Dani Sánchez: "Somos un equipo alegre, a veces pecamos de no ser más perros"
El jugador del Málaga se suelta en una entrevista en Málaga Hoy
"Sería brutal ver juntos a Isco y Brahim en la selección"
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Dani Sánchez (2000) tiene una sonrisa casi perenne en la cara. Es feliz y lo transmite a cada instante. Derrocha energía y simpatía a raudales pero también es exigente y ambicioso. Tras la guasa y la conversación se esconde un trabajador que aspira a llegar a lo más alto sin dejar de asombrarse cada día con Málaga.
-¿Cómo tiene siempre tanta energía en el campo?
-Se lo dije a mi madre hace poco: ‘El Señor me ha dado un físico privilegiado’. Porque no sé, la verdad que me sale muchas veces la energía sola y no sé, viene parte de mí. El otro día también creo que me lo dijo mi entrenador: ‘Dani, para ya un poquito’. Y le dije: ‘Míster, es que no soy así’. La alegría y todo me fluye por el cuerpo. Es una de las características también que tengo yo, que tengo energía para dar y para regalar.
-¿Está en piernas o cabeza?
-Creo que en las dos. Al final creo que cuando te va bien la cabeza, las piernas van solas. Ahora mismo las cosas van fluyendo y más energía tengo. Pero sí que es verdad que a nivel físico creo que tengo esa capacidad de ir y de venir todo el partido. Y no solo en el ámbito también deportivo, sino también en lo personal. Puedo estar días sin parar y haciendo lo que más me gusta.
-¿Y no le dice la cabeza: ‘Oye, frena un poco...’?
-Al final creo que también te lo pide. Soy también el descanso porque es lo más importante. Yo cuando llegue a mi casa ahora mismo tengo que echarme una siesta porque si no... porque por la tarde también iré al gimnasio y al final el cuerpo también lo necesita. Pero me siento bien así.
-¿Es un extra para ese derroche estar en Málaga? Porque desde la primera vez que entró al campo en La Rosaleda, fue como un vendaval.
-Siendo malagueño, siendo de aquí, creo que lo siento de una manera... No le voy a decir diferente a los demás, porque cada uno lo siente a su manera. Pero que tu familia vaya a verte todos los días, que tú mires a la grada y sepas toda la gente que hay, conoces un montón de gente. Tengo ese privilegio de conocer a muchísima gente de aquí. Me siento muy bien aquí y no sé, creo que es lo mínimo que puedo dar. No parar de correr y a mí es lo que me hace feliz. Me gusta muchas veces más correr que andar. Imagínese.
-¿Se le va la vista a la grada?
-Muchísimas veces y me encanta también mirar a la grada, tener esa conexión con ellos y es importante también para el jugador.
-¿Es la oportunidad de su vida?
-No le diría que no. Los trenes sólo pasan una vez en la vida. Para mí es una oportunidad única estar en el equipo de mi ciudad, el club de mi vida, y lo estoy aprovechando y al máximo. Yo siempre lo digo, soy un privilegiado estando aquí, en las instalaciones que tengo, los compañeros, vosotros, cuerpo técnico... La verdad que estoy súper agradecido.
-El vestuario, más allá de todo tiene algo diferente, especial.
-La verdad es que me tienen ganaíto el corazón. Es una cosa que no sé... Cada vez que vengo a entrenar vengo súper feliz. Me encuentro a compañeros que son increíbles. Tenemos esa conexión de veteranos, de chicos jóvenes, chicos como yo, que que estamos empezando y no sé... Tengo 24 años y también me siento uno de los pilares fundamentales del vestuario, porque al tener esa alegría y ese cachondeo, al final pues al equipo también le engancha, ¿no? Cuando hay que estar serio en el campo, pues también tengo esa seriedad e intento transmitir ese ese coraje, que es lo que también me caracteriza.
-¿Se siente a veces uno más de los canteranos?
Sí, sí, por supuesto. Me he criado aquí. Esta ha sido mi vida, aunque solo estuve tres añitos, yo soy malagueño y soy de aquí. Me siento también un súper canterano, pero también me siento uno igual de los que llevan siete años como Izan, que llevan toda la vida aquí.
