Los 'hijos' campeones de Loren Juarros

El seguidor malaguista ha vivido un verano difícilmente repetible con emociones a flor de piel. Justo hoy se cumple un mes de lo que ocurrió en Tarragona, la épica remontada sellada por Antoñito Cordero en el minuto 122 para devolver al club al fútbol profesional. Después, quizá con esa sonrisa tranquila del que está en una nube y con paz interior, se vio la guinda de una Eurocopa. No hubo una representación malagueña, por diversas circunstancias no estuvieron Isco o Brahim, pero ha sido un equipo que ha conectado con su frescura, desparpajo y gran juego con todo el aficionado al que le gusta el fútbol.

En un equipo con mucha variedad de clubes aportando (en el once titular de la final sólo repetía el Athletic, con Unai y Nico), el que más aportó fue la Real Sociedad, con cinco piezas, varias de ellas decisivas. De hecho, los dos goles que más se recordarán junto al de Yamal a Francia serán los de Mikel Merino en la prórroga ante Alemania y Mikel Oyarzabal poco antes del minuto 90 ante Inglaterra en la final.

Son parte del legado de Loren Juarros, director deportivo del Málaga CF, en el club donostiarra. De 2005 a 2009 fue secretario técnico y de 2009 a 2018, director deportivo. Oyarzabal, Robin Le Normand y Martín Zubimendi fueron reclutados por el club vasco cuando él estaba al mando. El goleador que definió la final de Berlín fue fichado del Eibar en edad cadete, en 2011. Tras una cesión al club de su ciudad natal, con 18 años ya debutó con el primer equipo en 2015. Pronto hará una década y es una leyenda, capitán desde muy joven. Loren apostó por él con dos renovaciones importantes, con el rechazo al Athletic por medio.

Martín Zubimendi entró en el club en edad infantil (2011). En Guipuzcoa, por reglamentación, la Real Sociedad no puede tener equipo desde alevín hacia abajo. En 2017 debutó con el primer equipo y pronto se consolidó como un mediocentro de referencia. Su segunda parte de la final, relevando al MVP Rodri, fue de muchísimo nivel. En San Sebastián se recuerda que en 2017 se hablaba de la necesidad de fichar un mediocentro, estuvo cerca el danés Hojbjerg. Loren decidió apostar por el chaval, creándole hueco para que se desarrollara. Y no le salió mal. Son decisiones que hay que entender en clave Málaga en algún momento, no fichar aunque entrañe riesgo para dar hueco. Tanto Oyarzabal como Zubimendi han desoído ofertas de clubes potentes desde años atrás, de lo más granado. Es ese sentimiento de pertenencia, complicado de conseguir porque son idiosincrasias diferentes culturales, que aspira a conseguir el director deportivo. Sí se va consiguiendo una identificación mayor de los jóvenes.

Le Normand llegó en 2016 desde Bretaña (Francia) después de haber debutado en Segunda División, con 20 años. Empezó en el Sanse, el filial, y tras dos años comenzó a sacar la cabeza en el primer equipo. Un lustro después se habla de una venta por más de 30 millones de euros, otro de las vías de desarrollo. Que lo que ahora Huijsen o En-Nesyri van a dejar en otro club quede en Málaga.

Los otros dos campeones de Europa realistas, Mikel Merino y Álex Remiro, llegaron ya después de la salida de Loren, pero la primera era una contratación ya pactada por su equipo. Tras ser vendido por Osasuna al Borussia Dortmund y de ahí pasar al Newcastle, Merino fichó por la Real con 22 años en julio de 2018, pocos días después de la marcha de Loren. Remiro llega en 2019, después de que no renovara con el Athletic y aterrizara gratis después de la salida de Kepa y la consolidación de Unai Simón.  

Es la idea con la que sueña Loren Juarros con el Málaga, esa capacidad para producir jugadores propios y fichar de manera precisa para elevar el nivel mientras se recauda dinero haciéndose fuertes en el mercado. Es una fase incipiente aún del proyecto, pero los primeros pasos se han dado de manera adecuada.