"¿El ascenso? Por eso estamos aquí, porque lo vemos, lo visualizamos"
Entrevista a Víctor Sánchez del Amo, entrenador del Málaga CF
"Por mucho que quiera al Dépor, en mi cabeza sólo está eliminarlo"
Víctor atiende a Málaga Hoy antes del inicio del play off de ascenso
Málaga/Víctor Sánchez del Amo (Madrid, 1976) no quiere que parezca que tiene otra cosa en su cabeza distinta a la eliminatoria ante el Deportivo, por eso a veces le cuesta responder abiertamente a cuestiones que cualquier día le resultarían más triviales. Aun así, en esta extensa entrevista atraviesa senderos que le apasionan y que ayudan a comprender y conocer algo mejor a un hombre joven pero peculiar. Amante de los deportes y defensor de lo colectivo como modo de vida y trabajo, le cuesta tirar de sentimientos cuando hay tanto en juego.
–¿Vio el partido repetido nada más llegar al hotel?
–Sí, sí. Siempre. Aquí tenemos mucho jaleo después del partido y no da tiempo. Comemos algo y a verlo antes de dormir.
–¿Con qué ojos se ve un partido después de jugarlo?
–Con el ojo crítico que tenemos los entrenadores, buscando mejorar y viendo lo que se ha hecho bien para reforzar. Revisar el examen para encontrar lo positivo y lo negativo. Y lo que suele pasar es que cuando ves el partido después de haberlo vivido en directo, el análisis es mucho más positivo que la primero que haces en caliente con la percepción del directo. El estrés del momento y de la competición, de la toma de decisiones inmediata, te lleva a una pérdida de realidad. Suelen ser mejores partidos de lo que tú has visto en vivo.
–Ponga un ejemplo.
–El partido del Elche. En la primera parte tenía unas sensaciones negativas en cuanto a algunas situaciones nuestras de inicio de juego y cuando lo ves detenidamente, encuentras el porqué de las cosas mucho más fácil. Nos ajustamos bien, tratamos de asumir menos riesgos porque el rival nos apretó muy bien. Eso es algo que identificamos y tratamos de utilizar los recursos que teníamos para jugar más directos y ganar segundas jugadas, lo que nos permitió tener buenas ocasiones de ataque. Esa percepción que yo tenía de haber tenido muchas dificultades fueron muchas menos en la realidad.
–Y el cambio de verlo a ras de césped o desde otras perspectivas.
–Desde no hace mucho tiempo se están implantando las perspectivas panorámicas de los partidos, nos permite a los técnicos ver los partidos como nos gusta. No con las producciones de televisión, que hay muchísimos primeros planos, muchas repeticiones. Se pierde amplitud de vista. No sólo están pasando cosas donde está el balón, sino en todo el campo. También pasa otra cosa, la autoexigencia nos lleva en el directo a querer afinar hasta el más mínimo detalle. Uno busca esa perfección, pero luego los rivales también tienen sus posibilidades. El equipo en cada partido está dando pasos hacia delante en su rendimiento. Es importantísimo no acomodarnos y buscar tener más capacidad y recursos cada partido.
–Es llamativo el crecimiento en ataque sin que ello haya supuesto un perjuicio a nivel defensivo.
–El alto rendimiento significa tener equilibrio. Hay dos aspectos absolutamente decisivos en el resultado, el ataque y la defensa. Buscamos un alto nivel en ambos. Ahí están los datos. Son muy positivos en ataque, entre los mejores de la Liga, liderando en algunos apartados si hacemos la media desde que nosotros hemos llegado en posesión de balón, eficacia... En defensa, lejos de repercutir ese riesgo mayor que tomamos, hemos ido mejorando unos datos de defensa del equipo que ya eran muy buenos. La media de goles encajados es todavía mejor de la que tenía el equipo.
–A nivel cuantitativo y cualitativo, ¿el equipo corre más o menos que antes?
–Hay un cambio. Por la manera en que está jugando el equipo nos está permitiendo tener muchísimo más el balón y que nuestros rivales hagan más metros sin él y nosotros, menos. Eso nos supone un ahorro de energía que nos permite a la vez que ahora nuestro equipo supere en muchísimo a los rivales en los metros de alta intensidad. Obligas a los equipos a cansarse más.
–Para intenso ese momento en el que parte de la afición les hizo salir del vestuario tras el partido ante el Elche.