-¿Quiénes forman más jaleo en ese vestuario?
-¿Los que la lían? No sé, le podría decir que yo soy uno, Kevin, Manu... Manu es increíble. Dioni también. Juan... No sé, es que hay muchos. Somos un equipo súper alegre, que pecamos muchas veces, no de tener esa alegría, sino de no ser un equipo muy perro. Eso lo decimos también en los últimos partidos. Tener esas ganas y, por qué no, dar una patada. Sin maldad, ¿no? En los últimos partidos lo estamos corrigiendo, estamos siendo bastante competitivos en ese aspecto y al final en esta categoría también es lo que te ayuda.
-¿También ha sido víctima de alguna de esas bromas pesadas que se están gastando?
-A mí no, a mí me respetan (Risas). Pero me estoy que ya mismo me viene...
-¿Y que haya protagonizado?
-Hay muchísimas, la verdad que muchísimas. Porque al final tenemos ese grupo de WhatsApp, nos enviamos cosas. La verdad que es una alegría tener estos compañeros. Imagínese, yo estoy deseando que llegue mañana y volver aquí.
-Ha encajado con Jokin.
-Sí, Jokin es un chico espectacular. Lo aprecio mucho porque, aunque conocía a mucha gente, cuando tú vienes a final de mercado, yo vine en agosto, y te acogen de esa manera... Para mí es como mi ojito derecho y no se me olvida que desde el primer día me acogió así, súper bien. Tanto con Jokin, como con todos. Yo los quiero mucho a todos y para mí, pues son mis hermanos.
-Hablemos de sus inicios. ¿Cómo fue eso de irse siendo un niño a Madrid y buscarse la vida solo en un sitio tan grande y tan a veces desangelado?
-Yo siempre he sido un chico muy independiente. Se lo decía a mi padre, que me encantaría también formarme fuera de aquí y fuera de España. Creo que hay que vivir muchísimas experiencias y cuando me llegó la llamada del Real Madrid, para mí también era un sueño, como cualquier niño que está empezando en los inicios de fútbol. Y como dije antes, el tren sólo pasa una vez. No quería dejar de desaprovechar esa oportunidad y fui allí con todas las ganas del mundo y me llevé una experiencia increíble. Fueron cuatro años inolvidables, de lo que soy como futbolista y como persona también es porque parte de mi vida me he formado allí. Conocí a mucha gente, mis estudios son de allí, me llevé muchísimos amigos y yo súper agradecido porque también me fui muy, muy querido. Si alguna vez estuviera allí de paso, creo que sería con los brazos abiertos.
-¿Pero es un sitio más frío? ¿Hay mucha tontería en Madrid?
-Esto es como todo. Creo que en el fútbol también se manejan muchísimas cosas extradeportivas, al final estás en uno de los mejores clubes del mundo y siempre hay factores que no los puedes controlar. Fui feliz allí. Básicamente lo jugué casi todo menos el último año, que bueno, al final éramos una competencia, prácticamente todos estamos ahora mismo en Primera y en Segunda División. Yo aprendí de esos jugadores. Tuve también la oportunidad de de entrenar con el primer equipo. Fue uno de los mejores días de mi vida. Experiencias y, sobre todo, aprendizaje.
-¿Le marcó alguien especialmente a nivel personal?
-Hubo mucha gente que me marcó, que me ayudó. Educadores, profesores… Yo también le doy mi corazón a todo el mundo y me llevé mucha gente, pero a nivel personal creo que uno de los mejores días de mi vida fue entrenar con el primer equipo y en ese caso con mi ídolo, que lo sigue siendo, Isco. Yo tengo esa poca vergüenza también de no parar de hablar con él. Aunque no fui más, ese día se queda para mí. Es un orgullo, mucha gente querría entrenar aunque fuese dos minutos con ellos.
-¿Cómo fue la relación en las distancias cortas con Isco?
