La hora de los jugadores
El vestuario malaguista es consciente de lo que se juega este lunes ante el Cartagena
Los veteranos intentan tirar de un grupo que también se expone mucho en este final de temporada
Este lunes 28-F es un día D para el malaguismo. El equipo recibe en La Rosaleda al Cartagena. Y hay que poner pies en pared. Dos puntos de los últimos 18 posibles, un descenso a seis puntos que pudo estar a tres si el Amorebieta gana y un entorno cada vez más viciado. Un sector de la afición ya mostró en persona a la plantilla el enfado que existe con sus actuaciones y con los resultados a la vuelta de la nueva derrota en Anoeta. Es la hora de los jugadores. Hay seis sesiones para preparar el trascendental duelo ante el Efesé. Se debe frenar la caída libre en la que está el equipo. Y es el momento. Se puede ir a jugar en el campo del Amorebieta con el riesgo de caer en zona de descenso. Hay que sumar.
La plantilla se ejercitó en el Anexo en una sesión con mucha carga física y ejercicios de fuerza para culminar con partidillos en espacios reducidos. Es la semana en la que Natxo dispone de más tiempo para trabajar con el equipo desde que llegó. Son ocho días. Pero no sólo es el césped, es también el vestuario. Tanto José Alberto como el técnico vitoriano han referido varias veces que este es un equipo joven, que no sobra la experiencia. Es el momento, pues, de los veteranos, de tirar del carro y de arrastrar. El vestuario no ha sido hasta ahora la piña de las anteriores temporadas. Pasó también en la época Champions cuando el jeque dejó de pagar, en situaciones en la que la institución se tambalea se encuentra un punto de estabilidad en esa pelea por sobrevivir. Ahora que hay un punto más de desahogo, varios jugadores han mirado para sí mismo antes de por el bien del bloque y es un problema importante. Se está a tiempo aún de que cristalice algo, aunque sea para salvar la situación. Y los capitanes está intentando dinamizar al grupo. Los Escassi, Lombán o Chavarría saben lo que hay. También se están jugando mucho los cedidos o jugadores que acaban contrato. No es lo mismo salir al mercado con un descenso a Primera RFEF en el currículum. Se entra en el último tercio de competición, tras 28 jornadas se sumaron sólo 32 puntos. Por cómo están puntuando los equipos de arriba, parece que la salvación estará más barata de los 50 puntos habituales, pero el sprint final de los de abajo siempre es peligroso.
Luis Muñoz, Genaro y Juande son las tres bajas que tiene Natxo. Su perfil como entrenador responde más a un técnico que aporta soluciones tácticas, algo obviamente esencial. Pero este bloque necesita una agitación desde un buen gestor de grupos. Es la tarea pendiente del preparador gasteiztarra, que hasta ahora sólo sumó en la visita a Zaragoza, donde se marcó el único tanto, obra de Antoñín, en los 360 minutos que dirigió. Se recibieron siete en estos cuatro duelos. Se intenta frenar la sangría, pero también hay que crear peligro, aunque sea una amenaza. Sólo a la desesperada se vio de cerca la meta realista en Anoeta, con dos ocasiones claras de Brandon. Es el momento de los jugadores. Hay presión y deben responder en La Rosaleda.
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