Un cuarto de vida
Los ingresos televisivos por lo que resta de temporada afectarían a uno de cada cuatro euros por ese concepto
La suspensión definitiva no se contempla, pero habrá cambios
Queda un cuarto de Liga por disputarse, uno de cada cuatro euros que los clubes iban a recibir por los derechos de televisión aún no se han facturado, están en el aire. Las cifras en global del fútbol europeo son mareantes y en lo que se refiere al Málaga y el resto de conjuntos de Segunda División, el panorama es claro: si no se recaudan esas jornadas, el presupuesto bajará en un porcentaje cercano al 25 %. Obvio, la principal fuente de ingresos de cualquier equipo de balompié es la televisión y si los blanquiazules recibieron en la campaña pasada casi diez millones de euros en dicho concepto, esa misma cantidad es la que tenía esta temporada como tope salarial. El pecunio proyectado por los dirigentes de la competición para esta campaña es inferior, por lo tanto, a la decena. Pero la suspensión definitiva de la competición es un escenario que nadie contempla.
El presidente de LaLiga Javier Tebas o los representantes de las empresas audiovisuales que tienen los derechos del fútbol son claros al respecto cada vez que se asoman a un medio de comunicación: la competición no se suspenderá de manera definitiva. Aún si no se reanuda el fútbol hasta mayo, la competición terminará, aunque las consecuencias ya se han visto con la suspensión de la Eurocopa y la Copa América proyectada para este verano. La competición en Segunda debería de recuperar siete encuentros entre mayo y junio. Si es así, parece viable si no se tienen en cuenta fechas de compromisos internacionales o eliminatorias europeas. La competición entraría de lleno en el verano y se encontrarían horarios en los que el calor no afecte a los jugadores. Choques nocturnos con la salvedad de que no llegue julio. Los contratos de los futbolistas -y otros deportistas profesionales- suelen expirar el último día de junio, por lo que si finalmente la competición se extiende más allá del primer mes de verano, los equipos deberían de extender los contratos de sus jugadores o la competición estaría obligada a darles el apoyo de un marco jurídico adecuado a los clubes para evitar problemas legales en la relación contractual.
La Segunda sería más cara de lo proyectado si se tienen que extender los contratos y generaría desigualdad entre los conjuntos ya que no todos tiene una cantidad parecida de jugadores que terminen contrato esta temporada. Peliagudo. Pero al margen de las opciones más verosímiles con las que se trabaja ahora y también de los peores escenarios, el Málaga no sólo estará pendiente del cuarto de competición por cobrar que aún le resta. Sin contar con las posibles sanciones en cuanto a tope salarial o inscripción en los periodos de fichajes por incumplir los parámetros económicos de la competición, la cifra que recibirá el conjunto blanquiazul si se queda en Segunda podría estar por encima incluso del tope salarial que le pongan. Para esto debe de terminar la temporada y también deberían de confirmarse las sanciones que ya se han deslizado desde algunas fuentes acreditadas cercanas al ente que preside Javier Tebas. Una situación complicada en lo deportivo que podría servir para reiniciar el organigrama y sanear las costumbres económicas del club.
De cualquier modo, el reparto por televisión tiene cerca de un 30% de ingresos en función de diversas variables como la audiencia o asistencia a los terrenos de juego. Aspectos en los que los blanquiazules suelen salir beneficiados por su envergadura como club. La bajada de presupuesto si no se finaliza la competición obligaría a los malacitanos a hacer una reestructuración aún más profunda de la necesaria en estos momentos. Hasta ahora, es un escenario que no se contempla.
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