-Fue súper gracioso. Me acuerdo que el día anterior pues imagínese, yo llamé a mi madre llorando, a mi familia. Todo el mundo saltando de alegría y esa noche ni dormí, no pegué ojo. Y cuando llegó el momento, pues estás calentando y ya se te va, intentas disfrutar. Yo, claro, como decía, tengo esa poca vergüenza y en ese momento estaba Mayoral entrenando y le comenté: ‘Tío, dile a Isco que yo soy de Málaga, no sé qué’. Y se lo dijo. Me preguntó: ‘¿Tú de dónde eres? Y le dije yo de ahí al lado del Tiro Pichón. Y me respondió: ¿Tú no serás gitano, no? (Risas) Y ya pues ahí al final le dije muchísimas cosas, estuvimos entrenando. Le decía: ‘Mira, Isco, esta te la voy a meter por la escuadra, no sé qué’. Fui intercambiando palabras con él y súper bien.
-¿Siguen teniendo contacto?
-No, ojalá. Él estaba en la élite, yo era un niño, tenía 17 añitos. No, no hubo contacto. Al final el único contacto que tengo con el Madrid es Brahim, que es mi hermano, mi amigo y hablo muchísimo con él. Desde aquí le envío un abrazo súper fuerte porque está en un momento espectacular. Creo que es ejemplo de que el trabajo da resultados y hay que saber esperar el momento. Todos sabemos por lo que se pasa al no jugar. Obviamente en el Madrid están las mejores estrellas del mundo y teniendo también a Bellingham por delante es súper difícil. Hacer lo que hizo también el otro día pues es espectacular.
-Regular el gol, ¿no?
-Un poco malo (Risas). Espectacular. Mire, yo lo conozco mucho y yo sabía que en el momento del primer regate iba a arrancar, aunque se la quitaran, iba a arrancar, seguro 100%. Y ya cuando le vi que se fue de dos e iba a armar la pierna, dije el balón va a ir a la escuadra. Yo lo conozco mucho.
-Cuando cumplió 18 años dijo que aspiraba a ser el mejor.
-Es la mentalidad que hay que tener. Es un chaval que también se fue desde muy pequeño con su familia a Manchester. Se lo ha ganado. Todo el mundo sabíamos desde pequeño que ese chaval iba a llegar lejos. Al final es el trabajo y el sacrificio también que hizo su familia, la gente de su entorno. Le ayudaron, le quitaron también de muchísimas cosas. Yo súper feliz por él, de que le vaya todo tan bien y, por qué no, yo soñar con también estar ahí algún día.
-Imagine una selección española con Isco y Brahim liándola.
-Sería brutal. Y un orgullo para nosotros. Isco ha sido y sigue siendo clase mundial de élite. Muchas veces digo: que la gente se entere de que estos tíos son malagueños. Hay muchísimos niños de aquí dando vueltas por ahí. No solamente es la cantera de Málaga, también de la provincia. Me quedo alobao con los niños que hay. Eso también te lo da la calle. Eso para mí es súper bonito. Y luego formarte en la academia.
-Y Bryan Zaragoza.
-Un niño que hace dos años estaba en El Ejido y apenas tenía minutos... Por eso digo, al final los sueños están para soñar. ¿Quién le iba a decir que en dos años iba a firmar por el Bayern? Es increíble y me alegro muchísimo por él. Que disfrute la experiencia. Ya está ahí y ahora tener en mente que hay que trabajar para conseguir muchísimas cosas.
-Mucha gente con pasado del Tiro Pichón. Y por ahí anda Izan Merino también.
-Sí, bueno, Izan es mi hermano. Me gusta también tener ese tipo de amigos. Cuando vine aquí, yo ya sabía que tenía que cuidarlo, tiene 17 años. Se hablaba también del tema del Madrid y yo se lo decía. Cuando yo me fui tenía 15 años. Era, entre comillas, la estrella de mi equipo. Le comenté que debía que hacer lo que sintiera su corazón. Ahora mismo está aquí, está súper feliz. Nada me dice que no esté bien. Él es malagueño. Él siente esto como el que más y súper feliz por él. Está teniendo minutos, ha sido protagonista en partidos importantes como ante el Eldense y el Algeciras, que hizo un partidazo y pudo hacer dos goles el cabr... Ese tipo de jugador hay que cuidarlo y darle cariño.
