Cordero y Kevin hablan en el terreno de juego

Se dice que los jugadores tienen que hablar en el césped y eso es precisamente lo que hicieron Antoñito Cordero y Kevin Medina. Amigos inseparables y dos nombres que centran el debate malaguista a cuenta de sus posibles renovaciones porque en ambos casos terminan sus contratos en 2025 y sus respectivos futuros son inciertos.

El primero que lo hizo fue Cordero, que abrió la lata con el 1-0 ante el Eldense. Llevaba tiempo sin marcar o asistir, sin ser y sentirse importante. Algunos le acusaron de dejarse ir porque total, se va a marchar gratis. Otros que no tenía protagonismo por órdenes de arriba, una teoría de lo más descabellado. Y llegó la celebración, efusiva y elocuente. “Yo, aquí”. La secuencia no dejaba lugar a dudas.

Loren Juarros cree firmemente que va a continuar. Kike Pérez dijo en Área Malaguista el lunes que tiene sobre la mesa una oferta que le acerca a los más importantes de la plantilla en cuanto a salario y que es “optimista”. Y la última vez que habló José María Muñoz iba en esa línea, enigmático pero dejando caer que iba todo por muy buen camino.

Luego está el asunto de Kevin Medina. El malagueño entró en la recta final, todavía tocado, hizo una jugada de las suyas, forzó una falta, se la pidió y marcó el 3-0. Sin despeinarse. Para los que le piden más tangibles. El extremo también acaba en 2025 y en enero podría firmar por quien quisiese. “Como ya sabéis, estoy muy bien aquí. Esos temas que lo lleven los repres y la dirección deportiva, yo me tengo que centrar en lo que hay centrarse”, dijo el miércoles. En el Málaga hay alguna duda sobre el equilibrio entre lo que pide y lo que creen que puede aportar y su futuro desarrollo.

Mientras tanto, Sergio Pellicer no dejó escapar la ocasión para recordar que ambos forzaron la máquina (y no es la primera vez): “Creo que el camino se hace andando. Parece que a veces es un marrón para el entrenador, pero lo voy a gestionar según los vea. Yo quiero que el equipo gane. Kevin tenía molestias y se ha arriesgado y Cordero también ha querido jugar con un golpe”.