–Nosotros estamos encantados. La intensidad en el mundo del fútbol es constante. Vinimos a un proyecto súper ilusionante y exigente. Intensidad desde el primer minuto. Lo estamos viviendo y disfrutando. Cada vez que se acerca más el final, más emoción hay. Pero el fútbol es pasión y emoción. Nosotros encantados de vivir en este ambiente. El último fue un partidazo, muy emotivo porque jugaron muchos jugadores que no habían tenido minutos desde el once inicial y para ellos fue importantísimo. Pudieron demostrarle a todo el mundo, aunque nosotros no hacía falta porque lo sabemos y lo hemos destacado constantemente.
–¿Por qué esa revolución en el once?
–Queríamos ganar el partido y entendimos que era la mejor convocatoria y el mejor once. Tenía muchos condicionantes. El play off ya lo teníamos matemáticamente garantizado, pero no sabíamos cómo íbamos a quedar. Dependíamos de nosotros mismos para conseguir esa ventaja de campo y queríamos ir a por ella. Había jugadores en situación de riesgo de tarjetas. Jugar condicionado con esto en la cabeza no puedes esperar el mismo rendimiento. Es una variable a la hora de elegir.
–Había cosas muy concretas que quería ver, tipo Lombán en el centro del campo.
–Obvio, obvio. Tenemos que trabajar. Con su lesión no pudimos verlo más, pero llevamos trabajando en ello semanas ante la situación que se nos da con N’Diaye. No paramos. Las cosas están funcionando muy bien, pero buscamos cómo seguir creciendo y probamos durante la semana a jugadores en distintas posiciones. Lombán ya ha jugado ahí en otros equipos.
–Un ejemplo claro de lo que decía de las tarjetas es una contra del Elche que Pacheco no puede parar en falta y aparece Ricca para ver la amarilla por él.
–El equipo está mostrando una gran capacidad competitiva de lo que Luis Aragonés llamaba el otro fútbol. Estos detalles también son importantes, saber competir con y sin balón. La inteligencia te lleva a tomar decisiones que te permiten sacar ventaja o no ponerte en desventaja. Es anecdótico, pero teníamos tantos jugadores apercibidos de sanción que con alguno había que tomar algún riesgo. Además, la situación con Pacheco es que para nosotros era mucho más importante darle minutos de competición que le vienen muy bien porque viene de un periodo de lesión largo. Como mediapunta le liberábamos de riesgo para las tarjetas y él se controló muy bien.
–¿Cómo ve lo de N’Diaye?
–Hay una falta de unificación de calendarios por parte de las federaciones y los clubes. Los jugadores deberían estar para todos los partidos de competición con sus equipos y también para sus selecciones. El calendario no puede generar situaciones en las que haya que elegir uno u otro. Es un gran perjuicio.
–Con lo que se presume ahora de Segunda y se resuelve sin sus jugadores más importantes.
–Y en los momentos más importantes. Si hubiera margen de competición, todavía. Puede decir que queda mucho, aunque los puntos del principio valen igual que los de la última jornada. El final de Segunda y los play off es tremendamente tarde, cuando ya han terminado todas las competiciones profesionales. Acaba la Liga y juegas miércoles-sábado, jueves-domingo. ¿Por qué no se incluyen más jornadas entre semana? Se podría llegar más desahogado y no nos solapamos con otras competiciones. Esto no nos compete a los futbolistas y los entrenadores, pero la gente que organiza el fútbol, que lo tenga en cuenta. Ahí los clubes están implicados.
–Y el que llega al final, casi no tiene tiempo de vacaciones.
–Esa es otra circunstancia. El futbolista necesita su descanso, su recuperación. El periodo de vacaciones es muy importante. Lo vemos en los equipos grandes, que tienen futbolistas que juegan tres competiciones en sus clubes más los compromisos con sus selecciones. Cuando llegan los compromisos como los mundiales y las eurocopas, ¿a qué nivel están las grandes estrellas? Baja en esas grandes citas internacionales porque el calendario es tan exigente y apretado... La mayoría llegan en fatiga.
–Es la esclavitud de las televisiones, que argumentan que por ejemplo ahora llegan sus mejores audiencias del año en Segunda.