-También se ve la evolución física.
-Sí, totalmente. Yo en verano le dije que tenía cuerpo de padre, imagínese y la verdad que se está formando increíble. Es para verlo. Tú le quitas la camiseta y ya se ve otro tipo de jugador, fuerte. El fútbol se está volviendo muy físico y más siendo mediocentro, que al final necesitas mucho recorrido. Ser fuerte físicamente le viene bien.
-También le echa Dani Sánchez horas al físico.
-Termino de aquí para mi casa, descanso y luego me voy al gimnasio. Viene bien, me ayuda a prevenir lesiones. Al final esto es mi vida y es a lo que me dedico. Algunos me dicen ‘qué pesado eres siempre con la misma rutina’. No voy a dejar esto porque es mi vida. Por mucho que me quiera tomar un café contigo y si te molesta, pues lo siento mucho, pero es mi vida. Yo amo mi rutina cada día.
-¿Cómo ve su evolución?
-Espectacular, creo que ahora mismo estoy en un momento pletórico, allá donde voy pues me siento feliz y creo que a la gente que tengo al lado también le hago feliz y para mí eso es lo más importante. Quitando el tema deportivo, que también estoy espectacular, a mi manera de ver, salvo el último partido, que creo que no estuve bien. Pero ya le digo, ahora mismo creo que estoy en uno de los mejores momentos de mi vida.
-¿Y la salud mental? Un tema que cada vez es menos tabú.
-Llegan los que tienen cualidades y calidad, pero creo que una de las principales bases del fútbol para llegar y para todo, es la mente. Si la mente no la tienes bien, ni esa salud mental que requiere cada momento, cada acción del partido, incluso en la semana, en los ámbitos personales, es muy difícil estar con los pies asentados. Tengo la cabeza muy bien amueblada y también esa humildad que es la que hay que tener. Si uno tiene la mente bien, creo que fluye todo.
-¿Quiénes son sus mayores apoyos?
-Pues mis padres, mi hermano, mi amigo más cercano, mi agente, que para mí es como si fuera mi mejor amigo. Muchas veces me río mucho porque le digo a mis colegas vamos, que se viene mi repre conmigo a tomar algo y la gente se queda asombrada. ¿Por qué no tener una relación sana y con corazón y humildad? Tengo un montón de amigos y un montón de gente, pero al final los mayores pilares de mi vida pues son la gente cercana que tengo en el día a día.
-¿Cuándo comienza esa relación con su agente, Alberto?
-Ya me conocía de chico. Mi hermano había trabajado con él. Fluyeron cosas. Yo no estaba contento con mi agencia, me quise cambiar y me fui a Media Base con Alberto, con Brahim, con Sufi y, desde ahí, pues formamos la empresa Sports&Life y ahora, perfecto. Es como si fuera mi hermano y podría decirle que toda mi vida, seguramente, estaré con él.
-¿Y con el míster?
-Yo creo que me tiene ese cariño, igual que yo a él. Me tenía en el Malagueño, lo conozco perfectamente y creo que una de las cosas buenas que él tiene es que transmite muchísimo. Siente hecho como el que más, se conoce este club de pe a pa. Todos los días nos intenta transmitir que no estamos en un sitio cualquiera, que estamos en Málaga y aquí hay una exigencia y una presión que, que es lo que hay y no hay más. Y para mí es súper importante también estar aquí, vivir en un club de esta dimensión. Es un tío que nos ayuda también muchísimo en lo personal ya no hablo solamente en lo deportivo. Te ayuda a abrirte y eso también te ayuda a rendir en el campo.
-¿Pesa más una derrota en Málaga que en Soria o en Sabadell?
