Dioni: "Se me pone la piel de gallina cada partido en La Rosaleda"
El delantero habla de su presente y futuro, de Chupete, de su renovación en una entrevista con Málaga Hoy
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![Dioni, en el mural de Pedro Bazán.](https://static.grupojoly.com/clip/72669303-98a7-4d0a-b069-c78351d7513a_source-aspect-ratio_1600w_0.jpg)
Dionisio Emanuel Villalba (1989) tiene 35 años porque lo dice su carné, pero el césped dice otra cosa. Liberado y en plenitud de madurez y mental, atraviesa un fantástico momento. Racha de goles y de juego, es el máximo goleador del Málaga en una temporada en la que muchos pensaban que Segunda le vendría grande. El malagueño reflexionó sobre esto y mucho más en Málaga Hoy.
Pregunta.-Nos tienen tan mal acostumbrados que ve uno al Málaga perder dos partidos y empieza a haber algún runrún, alguna duda. ¿Cómo se tranquiliza a la gente?
Respuesta.-Bueno, pues teniendo en cuenta que también hemos pasado un momento parecido que fue con el partido Levante y Castellón… Es normal, la categoría está muy igualada. Creo que ha habido partidos que hemos ganado que incluso hemos estado peor y hemos ganado el partido. Y estos dos partidos últimos han sido, ya te digo, podría haber pasado cualquier cosa. Al final están los tres resultados, victoria, empate o derrota. Y podría haber estado de cualquier lado. Pero en este sentido no está de nuestro lado ahora. Lo que hay que hacer es seguir haciendo lo que estamos haciendo. Al final somos un equipo muy competitivo, que compite en todos los campos, que compite con cualquier rival. Siempre estamos metidos en partidos y al final, si tú eres un equipo con esas características, siempre tienes la opción de ganar.
P.-A toro lo pasado piensa, igual teníamos que haber amarrado un poquito más el empate y no ir tumba abierta por el contrario, tanto en Anduva como en Zaragoza.
R.-Está también esa manera de afrontar algunos momentos de partidos, pero sí es verdad que nosotros al final siempre queremos ganar. Y bueno, a toro pasado... Yo creo que también lo que estamos cambiando un poco del año pasado es eso. Siempre vamos por el rival, siempre queremos jugar, queremos hacer un buen juego y atacar. A veces dejamos espacios atrás y si el rival está medianamente bien, te puede marcar un gol, está claro.
P.-¿Le da mucho coraje marcar en partidos en que no se puntúa?
R.-Sí, bastante. Al final cuando marcas y encima das los tres puntos, te vas con otra sensación. Yo la verdad es que me fui con una sensación muy mala a casa. Al final somos futbolistas y esto es de equipo. Sí, tú metes tu gol, pero si el equipo no gana no vale de nada. Se va uno contento cuando gana y ve a todo el mundo que está animado, que la afición esté contenta y trabajamos para eso, para ganar.
P.-¿Le da muchas vueltas a las que no entran? ¿Le quitan el sueño?
R.-No, muchas no. Tuve una el otro día. Después sí que lo analizo y tal. Podría haber hecho el pase atrás de Guti, podría haber hecho muchas cosas, pero en el momento no es tan fácil. Yo en ese momento no veía al portero, podía haber tirado de primeras, pero bueno, eso es cuestión del fútbol y son cosas que pasan. Ojalá tuviera muchas más de esas y fallara.
P.-La acción del gol fue quizás el gol más fácil de la temporada, se la dan más en bandeja, pero bueno, también había que engañar al defensa y desmarcarse.
R.-Sí, de esos goles, es el primero que ha sido de empujarla, me la puso muy bien Lobete. Los demás goles han sido diferentes. Larru es verdad que hizo un desmarque muy bueno también, arrastró a uno de los centrales al primer palo y también el mediocentro -Arriaga creo que era- fue al primer palo y me quedé solo en el segundo. Pero bueno, hay que estar ahí, al final es lo importante, estar en el área y siempre llega alguna.