–El interés televisivo para quien hace negocio. Entiendo que el fútbol depende en una parte muy grande de los ingresos de televisión y sostiene la industria, por supuesto. Pero hay que gestionar para que el producto estrella, que es el partido de fútbol, los elementos que lo componen, se protejan. Se toman decisiones para que estén mejores los estadios, el balón, los árbitros... Hay inversión, mejoras, pero con los jugadores también hay que tener cuidado. No es la gallina de los huevos de oro. Te la puedes cargar si la saturas y la saturas. Y no he terminado, que también están los aficionados, que son parte del partido, de ese producto estrella que se está vendiendo. Parece que tiene más importancia al que ve el partido en la tele en otro país que al local, que es el que siente los colores y va al estadio. Es tremendamente injusto, hay que organizarlo mejor.
–Al Málaga le han hecho un destrozo con los horarios.
–Viernes y lunes... Jugar en fin de semana tiene que ver también en el rendimiento. Osasuna no ha jugado de local ni un partido en viernes o lunes y ha ganado 18 de 20 partidos en casa.
–Ahí queda eso.
–No, es un dato estadístico que está a la mano de todo el mundo. No es lógico que haya equipos que no hayan jugado de local ni viernes ni lunes y otros que lo hayan hecho ocho, nueve o diez veces. Esos factores también forman parte de hacer una competición equilibrada. Si queremos justicia, habrá que equilibrar ese reparto. No puede ser el criterio nada más de unas audiencias porque la competición hay que respetarla y su igualdad de condiciones.
–¿Se sienten mercancía?
–Yo no me paro a pensar eso. Me encanta mi profesión, llevo muchos años en el mundo del fútbol, desde aficionado a profesional. También he estudiado formación. No sólo a nivel técnico, también de gestión. Tengo inquietudes gestoras. Entiendo un poquito cómo funcionan los medios, que he colaborado con algunos. Me ayuda para la toma de decisiones entender el entorno en el que me muevo.
–Volviendo a lo deportivo, ¿se pueden hacer pronósticos en este tipo de eliminatoria?
–Sí, pueden hacer todos los que quieran.
–Desde dentro, no desde fuera.
–Es que los que competimos no hacemos pronósticos. No conozco un deportista que los haga. Cuando compite en su cabeza sólo está ganar. Ese es el único que hay.
–Hombre, pero sí calculaba que haciendo un pleno y algunos pinchazos del Granada se podía ascender.
–No renunciábamos a ello por muy difícil que se viera. Cuando llegamos el equipo estaba en dinámica de salirse de los play off. Nuestro convencimiento era que no sólo podíamos revertir esa situación y estabilizar el equipo en los puestos de promoción sino que podíamos llegar al ascenso directo. Nos hemos encontrado un rival que no ha fallado. Con esos cinco puntos habríamos alcanzado al segundo pero el Granada tenía el golaverage directo ganado. Nos queda el reto del play off y vamos a intentar aprovecharlo.
–¿Sería un fracaso para el Málaga no ascender?
–A mí no me compete hablar de ese tipo de análisis, no está en mi cabeza pensar en cosas negativas.
–Siempre positivo.
–Siempre.
–Muy Van Gaal eso.
–Siempre positivo. Muy Van Gaal porque se puso de moda por aquello, pero las personas podemos clasificarnos de manera general en tres tipos: positiva, negativa y neutra. Yo estoy dentro de los positivos, como todo mi cuerpo técnico y la mayoría de la gente de la que me rodeo. Me gusta estar con mentalidad positiva, optimista, ambiciosa y valiente. Tenemos momentos negativos, como le pasa a todo el mundo. Los identificamos y sabemos salir rápidos de ellos.
–¿Va a seguir siendo igual de valiente en el play off?
–No tenga ninguna duda. Esa seña de identidad, de valentía y de jugar a que pasen cosas y no esperar a que sucedan. Somos un equipo que propone, activo y no reactivo. Eso no lo vamos a perder nunca.
–¿Los jugadores están capacitados para asumirlo?
–Tenemos confianza ciega en todos nuestros jugadores. El Elche es un buen equipo, la jornada anterior empató con el Dépor, que se jugaba estar en el play off. La alineación es una demostración de ello, de que confiamos en todos.
–Brilló un poco más Boulahroud, de los que menos se había visto durante el curso.
–Desde que llegamos lo hemos repetido constantemente, lo que nos gusta esta plantilla. Boula es un ejemplo de los muchos que tiene el equipo. Muy contento por él igual que por el resto de compañeros. Como cuerpo técnico tenemos dos responsabilidades, los resultados, porque de ello depende nuestro futuro;y la de mejorar a los jugadores. No hay nada que nos produzca mayor satisfacción que ver a nuestros jugadores crecer, impulsarles en su carrera. Llevamos acumulados varios casos de ese tipo.