-Sí, seguro. Con todos los respetos, porque al final han sido dos clubes a los que yo he querido muchísimo. He estado muy bien allí, pero la dimensión que tiene este Málaga en la masa social, lo que representamos… Antes vi una pancarta de la Lazio animando a los ultras del Málaga. Eso al final ve la dimensión que tiene este club. Es increíble. Yo me he quedado flipando esta mañana. Tras la última derrota hemos estado dos días cabizbajos porque era un partido donde creo que íbamos bien preparados y bueno, por las circunstancias del partido creo que que nos sacaron un poco ellos. La suerte de fútbol es que tenemos otra nueva oportunidad el domingo.
-Llega el Recre, un equipo fuerte y de ideas claras.
-Rival súper perfecto para ponerte a prueba y para seguir haciendo las cosas que veníamos haciendo bien. Que venga ese tipo de rivales, que va a ser un duelo directo por el play off, es perfecto.
-¿Afecta mucho verse tan lejos del Ibiza y el Castellón?
-La última semana estuvimos hablando de que había que fijarnos en nosotros mismos. Creo que hacíamos las cosas muy bien. No debemos mirar a la gente, ni por por arriba no por abajo.
-¿Qué ha aprendido de Víctor en este tiempo de competir con él por el puesto?
-A Víctor lo considero amigo. Estamos los dos súper unidos, nos gastamos bromas, nos reímos… Y nunca me había pasado, porque con el que compites a lo mejor no hablas tanto y es normal, es algo que suele pasar en la vida. Pero con Víctor pues me llevo muy bien con él. Es el primero que cuando hago algo bien, él se alegra. Al revés también. Creo que estamos teniendo una competencia bonita. Me parece una de las cosas más bonitas que están pasando este año en el equipo. Súper feliz también de competir con él. Aprendo mucho de él, él también de mí. En todo lo posible creo que nos ayudamos. La semana pasada tuvimos la suerte de jugar juntos, pero ya las condiciones también del campo... No sé, fue un partido súper raro. Pero desde aquí le envío un abrazo.
-¿Quién del vestuario le ha enseñado algo?
-¿A nivel futbolístico? Es que al final todos los compañeros me enseñan algo. Genaro, Einar, Kevin... Cada uno me dice cosas, como yo a ellos. Para mí es un espectáculo tener a estos compañeros, que te ayuden en lo máximo posible. En lo personal, le voy a decir una cosa. Incluso Víctor y Ramón en estas dos últimas semanas me dijeron que me veían bastante feliz y fue una cosa que me me alegró mucho porque no solamente como me siento yo, sino que la gente lo ve. Eso me hace el triple de feliz. ¿Sabe lo que quiero decir? Va fluyendo mucho. Me siento súper querido y súper importante, y para mí eso es lo que me llevo, aunque todavía no he terminado la temporada, que voy a ser querido y que me voy a llevar a gente increíble.
-¿Y con los fichajes qué tal?
-Espectacular. Yo al final a Carlos también lo conocía, nos habíamos enfrentado en Tercera. A Ferreiro lo quiero mucho. Ya le he cogido un cariño espectacular. Avilés es increíble también. Un chaval súper buena gente. Es que es imposible llevarse mal conmigo. Ya están integrados en el grupo. Tenemos esa facilidad de integrar a la gente. Ellos ya se sienten como llevaran tres meses.
-De los más jovencitos, vaya personalidad tiene Ochoa.
-Sí, sí. El enano tiene ese coraje. ¿No? Creo que muchas veces nos reímos, porque se le ve tan chiquito en el campo y cuando va a presionar mete la pierna y nos hace gracia. Es un chaval también de los que hay que cuidarlo, darle cariño, pero tiempo al tiempo. Son chavales jóvenes que necesitan también mucho aprendizaje. Pero al final esa calidad y rapidez en el campo de los buenos jugadores, se ve.
-¿Qué quiere hacer todavía en el fútbol?
-Ser reconocido en el mundo del fútbol, o sea, ser jugador de élite. No le engaño. Esa es mi meta, ser de élite. Y si no lo soy, no voy a decir que para mí un fracaso, pero sí es verdad que me sentiría un poco pues triste a la hora de que llegara el momento del día de retirarme. Pero para mí, lo digo con total humildad, si quiero y si me respeta todo, creo que tengo las cualidades para para serlo. Entonces, trabajaré al máximo con humildad para poder llegar”.
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