(0-1) Opositor a Hidalgo
Crónica del Rayo Majadahonda-Málaga CF
Adrián González marca el tanto del triunfo del Málaga ante el Rayo Majadahonda en el minuto 78
Penalti sobre Pau Torres al limbo con 0-0
El equipo sufre pero ya lleva seis partidos seguidos sin perder
Málaga/Adrián González está opositando a ser el Antonio Hidalgo de esta temporada. El tanto ante el Rayo Majadahonda es de los que marcan la diferencia, son esos puntos que engordan la saca para llegar a la recta final justo donde quieres y necesitas. También venía de ser discutido el catalán antes de convertirse en el gran héroe del ascenso tras dos campañas en las que estuvo lejos del rendimiento esperado. El madrileño a veces parece trotar más que correr, le cuesta generar, le cuesta recuperar. Pero está, desde luego que está. Y marca las diferencias. Se trata del gol.
Los sistemas son los jugadores. Debe ser así porque el Málaga propuso algo parecido a lo de las últimas semanas pero distinto en sabor. El alma que le da a este equipo Keidi Bare. Las soluciones que aporta Blanco Leschuk. Maquillaje para un equipo al que le cuesta ser más intenso que su rival. No es una cuestión de kilómetros, es de la voracidad. El colmillo rara vez dura afilado 90 minutos.
45 primeros minutos en el Cerro del Espino de hastío. Hubo cosas, sí. De las que pueden cambiar un marcador. Sin embargo, la primera mitad no fue digna de un candidato al ascenso. Erik Morán, Iván Alejo y Seleznov no dieron nada distinto. Ni en tangibles ni en sensaciones. Pequeños guiños, como los que se vienen viendo de Dani Pacheco, N’Diaye y algún otro.
El tono monótono del duelo tuvo pequeños picos de color a base de ocasiones y polémica. El Málaga rifó en diversas ocasiones el esférico en defensa. Pecado mortal ante un conjunto que presiona tan arriba y tan abierto.
Munir marcó territorio en un paradón al extramotivado Héctor Hernández. Luego casi le cuesta el gol al equipo por dos veces. En el área contraria también hubo salsita. Pau Torres reclamó un penalti en el minuto 15 que pareció bastante claro. 20 más tarde, a Pau le señalaron una falta por una situación similar también en el área del Rayo justo en una acción en la que Seleznov mostró su fiabilidad goleadora.
En la segunda mitad urgía una reacción de Muñiz y sus jugadores. Porque a pesar del 0-0 tampoco es que el Málaga destacase por su orden y fiabilidad. Al contrario, la sensación de que el equipo podía caerse en cualquier momento estaba en el aire.
Empezó Pacheco queriendo marcar las diferencias. Tuvo varias acciones que no terminaron de cuajar. Al poco el equipo regresó al 4-4-2 y se fue llevando el partido a su terreno. Sin ser una amenaza, era amenazante. Y en una acción de puro incordio llegó un robo y una contra poco ortodoxa pero con final feliz.
Adrián recuperó un balón y abrió para Renato Santos. El centro acabó en rechace y ahí apareció el madrileño para demostrar que su matrimonio con el gol es sólido. Se ayudó en Verza, sí. Pero entró. Y es de lo único que entiende este Málaga, de sumar y sumar. Ahora ya no se viene de tres empates, ahora van seis partidos sin perder.
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