–¿Alguno del que esté especialmente satisfecho?
–En el Betis el caso de Ceballos fue muy sonado. De estar en el banquillo sin continuidad y jugando poco, a fichar por el Real Madrid. Más crecimiento que ese, difícil se puede ver. En el Dépor también hubo casos parecidos como Luis Alberto y Lucas Pérez. Todos en el cuerpo técnico hemos sido futbolistas, le damos muchísima importancia a intentar mejorar a los jugadores porque creemos que es la mejor forma también de lograr el compromiso. Lo dijimos el primer día. Invertimos mucho tiempo en eso.
–¿Qué significa para Víctor el Dépor?
–Hay muchísimo sentimiento del Deportivo de la Coruña en mi corazón. Siete años increíbles como jugador. La fase de madurez como futbolista la viví allí. Tiene una importancia y un recuerdo maravilloso todo lo que sucedió en esa etapa. Viví lo más grande que uno puede soñar de niño, jugar en el Real Madrid, ganar títulos allí... Cuando juegas en un grande estás obligado a ganar todo, pero también tienes a tu disposición a los mejores futbolistas. Que equipos modestos como aquel Dépor se meta a pelear con los grandes aunque sea de manera esporádica... Con las diferencias económicas cada vez es más difícil que un equipo le dispute las ligas al Madrid y al Barcelona. Hay unos escalones salariales muy pronunciados en Primera. ¿Por qué en Segunda hay tanta igualdad? Porque las diferencias económicas no son tan decisivas. Incluso con los equipos que bajan y cobran la ayuda del descenso. Eso equilibra la categoría. Yo con el Dépor tuve la ocasión de llegar a lo más alto con un club humilde. Eso te queda grabado para siempre. Luego tuve la suerte de que se cruzara en mi vida para debutar como primer entrenador. Y en un momento complicado para la institución. Estaba incluso en riesgo de desaparecer. Era fundamental mantener la categoría por razones económicas. Estoy muy contento de haber podido participar en esa temporada y el final de la anterior.
–¿Pagó la novatada?
–No. Siempre analizo las situaciones desde una perspectiva positiva. El club decidió que no continuáramos el siguiente año después de dejar el equipo en Primera y con unos datos de rendimiento que eran los mejores en las últimas seis o siete temporadas. Máximo respeto por aquella decisión que además nos sirvió para continuar otro camino. Y aquí estamos. Muy agradecidos y con la conciencia muy tranquila. Lo que vino después ya no es responsabilidad nuestra porque no estábamos allí.
–¿Qué recibimiento espera?
–Siempre que voy allí, he recibido muchísimo cariño de la afición. Estoy muy agradecido tanto de jugador como de entrenador. Sólo pude devolverlo con cariño y trabajo. Ahora nos toca volver como rivales. Ellos saben que me he criado en la cantera del Real Madrid y como jugador del Dépor me tuve que enfrentar a ellos en una situación emocional difícil y ya vieron cómo competí. La profesionalidad está por encima de cualquier cosa y nos toca afrontar esto de la misma manera. Por mucho sentimiento y agradecimiento que tenga hacia el Deportivo, es nuestro rival en el play off y en mi cabeza lo único que hay es que vamos a pasar la eliminatoria.
–¿Le duele?
–No hay lugar para planteamientos de ese tipo. No hago esas reflexiones. Sólo tengo sitio para trabajar y preparar bien la eliminatoria porque tenemos un enfrentamiento dificilísimo contra un equipo tremendamente competitivo.
–¿Le quedó la espina de aquella Champions con el Dépor?
–No puedo responder de cualquier forma. Es un mal momento porque necesito pensarlo y mi cabeza ahora sólo tiene espacio para el Málaga. No me llega hasta allí, estoy con la cabeza en el partido del miércoles.
–¿Cómo fue la experiencia con los Genuine?
–Muy buena. Lo comenté en mis redes sociales, posiblemente el partido más emocionante de mi vida. Y he jugado unos cuantos. Lo pasamos fenomenal. Compartir tiempo con ellos es una pasada.
–¿Humaniza el fútbol?