P.-Está en un momento de confianza y de forma que en el Málaga seguro que es el mejor. Pero comparado con su carrera, ¿a qué nivel se siente?
R.-A nivel goleador y físico en otros momentos he estado mejor, sobre todo en la época que yo tenía, 27, 28, 29... hablando físicamente, mentalmente es diferente. Ahora soy una persona más hecha, sobre todo este año, lo he dicho muchas veces, estoy disfrutando mucho más. No me rayo tanto por pequeñas cosas que ya me rayaba, me centro más en disfrutar, en jugar al fútbol y es lo que hay que hacer al final. Para qué comerte la cabeza por muchas cosas, este control lo he hecho mal, este pase lo he hecho mal... son cosas del fútbol, hay errores, aciertos y lo que me he propuesto es disfrutar de esta temporada.
P.-¿Pero siente que se ha levantado también una persiana, que ve el fútbol mucho más claro?
R.-Ahí también va lo que le estoy diciendo, si tú estás más tranquilo, juegas más a divertirte… A ver, matizo, te diviertes, pero luego te desgastas en el campo, corres y demás. Lo que quiero decir es que cuando tú estás alegre, vas suelto y demás, aparecen más cosas, lo ves todo diferente. Ves los pases que antes no veías, piensas en el momento ‘me va a llegar y voy a entrar al segundo palo. También son rachas, hay que saber que son rachas.
P.-¿Qué le dicen los compañeros? Que está en plan Benzema, ¿no?
R.-Sí, en plan Benzema (ríe). Los compañeros siempre están con el cachondeíto con el tema de la edad, las cosas y demás, pero al final siempre quiero sumar, siempre quiero ayudar a mis compañeros. Nos ayudamos mutuamente y así hay que seguir.
P.-Su prime fue en Primera RFEF o Segunda B, pero este año es el Málaga y es segunda. Hay una serie de pluses también que lo cambian todo. ¿Hasta cuándo cree que puede estirar esta segunda juventud?
R.-No lo sé, creo que es todo más mental que otra cosa. Físicamente siempre tienes tus picos de forma, incluso ahora yo creo que estoy físicamente un poquito peor que cuando acabé la primera vuelta, aunque parezca que no y después los datos digan que has corrido más que el otro partido y yo me he encontrado peor. Al final son las rachas, metes un gol, te vienes arriba, son momentos. Hay que entender que hay picos, más buenos y más malos, así que a alargar todo lo que pueda. Me gusta mucho este deporte y encima estoy donde quiero estar, en mi casa, en mi Málaga, y ya le digo, estoy viviendo un sueño.
P.-Y tuvo que venir un virus para tumbarle por primera vez en el año, Porque no se había perdido un solo entrenamiento.
R.-No, creo que no me he perdido en ninguno.
P.-Esa plenitud mental, pero física, y que va ligada también al entrenamiento invisible y a la alimentación.
R.-Sí, un poquito de todo. Tampoco hay mucha diferencia de lo que hacía el año pasado a este, pero bueno, siempre al final todo suma. Todas las pequeñas cositas que haga, pequeños detalles, suman. Vuelvo a repetirle, el tema mental influye mucho también a la hora de, si tú estás mal mentalmente, físicamente vas a estar hecho una mierda, eso es así. Las piernas no te van, no te funcionan. Como este año estoy disfrutando y estoy muy liberado, pues al final parece incluso que estoy más rápido, que parezco más joven, lo que la gente dice, ¿no? Pero al final soy el mismo de siempre, cumpliendo un año más, pero soy el mismo de siempre.
P.-Cuando a uno le duele algo o está resfriado va al médico, pero cuando a uno no se encuentra bien mentalmente parece que muchas veces se tiene más reparo en acudir a lo mejor al psicólogo o a alguien que te pueda ayudar. ¿Utiliza esa herramienta o en quién se apoya cuando ves que a lo mejor hay algún nubarrón ahí rondando?
