Del frío al calor de los pitos

MÁLAGA/Otro lunes... Y vaya lunes para el malaguismo. Nueva derrota y la permanencia a cinco puntos cuando se podía volver a poner al alcance de la mano. Lo peor, que no hubo tiempo para entonarse o creer que enero cambiaría las cosas con un chasquido. Sergi Darder tardó seis minutos en hacer el primer y definitivo gol del Espanyol. Suficiente para levantar las iras de La Rosaleda contra Míchel, primero, y de forma más unánime contra la propiedad, que ayer volvió a tener representación en el palco por medio de los hijos del presidente, Nayef y Nasser Al-Thani.

Lo claro es que ya nadie se libra de las miradas de la grada. Solo los nuevos, privilegiados, estuvieron exentos. También Iturra, curiosamente, pese a algunos gritos desafortunados en aquel entrenamientdo del 28 de diciembre. Al chileno se le pasó la mano después de un par de robos y pases buenos, porque al final lo que cuenta es que sume. Cuando llegó con el Granada después de su polémica salida el recibimiento fue como el que tuvo Darder: entre pitos, el sonido más repetido en toda la noche. Y más con su tanto, pese a pedir disculpas, pero no se libró en la mayoría de sus posesiones.

Lo de ayer fue un día de muchas reivindicaciones, más que de fútbol. El guión del partido no ayudó y la falta de acierto fue detonante para que otros tantos como Peñaranda o En-Nesyri se llevaran sus golpes. Se oyeron frases, algunas ya habituales, otras rescatadas de tiempo atrás. "Esta camiseta no la merecéis" o "mercenarios". Un popurrí de calamidades que reforzó los miedos del equipo. Porque así se le ve en el campo: asustado, perdido, tenso. Como el Málaga que se encontró Míchel hace casi un año, pero ya sumido en el más absoluto desastre y sin rumbo ni recursos.

Quedan muestras en el campo de que la situación duele. La última tangana fue una forma de descargar el cabreo monumental de más de uno. Recio ya soltó algún codazo durante el choque y precisamente, como ya se vio al capitán en otra ocasión, se contempló a Diego González al término del encuentro: con lágrimas en los ojos y abatido. En enero, nada menos, cuando aún no se ha cerrado la primera vuelta.

El pitazo final de Mateu Lahoz fue pasar del frío absoluto al calor de la rabia descargada. Se piden cambios y acción a la propiedad. Los Al-Thani van llegando, ya están además de los mencionados Nayef y Nasser sus hermanas Hamyan y Ghazalat. El presidente, Abdullah, aún está pendiente de aterrizar en la Costa del Sol mientras se le veía hace varios días en redes sociales por París junto a otro de sus hijos.

La presencia de los Al-Thani resulta vital para agilizar los trámites de este mercado de invierno. Iturra ya tuvo que esperar cinco días para ser oficialmente jugador del Málaga -incluso tuvo que entrenar bajo techo mientras se cerraban los trámites- y Alberto Bueno esperaba desde el 30 de diciembre, cuando pasó el reconocimiento médico. Al menos Míchel confirmaba en rueda de prensa, tras el choque, que "el papelito" para formalizar su cesión desde el Oporto "se firmó como una hora antes del partido". A paso lento, pero se anda.