–Yo creo que ésta iniciativa está muy bien, pero eso el fútbol lo tiene inherente a su esencia. Para nada creo que el fútbol sea un estamento cultural o un segmento social deshumanizado. Al contrario. Precisamente lo que hace el fútbol es humanizar. Podemos preguntarnos qué aspectos en la vida en general están haciendo que vivamos en una sociedad deshumanizada. Por ejemplo la conexión tecnológica que nos desconecta de las personas. No hay mejor cultura que la del deporte para fomentar el desarrollo de las relaciones personales, relaciones de calidad. Que se creen contextos sociales en los que la convivencia sea lo más positiva y productiva posible.
–Se está viviendo la eclosión del fútbol femenino. ¿Cree que es algo pasajero o llega para quedarse?
–No, viene para quedarse seguro. Aquí vamos tarde. En Estados Unidos lleva años siendo un deporte importantísimo. Vamos un poco a remolque pero está fenomenal. El deporte como elemento generador de igualdad de oportunidades. Es por lo que debemos abogar. Tenemos que aceptar la diversidad que hay entre personas, entre culturas, entre sexos. Hay que aceptarlo, no podemos pretender ser iguales. Somos todos diferentes, tenemos nuestros rasgos característicos que nos diferencian, pero la igualdad de oportunidades por la que tenemos que abogar. Y ahí entra de nuevo la cultura del deporte.
–¿Hay demasiada condescendencia con el fútbol femenino?
–Como espectador y aficionado veo la gran explosión y desarrollo que está teniendo, pero todavía hay muchísimo que invertir, y no sólo en el fútbol, para que tenga las mismas oportunidades que el femenino.
–Aparte del fútbol, es aficionado al tenis, pero no como Joaquín, usted de verdad.
–Me gusta muchísimo. Yo fui campeón de Getafe infantil, cuidado. Mis títulos como futbolista nunca los pongo encima de la mesa, pero este...
–Tampoco pone el de campeón de España de fútbol sala.
–Fue en la misma época. Yo jugaba al fútbol sala y al tenis en Getafe y teníamos un equipazo allí en el barrio. Quedamos campeones de España, con Iván Pérez Muñoz. Yo siempre digo que vivimos en la calle más futbolera de la historia, la calle Alonso Mudarra. En apenas 150 metros, tres futbolistas profesionales del Real Madrid. Eso no sucede muchas veces en la historia. Alfonso, Iván y un servidor. Pero el tenis me apasiona. Lo considero un deporte durísimo a nivel mental. Físicamente también tiene una exigencia tremenda, pero a nivel mental es la máxima exigencia individual. Eres tú y no te puedes apoyar en nadie. Cada golpe que das tiene una carga emocional y necesita de una autogestión propia tremenda. Los tenistas de élite son unos expertos en la gestión de emociones.
–También los ciclistas.
–También, también, pero los ciclistas en la gestión del sufrimiento.
–Ya se ha pegado alguna escapada por aquí.
–Ya me he pegado alguna. Tenemos además un ritual y es que antes de cada partido tenemos que subir a la fuente de la reina.
–¿Y cuál es la valoración de Torrontegui? [El masajista del Málaga es toda una institución en el mundo del ciclismo, yendo a varios Juegos Olímpicos con la selección española entre otros logros]
–Me está poniendo muy buenas notas y además me tiene preparadas las bebidas reconstituyentes para después de las etapas para que esté listo para las siguientes. Me ve bien, me ve bien, me tiene equipado para estar a tope además. Es un fenómeno.
–Fútbol, fútbol sala, tenis, ciclismo... ¿Algún deporte más?
–Es que me gusta todo el deporte. Yo soy el típico que me veo lo que me echen. Olimpiadas, pues Olimpiadas. Me gusta practicarlo y me gusta verlo. También le pego al baloncesto. El básket es súper divertido para jugar. Al golf... Lo que pasa es que ahora estoy envenenado por el ciclismo. Ahora es fútbol y ciclismo. Porque además es un ejercicio que produce un beneficio tremendo para la salud el montar en bici. Desde que conocí a mi amigo Luis Pasamontes, ex ciclista profesional, hace un año y medio, me ha liado... Yo ya era aficionado pero no montaba todavía y empecé a pedalear con él. También con muchos amigos que he ido haciendo ya. Tenía un club ciclista montado que se llama Gregarios, que es una palabra sensacional. Un concepto de trabajo y ayuda en equipo que tiene el ciclismo. Ha escrito un libro que recomiendo que se llama ‘El Liderazgo del Gregario’. Tiene muchísimo significado ese título. Encaja muchísimo con la filosofía de trabajo que tiene nuestro cuerpo técnico. Filosofía de liderazgo compartido donde lo que más nos gusta es repartir responsabilidades entre todas las personas que nos rodean. No sólo del cuerpo técnico, también los asistentes que tenemos dentro del club, los jugadores, miembros de otros departamentos... Creemos que dándole esa libertad, esa fuerza, esa capacidad de decisión a las personas, se puede conseguir mayor rendimiento. Lo que hay conseguir es responsabilizarlos para que todos vayan en la misma línea. Y del ciclismo se aprende.