R.-Buena pregunta. El año pasado hubo un momento en la temporada, que no sé si fue enero, febrero o marzo, no recuerdo bien, en el que yo estaba un poquito mentalmente colapsado, me puse una expectativa muy alta cuando vine. También la gente tenía una expectativa conmigo al ser el máximo goleador histórico y demás. Todo eso se junta y fue un cóctel ahí en el que no me salieron las cosas. También había gente en el equipo que estaba dando un nivel muy alto y no había espacio en ese momento para que yo jugara. Yo lo reconocía y no echaba mierda a los lados, sino me centraba más en mí, en yo recuperar lo que he sido siempre. Entonces, claro, creo que no era un tema físico, era un tema más mental. Aquí hay una persona que trabaja en ese aspecto, un coaching deportivo y estuve trabajando con él un tiempo. Me vino muy bien, la verdad, sobre todo de cara a lo que venía, que era lo más importante, el play off y demás. Me preparé mentalmente y físicamente para ese momento y así lo hicimos, trabajamos de esa manera. Y al final, pues mira, el trabajo dio sus frutos.
P.-Está en Málaga, está donde quiere. Sólo falta también que a ver si se enrolla el director deportivo y hace una llamadita. ¿O ya le ha tocado?
R.-No, de momento nada. También le digo, no sé si he hablado con mi agente, no tengo ni idea en ese sentido. Estamos en el mercado que estamos, en el mercado invierno. Hay también gente que empezaron antes con renovaciones, con Cordero, Kevin y demás. Se habló algo de Alfonso, no sé. Pero bueno, ya si llega, llegará. Ellos saben que yo estoy aquí súper contento y demás. Y ya está. Yo también sé que es un proyecto de gente joven, de cantera y demás y puedo entender por una parte que tengo 35 años. Bueno, yo ya le digo, me encuentro muy bien y los números están ahí. Lo que tenga que llegar, llegará. Ahora mismo estoy centrado en rendir al máximo con el Málaga. Ayudar al Málaga con mis cosas, con mi fútbol y lo que tenga que ser, pues será.
P.-¿Le ha llegado alguna llamadita? Acaba contrato y cuando uno acaba contrato, siempre hay alguien que quiere fichar.
R.-Bueno, a mí directamente no me ha llegado nada. O sea, me llegan todos los años ofertas en el mercado invierno de países asiáticos. Pero...
P.-No se ve.
R.-Nanai, de momento no. A lo mejor dentro de dos años, quién sabe, ahora mismo no me veo. Yo estoy centrado en Málaga, en lo que hay que hacer y ya está. No hay más.
P.-¿Cómo ve la irrupción de Chupete y qué le parece como futbolista?
R.-Pues la verdad es que muy, muy bien. Chupete… Sí, es verdad que recuerdo los primeros entrenamientos que vino, que estaba un poquito… como que le costaba más. Pero ahora lo veo muy suelto. La temporada que está haciendo en el Malagueño, yo creo que también le está dando mucha confianza. Y cuando viene aquí al primer equipo, es que parece uno más. O sea, es que no se ve esa diferencia muchas veces que yo he visto en otros clubes. Aquí es verdad que pasa menos, porque la calidad de la gente en la cantera es muy alta. No se nota la diferencia cuando sube un canterano. Lo ves suelto, siendo él en el primer equipo. Tiene un futuro bastante prometedor.
P.-¿Le recuerda a alguien?
R.-No sé, tendría que analizarlo más en profundidad. Es un rematador. Rematando me parece muy buen futbolista. Y después con los pies hace también cosas interesantes. Tiene futuro.
P.-El otro día coincidieron un rato en el verde.
R.-Entró y ya hice más de segunda punta. Tampoco tuvimos en esos minutos mucho acercamiento al área. Estaba el partido un poquito más apagado y no tuvimos muchas acciones. Yo le dije, encárgate tú más de los centrales, yo vengo un poco más a hacer la segunda punta e intentamos hacer algo.
P.-Se está hablando mucho del delantero en el mercado de invierno. ¿Hace falta?
