada, y distintas molestias de Escassi, que se ha perdido varios partidos y ha vuelto, pero no al nivel que tenía cuando se lesionó.
Bajas claves en la zaga, en el centro del campo y la delantera, que se sigue notando que Chavarría era el jugador más punzante arriba, el distinto que alargaba el campo y hacía daño al espacio y generaba más para los demás. Problemas aumentados por la carestía de efectivos. La sensación es que, sin esa columna vertebral, no hay para mucho más. Que ha sido bastante con los problemas que había.
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