FC Cartagena-Málaga CF: Bella horrible victoria (0-1)
Primer triunfo en 2025 con un gol de Roko Baturina en el minuto 94 en la última acción del partido
Así te contamos el triunfo

El Málaga consiguió su primera victoria de 2025. Sei bella come un gol al 90’. O al 94’, claro. Lo épico, lo cinematográfico, le dauna gracia especial a este deporte, cruel con la justicia muchas veces. De los seis partidos disputados en el año nuevo, probablemente el peor de todos fue ante el colista Cartagena. Lo tuvo que doblegar en la última acción del encuentro con un golazo de Roko Baturina, una mezcla de antihéroe y loser que es mejor futbolista de lo que muchos se creen.
Ya no valía lo de jugar un fútbol champagne pero claudicar. Se trataba de ganar, no hay que olvidarlo, y se logró. Además, con dosis de lo que fue la primera vuelta. Con su pizca de suerte, su pizca de santo (Alfonso Herrero) y su mucho de inqubrantable fe.
Sorprendió Pellicer con su alineación porque varió el dibujo. Había bajas importantes, sumándose a última hora Álex Pastor. Eso le forzó a poner una defensa infrecuente con Jokin Gabilondo, Murillo y Einar Galilea de centrales y Dani Sánchez en el flanco zurdo. Si bien las grandes novedades estuvieron por delante. Por un lado, Izan Merino junto a Manu Molina, Julen Lobete de vuelta a la banda izquierda y lo más llamativo, Dioni en punta junto a Chupete.
Como se esperaba el Málaga tuvo la iniciativa y la posesión ante el colista, que sin embargo fue quien dispuso de más y mejores ocasiones hasta la recta final de la primera parte. Alfonso Herrero se opuso a Escriche en dos acciones en las que el efesé encontró fácilmente las cosquillas de los centrales. Castigaba los errores en la salida de balón el conjunto de Romo, mucho más ordenado que antes.
El Málaga se movía en posesiones superiores al 60%, sin embargo, casi nunca supuso ventaja alguna. El balón se movía, pero al llegar a las zonas donde hay que encender la bombilla, nadie aparecía. Es cierto que hubo un pisotón de Núñez en el área sobre Julen Lobete.
Erró no pocas veces en la salida, entregas sencillas al contrario. Una de Murillo a los 39 minutos la logró rectificar Einar en el área cuando Millán se relamía ya. También Manu Molina tuvo un par de malos pases, algo poco habitual para alguien tan fiable. Le falta un un punto de tranquilidad y visión a los de Pellicer.
Aun así, casi se marcha por delante en el marcador a la caseta. Rondaba el 40’ de juego cuando una subida de Dani Sánchez provocó una doble ocasión. El lateral se la sirvió primero con astucia a Lobete, pero su disparo de topó con Campos. El rechace fue a parar a Dioni, que vio el hueco justo para burlar al defensa y al meta, en cuyo pie fue a dar el esférico para desesperación del punta malagueño.
Doble cambio en el descanso
Todo el mundo sabía que Ramón iba a entrar al descanso por el amonestado Izan Merino. No así el otro cambio. Poco antes de reanudarse el juego, Lobete notó una molestia y se tuvo que quedar fuera. Pellicer, sorprendentemente otra vez,no tiró de ninguno de los tres extremos zurdos que tiene sino de Aarón Ochoa. Fue precisamente el internacional irlandés quien pudo romper las tablas, especialmente con un disparo seco con la zurda repelido por Campos.
Eso no achantó al Cartagena, que aprovechó otro falló en el pase de Murillo para montar una contra que no supieron aprovechar. Un minuto después, otra vez encontraron las cosquillas malaguistas y Herrero tuvo que hacer su magia ante Núñez y Ndiaye.
A partir de ahí, con Ramón, Manu Molina y Ochoa, el Málaga recuperó el cetro y mandó sobre el verde, sin poder, no obstante, transformarlo en peligro. Y así siguió siendo hasta el final pese a los cambios de Pellicer, que tiró de Kevin, Baturina y Cordero (el jerezano casi en el 90’).
En los suspiros finales se rompió un poco el partido. Luna mandó por encima del larguero un remate de cabeza en boca de gol. Reclamaron sendos penaltis en cada área Galilea y El Jebari. Muresan Muresan, con mucha personalidad, dejó seguir. Había concedido apenas tres minutos. Y llegó el Baturinazo.
Una galopada desesperada por la derecha, un centro de Gabilondo, que había estado impreciso todo el envite, y un remate con la pierna impropia del croata. El Málaga logró los puntos y era de lo que se trataba. Lo mereció menos que otros días. Fútbol.
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