–Hay veces que al futbolista le cuesta ser gregario.
–Claro que cuesta. Le cuesta a todo el mundo. Por eso ese libro es muy recomendable. Un gran aprendizaje. Nosotros se lo regalamos a todos los jugadores y a todos los empleados para que lo lean. Estoy muy contento de ver que lo están leyendo y haciéndonos comentarios al respecto. Es un libro que se lee muy fácil. Porque cuando te cuenta un deportista de élite su propia historia de vida, analizada y llevada a un aprendizaje tan claro y contundente, te engancha.
–¿Qué otras lecturas recomendaría?
–Tengo una pila de libros ahora en lista de espera... Sobre todo relacionados con el deporte. También Canastas Sagradas, Jugar con el Corazón de Xesco Espar... Esos me parecen muy importantes.
–¿Uno que le haya marcado especialmente?
–Cada vez que lees un libro vas mejorando.
–Parece que el término coach alcanza nuevos niveles. Encaja Víctor en un perfil de técnico más moderno. Digamos que no es Luis Aragonés.
–Pero para mí Luis Aragonés es el entrenador más importante de la historia del fútbol español. Es el que ha creado el modelo de juego combinativo del fútbol español. Es el que le dio la confianza a Xavi Hernández para poder construir el modelo de juego de la selección española. Era un momento muy complicado. Yo fui jugador de la selección de Luis en ese momento de revolución. Había demasiada crítica hacia él y los jugadores. Y afrontó ese cambio de La Furia a lo que algunos han llamado el tiki-taka. A mí me gusta más hablar de juego combinativo. Como decía Aragonés, el dueño del balón es el dueño del juego. El fútbol español le debe muchísimo a Luis Aragonés. Es una referencia sin duda. Lo que pasa es que se va evolucionando, pero él era un gran gestos de emociones.
–Quizás porque también fue un gran futbolista y los entendía.
–Porque tenía esa capacidad. Tenía esa experiencia de vida que te otorga habilidades de gestión. Nosotros cumplimos a rajatabla algo que él decía y es que el fútbol es de los futbolistas. No imponemos un sistema. Trabajamos en tener conocimiento de todos los sistemas que dan alto rendimiento para poder elegir el mejor para los futbolistas que tengamos. Adaptamos el sistema al futbolista.
–Y le marcó mucho Capello.
–Vive por aquí cerquita, tiene casa. Hablamos de vez en cuando por mensaje, es un referente. ¿El que más me ha marcado? Todos los entrenadores te dejan huella.
–Ese carácter del italiano es inimitable.
–Cada persona es diferente. No creo en las imitaciones. La credibilidad de las personas está en ser uno mismo.
–¿Ha pecado alguna vez de eso, de intentar imitar?
–Yo no planteo eso como filosofía de comportamiento. Lo tengo muy marcado por la educación que me han dado. Nunca. De hecho cuando me preguntan por ídolos me cuesta responder. Uno busca muchos ídolos para mejorar en muchas cosas. La referencia para competir contra uno mismo, esa es la mentalidad ganadora. Es lo que yo he tenido desde pequeñito en el Real Madrid. Ese afán de mejorar constantemente, esa presión por tener que ganar siempre. Ese me llevó a entender que mi máximo se alcanza compitiendo contra ti mismo, tratar de estirar la mejor versión de ti mismo más allá.
–¿Celebración del ascenso con unas sardinas?
–Se va a quedar corto, habrá que meterle alguna cosa más.
–Es que dicen que está enganchado a los espetos.
–Sí, pero las celebraciones tiene que ser por todo lo alto.
–¿Se ha imaginado ya ascendiendo?
–Claro que nos vemos, para eso estamos aquí, porque lo vemos, lo visualizamos.
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