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Es difícil tener certezas sobre la evolución de los jóvenes, pero en el Málaga se tiene bastante claro que la apuesta por Andrés Caro debe ser ganadora y que será un jugador importante en el futuro del club. El joven rinconero de 18 años, desde alevines en la Academia, tuvo una hora de partido en el empate ante la Ponferradina por la lesión de Juande Rivas. Unida a la de Peybernes y al hecho de que el centro de la zaga es una zona que ha ofrecido dudas, puede que Andrés haya llegado para quedarse, su esperada hora.
Otro canterano, Isma Casas, había sido recurso de urgencia para el centro de la zaga, pero ni siquiera fue convocado para el partido ante la Ponferradina. El jiennense, que comparte agencia de representación con Natxo, no está convenciendo al entrenador, que tras el partido admitió que había sido una decisión técnica. Y que Andrés Caro era la opción para el centro de la defensa en caso de problemas, como finalmente hubo con una nueva recaída para Juande, que preocupa bastante.
El rinconero jugó en cuatro equipos distintos la temporada pasada, desde el juvenil B al primer equipo pasando por el juvenil A campeón de Liga y Top 4 español y el Atlético Malagueño. Pellicer le dio el premio del debut en el tramo final de Liga, aún con 17 años, uno de los más jóvenes en vestir de blanquiazul en la historia. Este año ha bajado alguna vez con el juvenil, como en la eliminatoria de Copa ante el Celta, pero es en el Atlético Malagueño donde está teniendo más protagonismo.
En la hora de partido tuvo algún momento complicado, le tocó lidiar con Yuri, de 39 años, que en 2004, cuando nació Andrés, ya marcaba goles a puñados en el fútbol profesional, ya en el balompié portugués. Pero salió indemne. Jugando desde el perfil derecho, con Lombán en el izquierdo, Caro participó en el juego. Sus dos primeras acciones con el balón demostraron el aplomo para sacarlo jugado, una de sus características. De hecho, hay quien le ve como posible mediocentro en el futuro. Ganar cuerpo para batallar en los duelos es siguiente paso. Tocó 56 veces el balón, con un 81% de acierto en el pase. De 10 pases largos en siete acertó. Perdió 12 balones, ganó la mitad de los duelos (tres de seis) y realizó con éxito dos tackles. Merodeó el área contraria en el balón parado también.
“Felicitar a Andrés, lo hizo muy bien y el trabajo tiene su premio. La gente de la cantera debe fijarse en eso. Sale un chaval de la cantera y lo hace muy bien. Está de enhorabuena”, decía Brandon Thomas refiriéndose a Andrés. Estudiante ejemplar, sigue formándose para acabar el Bachillerato y preparar el salto a la universidad. Cortejado por equipos de nivel desde niño, tiene claro que quiere llegar al menos a ser jugador del primer equipo malaguista. Compañero de clase de una de las hijas de Duda, que le conoce desde que era un bebé, Andrés Caro, con las lesiones de Juande y Peybernes, puede tener la oportunidad que cualquier canterano sueña. Ante la Ponferradina demostró que se puede contar con él.
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