R.-Yo no soy director deportivo, yo no soy entrenador, yo no soy nadie como para decir si hace falta o no hace falta. En todos los mercados siempre aparece la palabra delantero, que hace falta un 9. No solo aquí en Málaga, sino en todos los equipos. Es algo normal que siempre está ahí. Y si viene alguien que venga para ayudar, pues yo lo veo bien. Al final, el Málaga tiene que ver también el perfil que quiere, si lo encuentra o no lo encuentra. Entonces, bueno, eso lo dejamos a la parcela de dirección.
P.-Se han leído algunas críticas a Ochoa. Un poco llamativo, ¿no? Alguien que tiene tanto talento, que es insultantemente joven y que ya es increíble que esté en dinámica de un primer equipo profesional. Que se le señale directamente… Es un poco feo. ¿El chico es permeable a eso?
R.-No sé, yo por ejemplo hoy lo he visto y lo veo tan normal como siempre. No sé tampoco si tiene redes sociales. Yo como lo tengo, no sé quién tiene, quién no tiene. Si lee ese tipo de comentarios, no lee comentarios. Bueno, en el momento del partido a lo mejor que pierde un balón, pues se escucha el runrún. Pero bueno, eso es algo normal. Eso es fútbol, eso es normal. Le pasa a todos los futbolistas. No he entrado en detalle de preguntarle cómo está. Yo lo he visto bien, lo he visto bien. Está claro que al final afecta muchas veces. Tiene 17 años...
P.-¿Quién cree que va a ser el jugador de la segunda vuelta del equipo?
R.-Pues... Buena pregunta, ¿eh? Y también tiene difícil respuesta. Eso no se sabe, la verdad. Pero bueno, a ver si... Yo creo que todos, que todos sumamos, que todos demos el 100%, que todos estemos al mejor nivel, que va a llegar seguramente, va a llegar al 100% y ya está. Esto es una cosa de todos, no solamente de una persona o jugador. Todos, por igual.
P.-Y el todos sigue sano y fuerte, ¿no?
R.-Sí, sí. Eso no cambia. Es lo bueno que tenemos, que muchas veces las derrotas no nos hacen que nos separemos, que haya rifirrafe en el vestuario. Es que en ese sentido es todo muy sano en el vestuario, súper sano. Es difícil, sobre todo aquí en el Málaga, en un club tan grande, suele haber más gallitos y demás, pero la verdad que en ese sentido lo que han firmado y lo que había son todos del mismo perfil, de gente muy del estilo. O sea, gente humilde, gente currante. El que no juega aprieta para jugar. También hay que decir que el míster, en ese sentido, tiene parte de culpa. En el hecho de que él exprime mucho a los jugadores, la gente sabe que, bueno, que tiene que dar el máximo y si no da el máximo, da igual cómo te llames, que no vas a jugar.
P.-Un momento en la Rosaleda de este curso en el que se le haya puesto la carne de gallina.
R.-Se me pone de gallina todos los partidos. Sobre todo cuando empieza el partido, los cánticos, se me ponen siempre la piel de gallina. Es una pasada. Y cuando me marco gol, esa sensación de... muchas veces no eres consciente, ¿no? De hecho, el otro día me vino algo dentro. Cuando estaba Jose González de entrenador, que estuve con él en el Cádiz y tenía relación con él, le pedí una entrada para ver un partido, todavía en Primera División. Y da la casualidad que cuando nosotros venimos del hotel de concentración que venimos para el partido, entramos por la calle, por la parte del río que da a Preferencia. Y me vino la imagen de ese día, que me dio dos entradas, vino un amigo y me vino la imagen de ese momento, de cuando yo vine a ver el partido que se ve totalmente diferente. Cuando tú lo ves desde la grada y tú no estás en el Málaga, lo ves totalmente diferente. Y piensas, coño, me gustaría jugar algún día en la Rosaleda. Pensé en ese momento: ‘Tío, ahora estoy montado en el autobús del Málaga yendo a un partido y voy a jugar con el Málaga.
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