"Porque no sé aún el himno..."

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"Estamos pagando la penitencia de una temporada irregular", lamenta Míchel, que acabó eufórico con el brillante triunfo ante el Sevilla

"Ha salido todo lo bueno que tenemos dentro"

Míchel da instrucciones a Ontiveros durante el partido ante el Sevilla.
Míchel da instrucciones a Ontiveros durante el partido ante el Sevilla. / Javier Albiñana
Víctor Miralles

02 de mayo 2017 - 02:08

Málaga/Cuesta creer que La Rosaleda esté disfrutando tan intensamente este final de Liga. Pero es así, el Málaga es otro y las muecas de frustración se han cambiado por sonrisas. Lo comparte Míchel, quien ha dado un impulso moral fundamental a su equipo, y no lamenta que sólo resten tres partidos. Su pena, apuntaba ayer en rueda de prensa, es no haber alcanzado este nivel antes.

"Estamos pagando la penitencia de una temporada irregular. El equipo está muy bien. Más allá del juego es la confianza, no se rinden, están creyendo mucho en ellos. Hacer un partido como el de hoy [por ayer] sólo se hace con ese comportamiento. Es un buen camino para el año que viene y esta es la idea para entonces, más allá de las victorias que consiguamos", comentó el madrileño, que volvía a insistir en que la próxima temporada ya está en marcha: "Si se piensan que va a ser todo así es mucho. Pero por mucho que quiera entender la frustración y el disgusto de los aficionados durante todo el año, hace un mes que estoy aquí y estoy disfrutando desde el principio, y ojalá esto se alargue".

"Más allá del juego es la confianza, no se rinden, están creyendo mucho en ellos""En otras ocasiones tuvimos más variedad, pero para meter cuatro hay que acercarse""A Luis no se le va a olvidar esta lección; a los jóvenes hay que dejarlos que fallen"

Martiricos vibró en el derbi con el Sevilla, al que devolvió los cuatro goles de la ida. Y se volvía a acordar Míchel de las malas vivencias de la travesía por el desierto que ha sido esta Liga: "El partido lo he vivido como la afición. Yo porque no me sé todavía el himno, que si no lo habría cantado. Se lo han pasado realmente bien. Es un derbi, por eso es más especial, pero el equipo es que está haciendo disfrutar. La gente ha estado muy entristecida y ahora que saquen su orgullo, porque se lo merecen".

Criticaba Jorge Sampaoli el resultado, abultado a su vista, por considerar que el Sevilla mereció más ante un Málaga que tiró de pegada. No polemizó Míchel, que apuntaba que "Sampaoli lleva algo de razón": "Hemos tenido contundencia, pero eso forma parte del juego. En otras ocasiones tuvimos más variedad en llegadas, pero para meter goles hay que acercarse. Y cuando uno mete cuatro a un equipo como el Sevilla... Cierto que hemos sido contundentes, pero también nos acercamos para serlo".

Volvió a mojar Sandro, con su sexto gol en seis partidos. El número 13 en la Liga Santander, el decimoquinto en total. "Ya sabemos qué tipo de jugador es, ha marcado otra vez la diferencia", comentaba el preparador malaguista, que va a más en sus plegarias para que el canario permanezca en la Costa del Sol la próxima temporada: "Ya dije el otro día lo del sueldo y ahora voy a poner velas, a ver si se cumple". En la anotación le acompañó un Llorente que gritó de rabia, mucha acumulada, después de un mal año. Ha subido el nivel drásticamente y está abierto el frente para su continuidad. "Ojalá. Por el gol y por cómo se está mostrando el chico", dice Míchel, que pone su caso como espejo para los demás: "Es bueno tanto por él como por otros que no están teniendo minutos, que se tienen que quedar a veces en la grada. Espero que para los jugadores sobre los que tenemos que tomar decisiones sirvan partidos como este para tomar ejemplo".

En un once con mucho tinte de Academia repitió Luis Muñoz en el segundo partido de su vida como lateral diestro. Acusó el rival, mucho más duro que el Granada, y tuvo un error importante que supuso el segundo tanto del Sevilla. Míchel, figura importante para los jóvenes, se muestra comprensivo y pide paciencia. "Esta lección no se le va a olvidar. Lo ha respaldado el equipo con la victoria, y nosotros no hemos tenido ninguna duda sobre él. A los jóvenes hay que dejarles que se equivoquen, que fallen. Lo raro sería que un chico joven no sintiese. A todos nos ha pasado cuando éramos jóvenes, yo me acuerdo de situaciones así, aunque haga mucho tiempo", bromeaba.

La victoria, apunta, es "un aliciente". "Hemos dado otro estirón. Aunque quisiera detener a los jugadores, están en una situación difícil para echarles el freno. Yo no les voy a decir que no tienen opciones", comenta el técnico sobre la posibilidad de alcanzar el décimo puesto. Ante todo, Míchel valora el punto de inflexión que supuso la victoria ante el Sporting: "Cuando fuimos a Gijón estábamos a 5 del descenso y ahora a 18. Con esa victoria se abrió la caja de la presión y ha salido todo lo bueno que tenemos dentro, que esta plantilla tiene mucho".

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