El elegante adiós de David Ferreiro: "Siempre querré que gane el Málaga"

"Loren me dijo que el club quería seguir otras pautas, tomar decisiones, algo que entendí a la perfección", decía el gallego, ahora en el Arenteiro

"Traté de ser lo más profesional posible, ayudar a mis compañeros, a los más jóvenes. Me quedo con los mensajes que me enviaron mis compañeros al irme. Cuando la gente te despide así, significa que has hecho bien las cosas, que has dejado huella", señaló

Lunes con gran actividad

David Ferreiro, tras marcar en el Di Stéfano.
David Ferreiro, tras marcar en el Di Stéfano. / La Otra Foto

David Ferreiro fue uno de los héroes del ascenso a Segunda División. Contribuyó en los seis meses tras su llegada, en el mercado de invierno, con goles y asistencias y, por ejemplo, con la expulsión del Nàstic en el partido decisivo. Descartado poco después, fichó por el Arenteiro, que sigue en Primera RFEF. "Muy contento de estar en casa, en mi tierra, y empezando a entrenar ya con mi nuevo equipo. Tenía claro que quería volver a casa, que era el momento de regresar después de varios años y dar de todo de mí para ayudar a crecer al Arenteiro. Llevamos tres días. Faltan aún bastantes fichajes, pero veo a la gente muy motivada, con muchas ganas de crecer y ayudar. Eso es lo más importante. Vamos a formar un gran y equipo y un mejor vestuario. Seguro que tenemos un buen año. El objetivo es mantener la permanencia. Hay que trabajar mucho para ello. Es un club humilde, con ganas de crecer y aportar. Es algo muy bonito. Podemos hacer un año bonito", decía en Ser Deportivos Málaga sobre cómo es su vida ahora.

"No me llevé un palo por no renovar con el Málaga, se podía intuir. Acepté solo firmar seis meses, ayudar al equipo a conseguir el objetivo, y al final objetivo conseguido. Me voy muy contento porque he ayudado en lo que he podido, el equipo hizo un buen año, lo que merecía el Málaga. Y seguirá para arriba porque es un club de Primera División. Fueron seis meses muy bonitos, en un gran club, súper agradecido por la oportunidad que me dieron de formar parte", admitía Ferreiro: "No recibí una propuesta, yo tampoco forcé la situación. Estaba concentradísimo en ayudar en el césped y así se han dado las cosas. Un reto nuevo para mí. Cuando llegó el ascenso, tampoco. Solo una comunicación con Loren para despedirse y agradecerme la temporada, que los ayudé muchísimo; tanto el cuerpo técnico como la directiva agradecidos conmigo. Por mi parte, igual. Nos despedimos y los seguiré la próxima temporada. Siempre querré que gane el Málaga, que sea un buen año para todos porque se lo merecen. Loren no me dio motivos. Es verdad que yo también me lo intuía, pero repito que nunca forcé. Fue una conversación amigable. Que el club quería seguir otras pautas, tomar decisiones, y algo que entendí a la perfección. Traté de ser lo más profesional posible, ayudar a mis compañeros, a los más jóvenes. Me quedo con los mensajes que me enviaron mis compañeros al irme. Cuando la gente te despide así, significa que has hecho bien las cosas, que has dejado huella. Muy bien y contento".

"Del Málaga me impactó todo", describe Ferreiro: "Ya me avisaron otros compañeros que jugar en La Rosaleda, con 25.000 personas, es una gozada; la ciudad volcada con su equipo, a pesar de estar en una situación tan delicada como la Primera RFEF, es algo que impacta. Las instalaciones, todas las comodidades que tiene el futbolista, no hay excusas. Entonces eso te hace ser más profesional, dar todo el fin de semana, porque el club y afición es lo que merece. Lo de Tarragona fue una pasada, más por cómo se dio. Ascender en el último minuto te da un subidón increible. Ver que estás prácticamente perdido, con todas las trabas, pues te vas contento. El equipo y cuerpo técnico lo merecían por el trabajo de todo el año, la mayoría no se ve. Un subidón para todos. Ver el aeropuerto así fue impresionante. Nos hubiese gustado salir, celebrarlo con nuestra gente, pero tuvimos que salir por otra puerta por motivos de seguridad. Lo del autobús también. Vivir ese tipo de alegría es lo máximo que puede sentir un futbolista. Se me quedará grabado para toda la vida. Málaga tiene mucho que decir en los próximos años. Mi familia había vivido ascensos, pero lo vivido en Málaga lo superó, todos alucinaban; mi mujer y mi hija, que le encantaba Súper Boke, han disfrutado mucho en La Rosaleda".

"Ahora los jugadores se tienen que adaptar a la categoría, nueva para la mayoría. Pero lo bueno es que hay muchos jóvenes, por lo que están ante esa oportunidad. La Segunda es complicada y espectacular, será un año largo. Hay que entrar con buen pie, coger confianza, es muy importante", cerraba un David Ferreiro muy agradecido por la experiencia y sin rencores.

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