El hijo de Baha, internacional sub 15 de Marruecos con 12 años

Dicen que de tal palo, tal astilla. Las cosas del refranero, que siempre tiene una frase a mano para cualquier situación. En el mundo del deporte en general y del fútbol en particular, es algo habitual ver a algunas sagas. Martiricos también tuvo y tiene las suyas. Y hay otra en ciernes, la de los Baha, un apellido que en clave del Málaga CF dirige a Nabil, el internacional marroquí que ayudó al último ascenso entre otros logros. Ahora su hijo recoge el testigo y empieza a brillar a su corta edad.

Fue precisamente jugando Baha en las filas blanquiazules cuando nació Ziyad allá por 2009. Era demasiado pequeño para recordar esos años dulces de su padre, que además de marcar goles en la Primera División española solía acudir con la absoluta de los Leones del Atlas. Ya tenía algo más de conciencia cuando se fue al Sabadell en 2011, pero entonces le tiraban más los guantes de portero. Pero el gran cambio llegó cuando Nabil y su familia se trasladaron a vivir a Marruecos, de donde son originarios, cuando el punta aceptó la oferta del FUS de Rabat.

Mientras daba sus últimos servicios como jugador y empezaba a orientarse a los banquillos, su pequeño Ziyad iba enamorándose más y más del balón, del que prácticamente no se ha separado hasta hoy. El pequeño Baha es delantero en la cantera del FUS de Rabat, donde este curso acumula 32 goles. A sus 12 años, ya es habitual verlo en categorías superiores, donde también destaca pese a que se enfrenta a chicos nacidos en 2007/2008.

No solamente en su club, también la selección marroquí cuenta con él y ya ha jugado dos partidos con la sub 15, firmando cinco tantos. La cuestión es que antes también contaban con él para categorías superiores por su calidad, pero ahora también ha sufrido un gran crecimiento físico y eso le ha terminado de catapultar. Destaca por altura y corpulencia junto a chavales dos años mayores.

Además de jugar muy bien al fútbol con sus cortos 12 años, ya tiene mucho adelantado si algún día decide hacer como su padre y ser un profesional trotamundos. Ziyad, de momento, habla español, francés, árabe y chapurrea algo de inglés. Todavía le falta el portugués para alcanzar a su políglota progenitor.

Evidentemente, todavía es pronto para saber qué deparará el futuro a Ziyad Baha, pero su fijación por llegar a ser futbolista profesional y su determinación son impropias de alguien de su edad. Su padre, que ha vivido casi de todo en el fútbol, le sabe orientar y le guía en este camino que quiere escoger.