El entrenamiento invisible del Málaga CF

Tras el empate del sábado en Córdoba, el Málaga ha estado dos días sin entrenar colectivamente y volverá este martes para preparar el complicado partido del próximo sábado ante el Huesca en La Rosaleda. Eso sí, la plantilla se ha dividido entre domingo y lunes a la hora de hacer el entrenamiento de recuperación propio tras cada partido para descargar y activar. Pero ha habido también tiempo para estar en familia y desconectar algo.

Se habla normalmente de que la fortaleza del grupo es una de las claves de la plantilla que se ha construido casi desde cero en este poco más de un año. A través de las redes sociales, algunos jugadores compartían una jornada de asueto con parejas e hijos en la Plaza de España de Sevilla, donde posaban con los azulejos dedicados a Málaga. Allí estaban Nelson Monte, Alfonso Herrero, Manu Molina y Kevin Medina, jugadores con peso sobre el césped, titulares fijos o habituales, pero que denotan también el buen rollo y la convivencia que hay en la plantilla, con lazos que sobrepasan el recinto de juego. Y esa construcción también es importante a la hora de edificar los grupos, ese entrenamiento invisible para que el grupo responda en situaciones de máxima presión. Varios de ellos también coincidieron este verano en Ibiza después del ascenso en Tarragona.

La plantilla regresará este martes al trabajo en La Rosaleda. Seis puntos en cuatro partidos y la marcha invicto ha sido un notable arranque de temporada, para poner el tren sobre las vías, es cierto que con un calendario en el que aún no han llegado teórico grandes cocos de la categoría. Pero la realidad está mostrando que no hay prácticamente jerarquías y proyectos diseñados para ascender tardan en carburar y otros con aspiraciones más modestas están en los puestos de arriba o cercándolos. Pese a que el partido de Córdoba fue bastante pobre ofensivamente y apenas llegó, sí se dio un paso dejando la meta a cero, el camino para ser sólidos.