Tres años de invierno (21.00)
Horario y previa del Numancia - Málaga
El Málaga sin Juanpi, Keko ni Adrián visita al ambicioso Numancia de Luis Carrión, quien cogió al Córdoba en la eliminatoria de Copa que acabó con la dimisión de Juande Ramos.
Málaga/“No es ningún marrón, es una alegría”. Hace justo tres años hoy, Luis Carrión tomaba la alternativa al frente del Córdoba, Oltra acababa de ser despedido. A los blanquiverdes, recién descendidos a Segunda por entonces, aún les dura la resaca del año que estuvieron en Primera. Carrión debutaba contra el Málaga de Juande Ramos en Copa del Rey: 2-0 en la ida y 3-4 en la vuelta. El resultado en La Rosaleda, el parón invernal y una situación inesperada en el vestuario acabaron con la renuncia de Juande. Carrión vivía el declive cordobesista y sin saberlo marcaba el inicio del malaguista.
Hoy aquel novato espera en Soria, confirmado como un entrenador al alza, con la ambición de dar la sorpresa en primavera, un juego reconocible y un puñado de buenos argumentos para tratar de que el Málaga vuelva sin puntos. Enfrente, el optimismo desmedido de Víctor, agarrado a los tres goles que celebró el domingo. No ganó, pero cambió la venda a la herida y ahora espera una buena corriente de puntos que le permita navegar en la clasificación mientras espera noticias de las oficinas. El invierno que empezó hace tres campañas sigue en Martiricos, el calor no se intuye.
Tres años naturales, seis entrenadores –Juande, Gato Romero, Míchel, José González, Muñiz y Víctor–, 121 partidos ligueros, 36 victorias, 27 empates y 58 derrotas. Sirvan la efeméride y unas cuentas tan gruesas para ahorrar el drama en los despachos, en las arcas y en la plantilla malacitana. Y mientras llega alguna solución, el Málaga sólo quiere marcar.
Las seis dianas vistas contra el Elche supusieron casi un empacho para los andaluces. La actitud, la capacidad para terminar empatando y superar ese extraño miedo al gol le salvó la digestión a La Rosaleda. Hoy, tendrá enfrente a un rival más directo, menos benevolente con la posesión, más ilusionado. Llega el Numancia mascando el primer triunfo de Guti al frente del Almería. Carrión ha señalado a los suyos, a su falta de lectura del partido en el primer tiempo y avisa: “Los equipos se ven después de las derrotas. Todo el mundo pierde, pero hay que ver qué haces después y tenemos muchas ganas de que llegue el partido”.
No tiene muchas bajas (confirmadas sólo la de Admonio), aunque ha programado un entrenamiento para hoy y después de él confirmará la convocatoria. Recita de memoria los últimos rivales malaguistas y el papel del equipo de Víctor en cada uno de ellos. Como el preparador madrileño de los andaluces, tiene claro los puntos fuertes de uno de los cuatro equipos que están en descenso con una etiqueta que dice algo así como “engañoso, tiene mucho peligro”.
Desde Martiricos, la expedición malacitana rumia su aventura en Segunda con enero como un mes importante, pero aún muy lejano. Necesita puntos. La dupla que forman Antoñín y Sadiku empieza a funcionar con números y va alimentando la ilusión de que acaben siendo un punto de partida. Una explosión de equipo con mucha necesidad que acaba encontrando una –o dos– estrella a la que agarrarse. De momento, suman la mitad de las dianas malaguistas que no son muchas si se tiene en cuenta el registro goleador malagueño, pero son, especialmente el canterano, una sentimiento tangible de ilusión. Algo es algo.
Además, los registros del equipo fuera no son peores que los que firma como local. El problema tal vez sea que sólo hay tres equipos en la competición –Cádiz, Huesca y Girona– que suman más que el Numancia como local. Ver cómo plantea Víctor el centro del campo, las piezas que usará para sorprender a los sorianos, y si habrá alguna recomposición en defensa son las principales incógnitas de una alineación que no será la misma del domingo: falta Juanpi que se ha unido a los lesionados Adrián y Keko.
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